Cuento dos

1

Por el Ing. Sergio Amaya Santamaría


Habían pasado varias semanas desde aquel extraño encuentro a la orilla del mar, mucho había meditado acerca de lo escuchado de mi Mente y de mi Espíritu acerca de la energía y el almacenamiento de nuestros recuerdos y experiencias durante nuestra vida; cada vez se me hacía menos fantasiosa la “Red Universal” del conocimiento humano. Si vamos descontando las áreas del cerebro que ocupamos para las funciones corporales como la vista, el habla, los movimientos de todo el cuerpo, involuntarios o no, etc., realmente queda poco espacio disponible. Tenemos un número determinado de neuronas, de hecho varios millones, todas ellas interconectadas por las sinapsis, pero sabemos que, desde el momento de nacer, empezamos a perder neuronas, las cuales no se reemplazan, lo que nos lleva a suponer que, cuando somos adultos, con una gran cantidad de información aprendida, realmente nos queda poco espacio para almacenar más información; ahora bien, los grandes científicos, artistas y pensadores han logrado sus mayores avances siendo ya personas mayores cuando, teóricamente, se supone que tienen una menor cantidad de neuronas.

Algunos autores proponen que la memoria está almacenada en todas las células del organismo, aunque no definen como se realiza el almacenamiento, y mucho menos, la recuperación.

Llegué a casa envuelto en este laberinto de ideas y, cansado como estaba, me tiré en la cama sin poder dormir; después de un rato empecé a caer en un suave sopor. A través de la ventana veía la luminosidad de la luna, pero ésta quedaba fuera de mi campo de visión.

De pronto, dos puntos luminosos aparecieron en el espacio que veía por la ventana y, lentamente, comenzaron a acercarse, agrandándose, y fue entonces cuando pude reconocerlos: mi Mente y mi Espíritu estaban otra vez frente a mí. De esta forma comprendí que, lo que había ocurrido en la playa había sido real; tenía frente a mí a las dos partes principales de mí ser.

Vino a mí entonces, la idea de que el llamado alter ego pudiera ser uno de ellos, así se los externé y fue la Mente la que respondió:

__ En realidad, tu alter ego, tu otro yo, somos ambos en uno solo, es decir, que ese yo interno que todos los humanos poseen está formado por tu Espíritu y tu Mente; parece complicado, pero no lo es. Ese otro yo o alter ego es tu Espíritu con todo el bagaje de conocimientos de la humanidad, más tu propia Mente, con los rasgos de tu personalidad; ese conjunto de ideas, costumbres, hábitos y conocimientos, forman ese ser interno que eres. Si en el transcurso de tu vida lograras prepararte, estudiar lo suficiente y poseer plenamente a ese ser que llevas dentro, podrías ser entonces un hombre superdotado. Pero, cuando menos en la vida de esta humanidad, solamente una mínima parte comprende y aprovecha una pequeña parte de ello, siendo los grandes genios de la historia quienes han llevado a la humanidad los avances y conocimientos que hoy tiene, los que además realizan, constantemente, estudios y experimentos en un desarrollo dinámico, todo ello regido por esa Mente Universal que algunos llamamos Dios.

__ Basta ya __habló el Espíritu__, dejemos esta charla para otra oportunidad, hoy vamos a tomar el asunto aquel que tanto te inquieta: la vida después de la muerte.

__ Es este un tema muy polémico, como te pudiste dar cuenta __retomó el diálogo la Mente__, pues es casi imposible probarlo y digo “casi”, porque ha habido casos que se han podido comprobar, pero que poca gente ha aceptado. Ha habido casos de Psiquiatras que en el ejercicio de su profesión han recurrido a la hipnosis regresiva y, para sorpresa del especialista, el paciente llega a un estado anterior al de su gestación. Más de uno, con criterio más amplio, han seguido el desarrollo de su terapia basándose en ese desconocido espacio de tiempo, donde resulta que el paciente ya tiene otro nombre y vive, posiblemente, en una ciudad diferente y una época diferente; en alguna ocasión se han cuidado de investigar la existencia de tal personaje y se ha corroborado la información. Desde luego que la medicina no ha aceptado abiertamente esta situación, pero te podemos decir que es una muestra de que hay vida después de la muerte. Como te hemos dicho, los temas de la Memoria Universal y de las vidas sucesivas estás íntimamente relacionados, pues ese cúmulo de conocimientos no tendría razón de existir si no hubiese quien lo utilizara. Esa energía espiritual que todo lo anima, vuelve a su fuente original al morir el cuerpo; al formarse un nuevo ser, la energía animará a ese nuevo ser. Existe otra Ley Universal, a la que denominamos “Ley de afinidad”; es frecuente que, debido a esa Ley de afinidad, la energía de un difunto, a quien llamaremos “A”, vuelva para reencarnarse dentro de la familia “A”. Así se dan casos en que un cuerpo está animado por la energía de un antepasado, de ahí que, además de la herencia por los genes, esa persona presenta características similares a las del abuelo, o a las del tío Julio, no solo en lo referente al parecido físico, sino a preferencias intelectuales o habilidades artísticas o científicas. Digamos, de manera simplista, que el abuelo o el tío Julio llevan una nueva vida, unida a la del joven pariente, de la misma forma que ellos, en su propia vida, compartieron existencia con algún otro antepasado.

__ Pero basta por hoy __dijo el Espíritu__, tu cuerpo está limitado por las leyes físicas y debe descansar, pues aunque no lo parezca, estas pláticas consumen una buena parte de tus fuerzas. Descansa, duerme… y no olvides estas charlas.

Después de esto me quedé dormido, no sé cuanto tiempo pasó, pero desperté ya entrada la noche; aún estaba vestido y sentía hambre, así que me levanté a comer algo ligero; claramente recordaba lo que había soñado,…. O, ¿no había sido un sueño? En realidad no lo podría asegurar, pero lo importante es que recordaba.


Abril 1, 2008 – Paso del Norte

1 Comentario:

fernando reyes baños dijo...

Sergio: leyendo tu artículo me pareció importante hacer una aportación. Las siguientes líneas son una transcripción que hice del libro "¡Toc, toc! ¿Hay alguien ahí? Cerebro y conducta. Manual para usuarios inexpertos" de la doctora Feggy Ostrosky-Solís (2002), obra publicada por InfoRed, con las cuales pretendo complementar, la parte de tu escrito que hace referencia a nuestro cerebro (espero, por otra parte, que sea un buen pretexto para seguir agregando comentarios a esta entrada): "Se ha acumulado evidencia de que las neuronas en el cerebro adulto se regeneran. Hasta hace poco tiempo (noviembre de 1998) existía una arraigada convicción de que las neuronas del adulto no se regeneraban después de una lesión o de una enfermedad. El cerebro, sin embargo, tiene algún potencial para autorrepararse. Anteriormente se creía que el cerebro del adulto podía algunas veces compensar el daño mediante el establecimiento de nuevas conexiones entre las neuronas que sobrevivían, pero que no podía autorrepararse, porque carecía de células que permitían la regeneración neuronal. Esto es lo que los neurólogos creían firmemente hasta hace poco... Fred Gage, del Salk Institute en La Jolla, California, ha investigado durante los últimos años cuáles son los factores que promueven o que afectan la neurogénesis en el adulto: lo que Gage ha encontrado es que los animales criados en medios enriquecidos muestran una mayor cantidad de células gliales (que son tejido de soporte y nutrientes) y que éstos aumentan cuando tienen que resolver tareas nuevas. Estos hallazgos también se han reportado en cerebros como los del famoso físico Albert Einstein. Su cerebro fue preservado por científicos de la Universidad de Princeton en 1955, cuando murió a los 75 años, y muestra mayor cantidad de células gliales que neuronas en comparación con el cerebro de 11 hombres de inteligencia promedio... Como regla, la edad por sí misma no tiene un impacto en el deterioro de la función cerebral. La siguiente lista muestra sólo algunos de los asesinos de neuronas que existen: el abuso del alcohol, la ausencia de una pareja estimulante, depresión por pérdidas personales, enfermedades crónicas..., un medio ambiente poco estimulante, una personalidad inflexible, un estilo de vida sedentario, presión alta..., falta de curiosidad por aprender y malnutrición" (p. 52 y 53).



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



Periplos en Red

Grab this Headline Animator

 
Ir Abajo Ir Arriba