Se necesitaría ser un topo (con mis respetos para tan simpáticos animalitos) para no darse cuenta del declive tan obvio por el que se está deslizando nuestro país en varios renglones que impactan y afectan a la gran mayoría de nuestros paisanos, y que de no atenderse de una manera totalizadora, nos va a traer desgracias sin fin, y dicho sin pesimismo ni tampoco como agoreros del desastre, v.gr.: el adelanto tan rápido y nunca antes visto, tan precipitado, de la carrera por la presidencia de la República en donde ya se mencionan nombres y posibles candidatos, apenas a estas alturas del inicio de un nuevo sexenio, cuenta habida de que el partido político en el poder, ya habiendo alcanzado éste, no piensa dejarlo a ningún costo como lo demostró con exceso de irregularidades el pasado titular del ejecutivo federal; las posturas extremas del Congreso en contraposición con las iniciativas presidenciales que versan sobre la reforma energética (acusada de ser totalmente entreguista a los intereses estadounidenses vía compañías transnacionales), que incluyen la entrega de nuestra energía eléctrica y petrolera, fundamentalmente, sin perjuicio de la insistencia del Ejecutivo por sacar adelante dichas reformas; aunado a ello la falta de solidez que se adjudica a su gabinete y el excesivo optimismo presidencial, frente al cúmulo de problemas que como país estamos afrontando y que no se le ven visas de resolver; la falta de credibilidad del electorado hacia los partidos políticos y hacia los políticos, también, por el abuso que han hecho en el ejercicio del poder, dígalo si no el sexenio anterior en donde se habla de grandes pillerías cometidas por parte de quienes lo detentaron, así como por parte de sus familiares, a pesar de que en campaña fustigaron y crucificaron a los pillos de regímenes anteriores, pero en su mandato, no sólo hicieron lo mismo que criticaron, sino que lo superaron a la “n” potencia, es decir, ad nauseam; el impacto brutal que ya empezó a sentirse en nuestra economía como consecuencia de la desaceleración de la economía estadounidense, a la cual está inevitablemente ligada la nuestra, a grado tal, que nuestras reservas internacionales están en dólares y en los bancos estadounidenses, sosteniendo con créditos baratos a su propia economía, con dinero de los contribuyentes mexicanos y sin poder retirarlos para convertirlos en euros que tienen verdadera solidez financiera; la negativa del Ejecutivo para renegociar el capítulo agropecuario del TLCAN, aduciendo que nos está yendo muy bien en ese renglón, refiriéndose sólo a cierto grupo de agricultores ricos y no al grueso de los campesinos de México quienes ya están realizando marchas en todo el país para ese efecto; las profundas confrontaciones en uno de los partidos políticos mayoritarios en México, el PRD, en función de los grupos diferentes que pululan en él y que se ha visto acrecentada en los últimos tiempos por la elección de su próximo Presidente, con la consabida cauda de desequilibrios entre sus seguidores; la evidente e insoslayable lucha que el poder estadual, en sus tres órdenes de gobierno ha emprendido en contra del crimen organizado, el cual hasta este momento, se ha sabido que ha penetrado en las altas esferas gubernamentales, especialmente en las áreas de procuración de justicia y en las policías de los mismos órdenes de gobierno que se mencionan, salvo las aprehensiones de algunos capos que últimamente se han logrado, pero que se ha visto y es vox populi, que no es con la confrontación de poder a poder como se va a combatir este flagelo (ya que el estado tiene más poder porque tiene a la ley de su lado), pero los resultados son magros, lo que lleva a concluir que es con labores de “inteligencia”, como sucede en otros países, como se va a combatir verdaderamente a la delincuencia organizada y, una vez mas, los EUA hagan lo propio en su territorio y no sólo acusen de negligencia a nuestros países, sin atacar de fondo el origen del problema que no es otro que la gravísima drogadicción de su pueblo.
De esta guisa, la solución para terminar con la impunidad, con la corrupción, con la miseria extrema, con el abuso en el ejercicio del poder, entre otros, se encuentra en atacar de fondo el problema educativo, haciendo que los maestros enseñen y que los educandos aprendan; combatiendo de fondo a la corrupción, de corrompidos y corruptores; fajándose los pantalones y actuar con responsabilidad, con ética, con sentido del deber (aún cuando a los cínicos esto les de risa) y, por supuesto, con un alto patriotismo para acabar con la ineficacia, la ineficiencia, el “ahí se va”, el desinterés y las posturas anodinas e irresponsables. El presente y el futuro de México lo requieren y lo valen. Es urgente actuar ya. O usted, decidido lector, ¿Qué opina?
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
Grab this Headline Animator