De los abogados (1)…

Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz

La abogacía, amén de ser una de las profesiones más antiguas del mundo, resulta ser una de las más fascinantes, enriquecedoras, y plenas de que tenga conciencia el género humano.

En esta profesión se pone a prueba la inteligencia, la sagacidad, la astucia, el don de la oportunidad, pero, por sobre todas las cosas, la sapiencia y sabiduría de este tipo de profesionales.

Es indiscutible que toda su capacidad está sujeta a encuadrar su conducta dentro del marco que le señala la ley. No hacerlo así, implica sólo una parodia, o peor aún, la comisión de conductas no sólo delictivas, sino también denigrantes para el ser humano, creando un baldón a la profesión en general.

El hecho de que esta carrera esté sumamente competida provoca que la competencia desleal se presente en todo momento. Díganlo si no, como ya en otras ocasiones lo hemos comentado, la existencia de escuelas de derecho que proliferan como hongos, situación que se agrava debido a la existencia de planes de estudio que no reúnen los requisitos mínimos para estructurar una verdadera y efectiva carrera universitaria a nivel licenciatura, sirviéndonos como parámetro válido el plan de estudios de mi alma mater, la Facultad de Derecho de la U. N. A. M.

En efecto, bástenos saber que simplemente en Acapulco existen mas de 9 escuelas y facultades de derecho con diferentes denominaciones, que para efectos de obtener la cédula profesional de sus egresados, generan licenciados en derecho, lo que les permite a estos ejercer la profesión, aun cuando no tengan la calificación real para ello.

De estas escuelitas “nopalito” egresan “profesionales” cuyo mercado natural de trabajo es Acapulco, lo cuales, adminiculan a los coyotes que pululan y abundan en las Agencias del Ministerio Público, en los juzgados penales y en las junta de conciliación y arbitraje porque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no lo prohíbe, creando una masa informe de prácticos del derecho que sin tener los estudios profesionales de derecho, forman parte de una competencia desleal para quienes, verdaderamente, estudiaron esta carrera, dándose el fenómeno de los abogados “diesel”, o sea, dice él que es abogado.

El problema que agrava esto es que la desintegración de nuestra sociedad a partir del aumento en los divorcios, la deificación del dinero, la falta de estructura y solidez en la formación de los individuos, la desintegración de las familias, la corrupción entre los individuos, la creciente y alarmante adicción a las drogas y toda la infraestructura que la rodea, la carencia en la enseñanza y práctica de los principios rectores de nuestra vida en la sociedad y, principalmente, la falta de ética en el actuar individual y profesional, ha dejado sentir sus efectos entre los seres humanos, no quedando exentos nuestros coetáneos ni tampoco, lamentablemente, la abogacía, así como el resto de las profesiones y giros de actividades en donde se desenvuelve la mayoría de las personas.

Pero esta execrable tendencia de los últimos tiempos puede ser revertida no solo partir de la aplicación de la ética al ejercicio profesional, sino acrecentando el estudio constante, permanente, que permita la actualización de los conocimientos, los cuales, adminiculados a un ejercicio responsable, moral, ético y sujeto estrictamente a la norma jurídica vigente para el ejercicio profesional, servirá para actualizarse y enfrentar los retos de la competencia desleal de los sedicentes abogados y de la falta de capacidad y conocimiento de los mismos.

De ahí que resulta una verdadera fiesta de la cultura jurídica, un soberano acierto el que la Barra de Abogados del Estado de Guerrero A.C., en conjunción con la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito, Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación A.C. y la Coordinación General del Postgrado en Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero, hayan convocado al Diplomado de Derecho Procesal Constitucional que se desarrollará en el Auditorio Nicolás Salinas Sotelo de la Unidad Académica de Turismo de la U.A.G., en XVIII módulos a partir del 9 y 10 de noviembre hasta el 25 y 26 de Abril del próximo año. Lo atractivo de este Diplomado es que la gran mayoría de los ponentes de cada módulo son Magistrados de Tribunales Colegiados de Circuito, cerrando tan magno evento la Ministra Doctora Margarita Beatriz Luna Ramos, Presidenta de La Segunda Sala de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación. Los interesados podrán informarse al teléfono 482-81-57 o en Quebrada 51, Colonia Centro, local de la Barra de Abogados.

La actualización es fundamental para la superación profesional. Seamos mejores abogados para beneficio de nuestra comunidad. ¡Ello bien lo vale! O usted, abogado lector, ¿Qué opina?