Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz
De esta suerte, la ciencia, el arte, la religión, la política, la técnica, el derecho, entre otros, son producto de la cultura, es decir, de la creación humana.
Así, decimos que una persona es culta cuando está dotada de cultura y conocimientos o que una sociedad es culta cuando sus miembros son generadores o recipiendarios de las diferentes manifestaciones de la cultura.
No se trata, en este caso, de hacer o dar definiciones de un tema tan vasto que ha implicado (su tratamiento) la expresión, en sus múltiples formas, de miles de signos. Tampoco se trata de encasillar o acuñar conceptos.
Se trata solamente de expresar la gran preocupación que nos causa la falta de una verdadera política pública, en materia de cultura, de parte de los tres órdenes de gobierno, lo que redunda en detrimento de nuestra población y, por ende, en nuestro atraso de todo tipo en el concierto de las naciones.
Sí es cierto que en estos tres órdenes de gobierno existen organismos dedicados a este rubro. También es cierto que se realizan eventos (esporádicos), que implican algunas manifestaciones (en este renglón), pero en términos generales y también particulares hemos visto que no son ni suficientes ni lo deseable para satisfacer el requerimiento que de cultura necesita nuestro pueblo.
Es muy sabido el hecho de que los pueblos más ignorantes o más alejados de la cultura, devienen en los más pobres, los más precarios, los más salvajes y, en suma, los que van a la saga del desarrollo y del progreso que requiere toda sociedad moderna, más ahora en los tiempos de la obligada e ineludible “globalización”.
En materia de investigación científica sabemos que los presupuestos destinados para este efecto son de lo más exiguo, y cuando finalmente en nuestras universidades logramos iniciar a científicos calificados, países altamente industrializados como E.U.A, por ejemplo, cuando van a estudiar sus postgrados se los quedan a cambio de mejores ofertas pecuniarias y un campo abierto para la investigación, lo que implica que a ellos no les costó la preparación y formación de nuestros futuros científicos y sí cosecharon el fruto de nuestro esfuerzo académico. Lo mismo le sucede a los países europeos en relación, una vez más, con los E.U.A.
Ya no digamos en el renglón artístico, puesto que los espacios culturales y los artistas, cuya creatividad es innegable (aún cuando muy discutible la de algunos), son escasos, falta promoción, difusión, acercamiento hacia la gente y no solamente hacia grupos de élite y todo ello por la falta evidente de políticas públicas en este sentido. Espacios para teatros, obras ad hoc, escuelas de pintura, escultura, música, literatura, institutos de arte, casas de cultura efectivas, ciclos de conferencias, cursos, presentación de manifestaciones culturales de nuestras etnias a niveles más amplios que los que se celebran en las festividades religiosas de nuestros pueblos, no se dan como debiera ser, salvo las honrosísimas excepciones de siempre.
Encuentros deportivos, académicos, artísticos, que tengan relevancia no sólo local y estatal, sino nacional e internacional, son necesarios y debe dárseles calendarización permanente en nuestros lares, no sólo para atraer turismo sino para acrecentar nuestro nivel cultural, lo que nos permitirá ampliar nuestro mundo cognoscente, nuestra esfera cognitíva, nuestro haber gnoseológico, que servirá para nuestra toma de decisiones en todo nuestro que hacer volitívo, lo cual, nos conducirá a mejores aciertos y en el consabido desarrollo y progreso de nuestra sociedad.
Es un imperativo ineludible el contar con una auténtica actitud para mejorar el nivel cultural de nuestro pueblo y así evitar que se siga abusando de él por parte de todos. Evitar la apropiación de usos y costumbres ajenas a nuestra idiosincrasia como los Halloween, los Santa Claus, la cursilería del día de “San Valentín” (que hace el regocijo de los comerciantes) y otras tantas manifestaciones ajenas a nuestro ser nacional, ello sin perjuicio de estar abiertos a las manifestaciones culturales de otros pueblos, pero que nos vengan a enriquecer como individuos en el desarrollo de nuestras potencialidades humanas.
Poner manos a la obra es urgente. Lo necesitamos. O usted, culto lector, ¿Qué opina?
La cultura, a diferencia de natura, es todo lo que el hombre crea. Significa cultivo en general, especialmente de las facultades humanas, sin perjuicio de implicar un conjunto de conocimientos científicos, literarios y artísticos adquiridos y también se entiende como un conjunto de estructuras sociales, religiosas, etc., y de manifestaciones intelectuales, artísticas, etc.,que caracterizan una sociedad.
De esta suerte, la ciencia, el arte, la religión, la política, la técnica, el derecho, entre otros, son producto de la cultura, es decir, de la creación humana.
Así, decimos que una persona es culta cuando está dotada de cultura y conocimientos o que una sociedad es culta cuando sus miembros son generadores o recipiendarios de las diferentes manifestaciones de la cultura.
No se trata, en este caso, de hacer o dar definiciones de un tema tan vasto que ha implicado (su tratamiento) la expresión, en sus múltiples formas, de miles de signos. Tampoco se trata de encasillar o acuñar conceptos.
Se trata solamente de expresar la gran preocupación que nos causa la falta de una verdadera política pública, en materia de cultura, de parte de los tres órdenes de gobierno, lo que redunda en detrimento de nuestra población y, por ende, en nuestro atraso de todo tipo en el concierto de las naciones.
Sí es cierto que en estos tres órdenes de gobierno existen organismos dedicados a este rubro. También es cierto que se realizan eventos (esporádicos), que implican algunas manifestaciones (en este renglón), pero en términos generales y también particulares hemos visto que no son ni suficientes ni lo deseable para satisfacer el requerimiento que de cultura necesita nuestro pueblo.
Es muy sabido el hecho de que los pueblos más ignorantes o más alejados de la cultura, devienen en los más pobres, los más precarios, los más salvajes y, en suma, los que van a la saga del desarrollo y del progreso que requiere toda sociedad moderna, más ahora en los tiempos de la obligada e ineludible “globalización”.
En materia de investigación científica sabemos que los presupuestos destinados para este efecto son de lo más exiguo, y cuando finalmente en nuestras universidades logramos iniciar a científicos calificados, países altamente industrializados como E.U.A, por ejemplo, cuando van a estudiar sus postgrados se los quedan a cambio de mejores ofertas pecuniarias y un campo abierto para la investigación, lo que implica que a ellos no les costó la preparación y formación de nuestros futuros científicos y sí cosecharon el fruto de nuestro esfuerzo académico. Lo mismo le sucede a los países europeos en relación, una vez más, con los E.U.A.
Ya no digamos en el renglón artístico, puesto que los espacios culturales y los artistas, cuya creatividad es innegable (aún cuando muy discutible la de algunos), son escasos, falta promoción, difusión, acercamiento hacia la gente y no solamente hacia grupos de élite y todo ello por la falta evidente de políticas públicas en este sentido. Espacios para teatros, obras ad hoc, escuelas de pintura, escultura, música, literatura, institutos de arte, casas de cultura efectivas, ciclos de conferencias, cursos, presentación de manifestaciones culturales de nuestras etnias a niveles más amplios que los que se celebran en las festividades religiosas de nuestros pueblos, no se dan como debiera ser, salvo las honrosísimas excepciones de siempre.
Encuentros deportivos, académicos, artísticos, que tengan relevancia no sólo local y estatal, sino nacional e internacional, son necesarios y debe dárseles calendarización permanente en nuestros lares, no sólo para atraer turismo sino para acrecentar nuestro nivel cultural, lo que nos permitirá ampliar nuestro mundo cognoscente, nuestra esfera cognitíva, nuestro haber gnoseológico, que servirá para nuestra toma de decisiones en todo nuestro que hacer volitívo, lo cual, nos conducirá a mejores aciertos y en el consabido desarrollo y progreso de nuestra sociedad.
Es un imperativo ineludible el contar con una auténtica actitud para mejorar el nivel cultural de nuestro pueblo y así evitar que se siga abusando de él por parte de todos. Evitar la apropiación de usos y costumbres ajenas a nuestra idiosincrasia como los Halloween, los Santa Claus, la cursilería del día de “San Valentín” (que hace el regocijo de los comerciantes) y otras tantas manifestaciones ajenas a nuestro ser nacional, ello sin perjuicio de estar abiertos a las manifestaciones culturales de otros pueblos, pero que nos vengan a enriquecer como individuos en el desarrollo de nuestras potencialidades humanas.
Poner manos a la obra es urgente. Lo necesitamos. O usted, culto lector, ¿Qué opina?
2 Comentarios:
feliz día de san valentín elizalde que sea uno lleno de amor de sexo drogas y rock and roll y de paso de dinero y crédito en el cel pa que inviten al licuado
Gracias por su comentario y felicidades también por tan especial día. Los invitamos a seguir con nosotros. ¡Saludos! Fdo. R. Baños
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
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