El significado de las palabras

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Por el Psic. David Alejandro Contreras Reyes

E-mail: acontreras@barcelomaya.com

Las palabras y los mensajes que formamos con las palabras tienen, per se, un sentido estrictamente gramatical, es decir, un significado y un significante, y aunque toda palabra haga referencia a algo, valdría la pena preguntarse si para la comunicación humana, para una buena comunicación entre las personas, es suficiente con atender a esta relación (la existente entre un significado y un significante). Yo creo que no.

Los mensajes que trasmitimos, cualquiera que sea la forma cómo nos comuniquemos oralmente, muchas veces pueden tener un sentido diametralmente opuesto al estipulado por el idioma y sus reglas, pues la complejidad de la comunicación humana abarca, usualmente, cientos de mecanismos para emitir, codificar, decodificar y comprender un mensaje, los cuales con mucha frecuencia, pueden pasar desapercibidos para los interlocutores y que, no obstante, pueden ser captados por el cerebro humano; tales mecanismos a su vez, están íntimamente comprometidos con nuestra historia como miembros de una sociedad y con la idiosincrasia característica de ésta.

Todos nos comunicamos de diferentes formas: hablamos, usamos las manos, hacemos gestos, regulamos el tono de nuestra voz, usamos la mirada de un modo particular, asumimos alguna actitud, hacemos algún movimiento corporal, todo ello mezclado con una infinidad de matices que nos sirven para expresar nuestra personalidad, emociones creencias, necesidades e intereses.

Todo esto hace acto de presencia a la hora de hablar con alguien más. Es en la comunicación con otros cuando las palabras, enmarcadas siempre por una situación en particular, pueden significar otra cosa, acumulándose palabras detrás de más palabras hasta que la cadena de significados, a medida que la comunicación se desenvuelve, se va reestructurando.

Quizá todo sea cuestión de poner más atención la próxima vez, si lo que deseamos es identificar lo que cada persona, realmente, quiere decirnos.

2 Comentarios:

fernando reyes baños dijo...

A través de este medio le doy la bienvenida al Psic. David A. Contreras por participar en nuestro blog y aprovecho la ocasión también para felicitarlo por ser el primer egresado de la Facultad de Psicología de la UAA que, por iniciativa propia, comparte con nosotros un escrito. Muchas gracias David y adelante con ese entusiasmo. ¡Saludos!

Marco dijo...

Fernando, primero que nada un saludo desde slp y agradecerte que tengas este blog tan interesante. Sobre este tema, quisiera comentar que si bien la palabra es importante, en realidad uno comunica con todo. En el proceso de comunicación humana, quizás el escuchar es la parte que más nos falla. Y es que no sólo es escuchar la palabra, sino, también, el cuerpo, el tono, etc. No escuchar a los demás, en el sentido amplio de la palabra ayuda a estereotipar y fomenta la intolerancia.

Por otro lado, las palabras pueden ser muy poderosas para influir en la conducta o estado de ánimo de una persona. Las palabras pueden provocar cosas muy fuertes. De ahí que los medios de comunicación deberían adoptar una ética que los ayudé a usar con más responsabilidad esa herramienta tan poderosa de poder hablar a millones. Suerte



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

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