Del 10° Aniversario…

Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz

Pensar, sentir y querer, hemos recordado que deviene en el trípode vital del ser humano, es decir, que no existe un solo bípedo implume que no tenga pensamientos, sentimientos y voluntad.

Merced a ello es posible intentar conocer, es decir, realizar nuestra actividad gnoseológica para evidenciar si es posible conocer algo con certidumbre y, por ende, asirnos cognitivamente del resultado que ello nos reporte.

Aquí es importante aclarar que el conocimiento adquirido a través del pensar, o sea de las manipulaciones de tipo lógico que realizamos al crear al objeto de conocimiento, lo hacemos por conducto de la ciencia, lo que significa tener un conocimiento objetivo, lo que significa que tiene necesidad racional y exigibilidad universal.

Si es a través del querer, o sea del ejercicio de la voluntad, ello se manifiesta en una actividad ideológica, lo cual a su vez, se traduce en política y en religión, lo que las hace totalmente subjetivas y, obviamente, no nos dan certidumbre gnoseológica.

Y si se realiza la actividad a través del sentir, o sea del arte, también su resultado es de tipo subjetivo, pero también cabe aclarar, lo que resulta verdaderamente importante, que las tres formas de conocer que ha creado el ser humano (por la ciencia, por el arte o por la ideología), tienen el mismo derecho histórico que las demás.

Aclarado esto, recordemos también que no solo de pan vive el hombre. Es cierto que comer, cuando menos tres veces al día, es una necesidad vital, pero no por ello es suficiente para tener una vida plena, es decir, no solo con tener el estómago lleno se puede decir que se está satisfecho, cuenta habida de que existe una dimensión humana que se llama espíritu, que es la parte no orgánica de nuestro ser y que se alimenta de estímulos gratificantes como lo es el amor, las bellas artes como la poesía, la pintura, la música, por mencionar solo algunas y cuyo accionar devienen en estímulos poderosos que nos dan esa fuerza o tranquilidad y paz que tanto deseamos y que muy pocas veces se tiene a satisfacción, las cuales realizándose, nos permiten emprender el resto de nuestras tareas con brío, vehemencia y entrega total, con los consabidos resultados de triunfo y de satisfacción. Nos hacen más amables, más tolerantes, más solidarios con nuestros semejantes y, por ende, mejores seres humanos, acrecentando nuestra capacidad de dar amor y, en consecuencia, de perdonar.

Por ello, nos parece insoslayable recordar que hace 10 años, el 2 de mayo de 1998 en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del entonces Centro de Convenciones de Acapulco, ahora C.I.A., su sede actual, oficialmente se estrenó la Orquesta Filarmónica de Acapulco, no sin antes mencionar que tuvo un primer concierto el 21 de Abril de ese mismo año en la población de Atoyac de Álvarez, Guerrero, sentando con ello los pródromos de lo que sería una de las mejores orquestas filarmónicas de nuestro país y que está a la altura de las mejores del mundo.

Largo ha sido el recorrido que ha tenido que realizar esta orquesta para lograr su total integración, composición y acoplamiento, su verdadera consolidación.

Diez años han transcurrido desde que el gobernador en turno, el ahora senador de la República, Lic. Ángel Aguirre Rivero, ordenó la creación de tan singular conjunto musical al Maestro Eduardo Álvarez y, desde entonces, el gobierno del estado ha sostenido este logro y el Maestro Álvarez no ha cejado un ápice en su esfuerzo permanente por mantener a esta orquesta en todos sentidos, contando con el apoyo de un Patronato que encabeza la acapulqueña Ana María Castilleja y, desde luego, el de su brazo derecho en la administración, el Lic. Ricardo Ortiz de Ora, luchando contra las mentes obtusas que no cejan en su afán por hacerla desaparecer con la peregrina tesis de que siendo Guerrero un estado muy pobre, el dinero que se gasta en la orquesta se debería de utilizar en abatir la pobreza que se vive en la entidad. ¡Me doy!

Como si con eso se pudiera resolver el lamentable estado de miseria que se viene arrastrando desde tiempo inmemorial, en donde concurren infinidad de factores como la ignorancia, la violencia, el caciquismo, la inequitativa distribución de la riqueza, entre otros.

Por eso nos parece un gran acierto y un gran logro el que exista una orquesta de esta envergadura, la cual no se ha vuelto clasista ni exclusiva de un grupo elitista, habida cuenta de que no solo ofrece conciertos en su sede oficial, sino que también realiza conciertos en todo el estado de Guerrero, en poblaciones de todas sus regiones y cuyo destinatario es el pueblo guerrerense en su conjunto, logrando lo que para algunos resulta inconcebible, que es la extraordinaria respuesta de la gente al vivir intensamente el placer inigualable de la música, al quedar satisfechos con sus audiciones y el entusiasmo implícito en su aplauso de gozo y satisfacción agradeciendo el obsequio, todo ello al tener la oportunidad de escuchar este tipo de música, pues la radio y la televisión comerciales no les permiten acceder a ella. Es muy gratificante ver el encantamiento de nuestro pueblo cuando la Filarmónica de Acapulco toca en su poblado, entusiasmo que se acrecienta cuando se les toca música popular guerrerense, en arreglos magistrales para orquesta sinfónica que saben tocar como ninguno.

Y no es obra del azar. Es el resultado de un esfuerzo titánico, de constancia, de tenacidad, de aplicación, de superación personal de sus integrantes, los cuales todos son maestros de música, bajo la dirección magistral de Eduardo Álvarez, contando actualmente con un promedio de 75% de maestros mexicanos y un 25% de maestros extranjeros, lo que permite un excelente equilibrio en su conjunto.

Todos sabemos de los directores de primer nivel que han sido invitados a dirigir la orquesta, así como las invitaciones que se le hacen a su director para conducir en México y en el extranjero, pero sí es interesante saber que la orquesta tiene un promedio (a veces más otras menos) de 90 conciertos por año, tan esto es así que el concierto de hoy, 8 de mayo de 2008, será el número 773 y el de mañana viernes, 9 de mayo de 2008, el número 774, de los tocados en este decenio y decirlo suena fácil, pero no se trata de una cuestión de quantum sino de quale.

Es pues satisfactorio que nuestro puerto, nuestro estado, cuente con una orquesta filarmónica como la que mencionamos y nos solidarizamos con la celebración que, con bombo y platillo, muy merecidos, por el 10º Aniversario de su existencia, están llevando al cabo en estas fechas. ¡Enhorabuena!

Y muchos años más de actividad artística musical para solaz, esparcimiento, superación cultural y dignidad de Guerrero y nuestro pueblo y de nuestros visitantes. Vale la pena celebrarlo. O usted, melómano lector, ¿qué opina?