Por Rodrigo Juárez Ortiz


Los dichos populares tienen a su favor la experiencia acumulada, ancestral, de diferentes generaciones de nuestro pueblo. Sabiduría popular pura, al margen de estar de acuerdo o no con algunos de sus postulados o sentencias, sin embargo, en la especie queda ad hoc para estos comentarios.

¿Y desde cuándo los patos les tiran a las escopetas? Tal vez la respuesta nos la den eventos recientes que no podemos soslayar, habida cuenta de que estamos ante situaciones insólitas y a todas luces desconcertantes

Es el caso de que el retropróximo dos de Abril (por cierto día de conmemoración de la famosa batalla de Puebla, pero de 1867 en donde el ejército republicano mexicano venció al ejército invasor francés, distinguiéndose en la misma el coronel Porfirio Díaz), amanecimos en este puerto con la nefasta noticia de haber tenido (el día anterior) una jornada de rebelión policiaca en la que retuvieron al Alcalde y golpearon a dos funcionarios municipales; los policías marcharon de las instalaciones de la SSP y PC, hasta el Ayuntamiento, bloqueando la Av. Cuauhtémoc por una hora para exigir el pago de su quincena y se adquiera el seguro de vida para salir a trabajar. Esta acción se llevó al cabo de una manera tensa cuenta habida de que los policías exigieron al alcalde solución a sus demandas y al tratar de ser rescatado por el director de gobernación, éste recibió un golpe en el rostro, o-b-l-i-g-a-n-d-o al alcalde a ir a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de donde lo liberaron después de una hora, nos dice una nota periodística

No olvidemos que la policía municipal lleva en paro (totalmente ilegal como lo ha señalado el presidente municipal en diferentes ocasiones), desde hace más de nueve meses, con la consabida consecuencia del desamparo de la ciudadanía quien se encuentra en manos de la delincuencia organizada o no, sin perjuicio del caos vial que producen las obras en las calles y sin policías viales para controlar el tráfico ya caótico.

La acción nos parece totalmente flagrante de los ordenamientos constitucionales al respecto, dígalo si no el siguiente texto de nuestra Carta Magna:

“Artículo 8o. Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; pero en materia política sólo podrán hacer uso de ese derecho los ciudadanos de la República.

A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario”.

En la especie la petición no fue tal, fue exigencia, se ejerció violencia y se presionó a la autoridad a resolver atento a las solicitudes de los exigentes peticionarios, entre insultos, gritos y forcejeos con autoridades municipales.

¿Es así como se deben comportar los ciudadanos para ejercer el derecho de petición y en especial los policías quienes entre sus responsabilidades está el garantizar el orden público?

Es obvio que ante la presión ejercida el alcalde tuvo que ceder y así, se comprometió a pagar la quincena reclamada, a pesar de que había declarado que no se iba a cubrir, porque no la habían trabajado por estar ellos en paro ilegal desde hace muchísimo tiempo; pero que por el pago debían regresar a trabajar, que debían de cumplir las órdenes de trabajo les dieran sus superiores y que los comandantes tenían que reunirse con el secretario del ramo para efectos de coordinación. ¿Qué no son éstas obligaciones del cargo, sin que tengan que plasmarse en un minuta? Me doy.

Lo inaceptable es la violencia que se ejerció en contra del presidente Municipal a quien por razón de su investidura se le debe respeto y en especial, por parte de sus subordinados.

El otro caso, entre muchos, es el de la recuperación de 16 de los 18 distritos judiciales de la entidad (en poder de trabajadores del Poder Judicial del Estado, desde el 8 de Marzo), por parte de policías antimotines en este puerto, en Chilpancingo, en Iguala, en Tixtla y otros, en donde hubo connatos de violencia, pero en esta última población los policías fueron golpeados y apedreados por normalistas de Ayotzinapa y algunos participantes en la refriega.

La cuenta sería interminable de casos en que en algunos se ha salido del control de las autoridades, como la toma de edificios públicos, la destrucción de mobiliario y equipo, de sedes de partidos políticos, de comercios y un sinfín de afectados por el vandalismo, aparte de la delincuencia ordinaria y organizada, los cuales no solo ya les perdieron el miedo a las autoridades, sino también el respeto, lo que hace que cada día mas se envalentonen y de plano retan a las autoridades poniendo en entredicho la realidad de un estado de derecho y democrático.

Las autoridades, con justeza, han dicho “n” número de veces que hay que privilegiar el diálogo y les asiste toda la razón ya que “hablando se entiende la gente”, pero cuando no se dan las condiciones para el diálogo y una de las partes no cede un ápice en sus pretensiones a sabiendas de que no son posibles de realizar, entonces es adecuado el utilizar el poder coactivo del estado, ordenado por la ley (sin que de ninguna manera signifique represión), para hacer valer el imperio del derecho, única forma civilizada para lograr una convivencia equilibrada, pacífica y constructiva en beneficio de la colectividad.

El resultado de tanta parsimonia es que cada día más, van en aumento las manifestaciones y exigencias colectivas, para obligar a las autoridades, primero a que los escuchen y segundo, para que les solucionen sus peticiones que las mas de las veces son legítimas y añejas, lamentablemente.

Y como ven que con violencia se obtiene lo pedido, están prestos a la violencia ya que se han dado cuenta que ante estas situaciones no pasa nada, es decir, no hay ninguna consecuencia de carácter correctivo, en detrimento de la paz y la seguridad de la ciudadanía toda que queda convertida en rehén de los protestantes.

No hay que seguir dando pie a que los patos le tiren a las escopetas. Ya se inventó el Estado de Derecho. O usted, impactado lector, ¿qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



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