La Telaraña

1

Por Zaidena

zaidena@hotmail.com


UNO

Miró el reloj por cuarta vez y suspiró. El bar estaba atestado de gente. Los transeúntes pasaban por donde él estaba esperando y parecían mirarlo. Sabía que su malhumor se reflejaba en su cara. Tomó el café, pagó y salió. Ya no esperaría más. Bill lo había citado por algo sumamente importante según dijo. Si era así volvería a ubicarlo.

Mientras avanzaba hacia la esquina los gritos se hacían más nítidos y desgarrados. Le pareció que el mundo había enloquecido. Los bocinazos y la sirena policial le hicieron pensar que algo importante estaba pasando. Un operativo pensó, y siguió su camino. Ya en la esquina, en un claro entre la gente, vio la figura de Bill tirada sobre el pavimento. Corrió hasta que la Policía le impidió el paso, pero vio el cuerpo sin vida aparente. Por la ubicación del mismo parecía haber sido arrollado por un rodado aunque no notó, pese a estudiar rápidamente la escena, ningún auto detenido. Sólo estaban los móviles policiales.

Aún estaba impactado por la escena pese a serle familiar por el trabajo que había desarrollado en su vida. Se acercó al que parecía estar a cargo del operativo y luego de presentarse formalmente le dijo que conocía al occiso. El Sargento le hizo un sinnúmero de preguntas. Él sólo sabía que se llamaba Bill Fournet, que había llegado al pueblo hacía cinco años, pero no desde dónde había venido; que vivía solo; le gustaban mucho las mujeres; era inspector de obras y estaba trabajando para un empresa privada. No tenía más datos que los expuestos, sólo agregó que lo admiraba por su gran capacidad intelectual, su oratoria y sus exquisitos trabajos literarios.

Le dijeron que pasara por la Dependencia el día siguiente para corroborar sus dichos. Asintió levemente y de dirigió a su casa, estaba seriamente consternado. No podía conciliar el sueño. La escena vivida pasaba por su mente. En algunas se detenía más que en las otras, pero seguían girando y creándole más dudas que respuestas. Se dio cuenta que no podía aportar muchos más datos, sólo algunos pequeños detalles. Recordó al policía diciéndole que seguramente su muerte había sido instantánea y que de ser así ni se percató de ella. Eso lo alivio un poco.


DOS

A la mañana siguiente la situación había cambiado. Según testigos oculares y presenciales se enteró que aparentemente había sido tirado desde un auto y ya la causa había cambiado de carátula, siendo ahora “Homicidio culposo”. Eso lo desconcertó, lo irritó, lo preocupó.

Repitió ante el Comisario lo que ya había dicho. Firmó el Acta y salió. En la calle inspiró con fuerzas y ganas. Su instinto detectivesco que creía dormido surgió con más fuerza que nunca.

Los pasos lo llevaron a la escena del crímen. Muchos curiosos rondaban por el lugar. Fue hablando con algunos, haciéndose el que nada sabía, pues esto lograba el efecto rebote. Menos hablaba él, más contaban los otros.“Que tenía “un pasado dudoso; que había venido escapado de no sé dónde; que era un “pedófilo reconocido; que gustaba de mujeres ajenas; que no podía justificar la “vida que llevaba en razón a sus ingresos y más, mucho más rumoreaban los “sabiondos, los que se hacían que lo sabían todo y los que no sabiendo “nada…prejuzgaban”.

Volvió a su casa espantado y asqueado de esa vorágine verbal. Se encerró en su viejo estudio. Ahí encontraría la paz mental para poder pensar con un poco de coherencia y claridad. Algunas palabras sueltas que el Comisario cruzó en varias oportunidades con distintos subalternos que interrumpían su coloquio le hizo pensar de otra manera y dedujo que había algo muy profundo rondando esta muerte. De golpe se irguió en su sillón, recordó que el Dr. Alev, su amigo, estaría sin lugar a dudas a cargo de la autopsia y no dudó en llamarlo.

Quedaron en verse para almorzar en “El viejo almacén” a las 13 hs. A los cinco minutos del encuentro ya estaban hablando del caso. La autopsia la había terminado de realizar y ante la insistencia de su amigo y conociendo además su discreción, comenzó a resumirle su conclusión: le contó que los órganos estaban normales y conservados. Sólo en el examen de palpación anal había constatado una gran dilatación en la ampolla rectal permitiendo que la misma sea triplemente digital; le había practicado hisopados rectales para tener una conclusión concreta final, pero que no descartaba una posible violación. Aunque lo más importante que había detectado, y sin lugar a dudas fue la causa de su deceso, le continuó diciendo, fue en el cuello. Tenía una herida oblicua con dirección arriba-abajo y atrás-delante de 9,5 cm. de longitud con sección completa de la vena yugular derecha, lo que le habría provocado sin lugar a dudas una gran sangría hemática: Mi conclusión_dijo _fue que tuvo una muerte blanca (paro cardio-respiratorio) por shock hipovolénico sobreagudo e irreversible como consecuencia de la sección completa de la vena yugular.

_ Pero, ¿eso pudo hacerlo un auto?

_ No, no, de ninguna manera. Su muerte fue hecha con un elemento punzo cortante. Mi juicio es que lo mataron en otro lado y lo tiraron ahí. No era esa la escena del crímen, la cantidad de sangre encontrada no era la que expulsa un cuerpo humano al ser cercenado. Creo que estamos ante un asesinato llevado a cabo con mucha violencia, histeria y alevosía.

_Qué opinás…¿ hombre o mujer?

_ Por las características, mujer; por la fuerza para llevarlo a cabo, hombre.

_Bueno amigo, ahora sí que estoy desconcertado.

_Sí, no creo que sea fácil descifrarlo.

_¿A qué hora crees que sucedió todo?

_En cuanto al cronotanotodiagnóstico, si tengo en cuenta el examen efectuado por el médico criminalístico que llegó al lugar a las 15.30 hs., donde consta una temperatura rectal de 31 grados y ambiental de 20 grados, y la semiología cadavérica realizada durante la necropsia a las 19.40 hs., estimo que la muerte se produjo alrededor de las 04.30 hs. del día de hoy. A vos, ¿a qué hora te llamó?

_ Aproximadamente a las 22 hs., a unas seis horas aproximadamente antes de que lo mataran según tu conclusión.

_ Sí, así lo creo, y algo más voy a revelarte, y esto sí que es sumamente secreto, te voy a dejar una yapita sumamente importante. Dentro de la boca, en la parte superior del paladar encontré un papel pequeño, doblado en cuatro que decía: “Dios dio su veredicto”, y debajo de esta leyenda estaba el dibujo de una cruz del culto católico. Papel que por supuesto está ya en el expediente.

_Ahora sí me voy…jajajaj, ¡te quedaste mudo!

_La verdad que sí. Ya estoy sintiendo la adrenalina recorriéndome. ¡Me sale el Policía de adentro caramba!

_¡Qué tiempos aquellos amigo!, ¡qué tiempos!

Se saludaron con un fuerte abrazo de compañeros entrañables. Mientras lo veía alejarse recordó cuando lo vio por primera vez, recién recibido, habiendo vivido siempre en un pequeño pueblo y luego solo en la ciudad para estudiar medicina. En su época de estudiante tuvo una vida de miserias pues no tenía quien se ocupara de él. Pero con capacidad, coraje y valentía logró su objetivo de ser médico forense. Desde el momento que se vieron comenzaron a ser amigos, luego, y hasta ahora, eran como hermanos, pues así se consideraban ambos.


TRES

“Dios dio su veredicto”…¿qué significaba esa amenaza ante la realidad de una muerte? Parecía una expresión de venganza, ¿estaba escrito a máquina el mensaje o manuscrito; tendría letra de hombre, de mujer? No lo pensó más, llamó a su amigo y preguntó. Este sólo le contestó: “manuscrito…hombre”.

Su propia impaciencia le molestaba. Era un ovillo demasiado apretado y no le encontraba la punta. Decidió ir a su casa a bosquejar algunas ideas. Cuando llegó revisó el buzón, y encontró un sobre abultado. Lo abrió ansioso, en su interior había una agenda de cuero ya ajada por el uso.

La abrió y en su primera página decía Bill Fournet. Los pensamientos comenzaron a saltar enloquecidos dentro de su cabeza que nada entendía. Las páginas tenían nombres, citas, direcciones, números telefónicos, todo normal, común…pero algo debía tener _se dijo_ por algo se la había mandado, tenía que encontrar algún mensaje, alguna insinuación.

Decidió poner la mente en blanco y comenzar de nuevo. Así lo hizo previo servirse un exquisito y humeante té de canela y miel que siempre saboreaba. Era ya muy tarde cuando el cansancio lo venció. Cerró la agenda y con ella aún en sus manos entornó los ojos y pensó: ¿qué mensaje me mandó?, ¿qué tiene ésta de diferente al resto? Ya casi el sueño lo había invadido cuando saltó de la cama. Se irguió y tomándola nuevamente entre sus manos dijo: ¡ya está!...¡es esto!...¿cómo no me di cuenta antes?, ¡la tuve horas en mis manos y no noté ese gran detalle!, ¿estaré sin reacciones para detectar la evidencias?

Sin importarle la hora llamó al Comisario y le pidió una entrevista urgente. Le dijo que estaba relacionado con el asesinato de Fournet y se la concedió inmediatamente. Ya con él le explicó, agenda en mano, cómo había llegado a él sin saber aún por qué y qué era lo que había descubierto. Luego de un largo y profundo silencio, el Comisario le dijo que coincidía en cuanto a lo que había descubierto. Agregó que su opinión era que se la había mandado por conocer su prestigio de cuando era detective policial en actividad, cosa que estaba corroborando con la conclusión a la que había llegado. Se levantó satisfecho para retirarse cuando el Comisario, serio y circunspecto le preguntó si no quería ayudarlo en el caso. Sus ojos se iluminaron, su corazón corcoveó y sólo asintió con un leve gesto de cabeza.

_Bien, mañana lo espero a las 7 hs.¿puede?

_Acá estaré.

Durmió poco. A las cinco de la mañana se levantó, bañó y mientras desayunaba su mente hacía una sinopsis de todo lo vivido. El mensaje relacionado con la fe y ornado con una cruz le dio la pista de un asesino fanático-religioso. Generalmente eran asesinos psicóticos que durante un episodio de delirio pueden ser instruídos a cometer asesinatos por las voces de sus alucinaciones. En realidad le constaba que terminaban en instituciones psiquiátricas o cometiendo suicidio, como en esta oportunidad.

El “ello” del sociópata no es contenido y racionaliza sus actos tomándolos como venganza de lo que le hicieron sus víctimas en algún momento de su vida. Él también sabía que sus métodos para matar eran menos sofisticados, ya que se descontrolan fácilmente.

Su perfil psicológico, por su estructura perversa, es generalmente, de un individuo mentiroso, embaucador, timador, irritable, desafiante, egocéntrico, narcisista y que ante cualquier obstáculo insuperable recurre sin grandes sentimientos de culpa, al asesinato. Con todos estos elementos partió para la División, se lo compartiría al Comisario, y si éste los conocía, cosa que daba por sentado, intercambiarían conceptos y opiniones.


CUATRO

El escritorio del Comisario estaba atestado de papeles prolijamente desparramados. Al verlo lo invitó a ocupar una silla ya ubicada cerca del mismo y le fue mostrando el contenido de los informes. Los miraba detenidamente hasta que uno llamó su atención. Lo levantó para leerlo más detenidamente. El Comisario notó lo que estaba leyendo y le dijo_ Sí, creo que debemos comenzar por ahí. Me costó muchísimo que el Titular del S.I.DE (Servicio de Inteligencia del Estado) me enviara los informes del occiso, se negaba sistemáticamente a mis peticiones. Tuve que recurrir al Jefe máximo y entonces sí no tuvo más remedio que dármelo. Y me parece muy importante lo que en él se lee, ¿no le parece?

Era un informe de la Diócesis Católica del Gran Buenos Aires. Una pista que debía ser investigada enseguida. _Yo me encargo dijo. Y ante la aceptación partió hacia su objetivo, hablar con el Cura Párraco de la Iglesia de Alcaldea, un pueblo ubicado a la salida de la Capital Federal.

Le llevó varios horas llegar, cuando lo hizo el Cura aún no había terminado la ceremonia de la misa así que se sentó en el último banco de la Iglesia y mientras el sacerdote hablaba, él observaba detenidamente todo. Nada extraño notó, sólo que algunos feligreses lo miraban de soslayo, cosa lógica pues nunca lo habían visto por ahí. Cuando la ceremonia hubo terminado se acercó al sacerdote y le pidió hablar con él. Éste lo hizo pasar a la Sacristía y mientras cambiaba su atuendo, muy cortésmente se puso a su disposición. Le preguntó si algo le decía el nombre de Bill Fournet a lo que el sacerdote lo miró extrañado y le dijo que en absoluto, que jamás había escuchado ese nombre.

Quedó un rato en silencio, luego le explicó que había sido asesinado, y que en los registros del S.I.D.E. figuraba como sacerdote de esa diócesis y de esa Parroquia. Dicho esto sacó una foto de su agenda y se la mostró. Ahora el rostro del sacerdote palideció_¡Dios bendito! dijo, y se persignó, _¡Pero si es el Padre Bautista Martínez!, claro que lo conozco, fue sacerdote en esta Iglesia hasta que lo excomulgaron_.

_¿Lo excomulgaron?...¿Cuál fue la causa Padre, y cuanto hace de esto?

_Perdone Señor, yo no estoy autorizado a contar nada, deberá ir usted a la Catedral de la Diócesis y ahí el Obispo seguro le contará del caso. No se preocupe, le doy la dirección y mientras usted va yo lo llamo para que lo atienda enseguida, creo que es un caso que no admite dilación. Rogaré por el alma de Bautista, espero que Dios ya lo tenga a su lado.

Con la dirección en la mano partió para la Catedral donde, tal cual le dijera el Cura Párroco, ya lo estaban esperando. Lo hicieron pasar y sin demoras el Obispo lo recibió y escuchó atentamente todo lo que tenía para contarle, que en realidad no era mucho, pero no fue interrumpido en ningún momento. Cuando terminó le explicó que para poder resolver la causa necesitaba todos los datos posibles de la vida anterior del occiso. El Obispo asintió con la cabeza y comenzó a decir:

 _Bautista llegó al Seminario sin mucha convicción de hacerlo, pero provenía de una familia muy católica y adinerada que anhelaba un sacerdote en la familia. Creo que entró más que nada para darles el gusto a ellos y pensando que en poco tiempo saldría y volvería a su vida anterior, no muy clara por cierto. Según sus familiares todo le gustaba, juego, licores, mujeres. Pero el tiempo fue pasando y él quedando en este lugar, y cuando se dio cuenta creo que ya era sacerdote. Fue un buen sacerdote, aunque sus arengas estaban siempre cargadas con tanta adrenalina y pasión que creaba rencores y admiraciones en la misma medida.

"Y así siguió hasta que una llamada anónima me alertó de que en las noches llevaba a una mujer a su claustro siendo ya sacerdote de la Iglesia de Alcaldea. La llamada daba detalles, horarios, días, evidentemente lo habían estado observando. Yo no le hice caso en un principio, pues pensé que se trataba de alguna persona que no estaba de acuerdo con él y quería dañar su imagen, y no recuerdo ahora qué fue lo que me demoró en ir a hablar con él cuando me llegó una misiva anónima donde me volvía a reiterar lo dicho pero ahora agregaba que de no hacerle caso, iría a los medios. Y usted sabe mejor que nadie que ya estamos bastante bastardeados como para tener un escándalo nuevo, así que esa noche_ que justo coincidía con la nota como noche de encuentro_ quedé esperando hasta que vi entrar a una mujer, le di el tiempo necesario y cuando creí conveniente hacerlo entré sigilosamente hasta su aposento, pues yo tenía la llave de todo, y los encontré teniendo relaciones sexuales. Pero ahí no terminó todo. Detrás de mí y sin que me diera cuenta por supuesto,_fue un descuido que aún hoy no termino de entender_ entró el marido de la señora que estaba con él, y ahí no más, a los pies de la cama y con todos nosotros como testigos, se pegó un tiro en la boca. Creo que usted, ahora, se dará cuenta y entenderá el por qué de la expulsión. Sabemos que al irse optó por utilizar otro nombre, pero nunca más, hasta hoy, supimos de él. Hace de todo esto exactamente cuarenta y siete años."

_ Su aporte ha sido invalorable Excelencia, me ha dejado impactado pues imagino las consecuencias de este acontecimiento en un pueblo pequeño. Ahora nos toca trabajar en el caso. Pero antes de irme quiero preguntarle, y no por indiscreción, ¿podría usted decirme el nombre de la señora?

_Sí, ella se llamaba Margarita Noel.

_Muchísimas gracias. Ha sido usted muy amable.

Con todos los datos volvió a la Dependencia donde se los comunicó al Comisario. Éste llamó a sus investigadores, les dio las instrucciones del caso y luego lo invitó con un café que aceptó gustoso. Hablaron específicamente de lo que le había contado el Obispo y de las características del crímen. Ambos coincidían en que era un asesinato perverso con un perfil psicótico de alto contenido destructivo. Coincidía en mucho con los crímenes mafiosos por sus características.


CINCO

Lo despertó la luz del sol sobre su cara. Se levantó raudo, desayunó y en media hora más fue al Banco y ya estaba en la Dependencia. Cuando llegó era muy grande el alboroto. No entendía qué sucedía. Caminó directo al Despacho Mayor, pero al ver una reunión de la alta esfera de la Policía detuvo sus pasos y se sentó a esperar a que la reunión terminara. Cuando el Jefe lo vio lo llamó inmediatamente, habían sido compañeros de tareas de campo y le tenía un gran respeto por su trayectoria y personalidad. Al entrar todos se pusieron de pie para saludarlo y él fue estrechando las manos que se le extendían, luego se sentó y comenzó a escuchar las opiniones de los presentes.

El Jefe estaba diciendo que “siempre que se comete un delito ocurre un intercambio de evidencias entre el sospechoso, la víctima y la escena del crimen”, por lo tanto, ahora que tenían los resultados de los hisopados sólo le restaba esperar los resultados del ADN que se estaba realizando con el semen y con el vello púbico. Todos sabemos _seguía diciendo_ que en los delitos sexuales este fluido corporal es elemento de identificación humana. También vamos a poder eliminar sospechosos no bien tengamos los resultados, además el Doctor identificó positivamente al vello como púbico pues nos explicó que los pelos de las cejas, párpados, naríz y oreja son más gruesos que los cabellos del cráneo, pero mucho más cortos y terminan en punta bien marcada, en tanto que en los pelos de las axilas y regiones púbicas se observa mayor longitud y desigualdad con canales medulares visibles de forma excéntrica en un corte practicado transversalmente, teniendo el pelo de esta región tendencia a rizarse, por lo tanto no hay la menor duda de que era un vello de la zona púbica.Tampoco debemos olvidar un elemento sumamente significativo, todas las cruces dibujadas en la agenda como señaladoras de nombres, eso habla de una esquizofrenia aguda.

Luego de unas horas de estar con el Comisario releyendo el caso, entró Martín, laboratorista de la unidad, con la noticia de que no se había encontrado ninguna similitud con nadie que figurara en el ACIS, por lo tanto el presunto asesino no tenía antecedentes en ninguna unidad carcelaria del país. La cosa se estaba complicando cada vez más. Se le dio la orden que consultara con el banco de datos de los empleados públicos en primer lugar, luego el de otras reparticiones importantes a los efectos de ir descartando nombres, y que también lo hiciera con todo el personal policial. Ya habían pasado dos días del hecho y las esperanzas comenzaban a decaer, todo buen detective sabe que más horas pasan, más lejanas están las posibilidades de encontrar al asesino. Muchas veces, pasados varios días se encuentra porque la suerte ha hecho su trabajo, y nada más que por eso. Las huellas se van borrando, los testigos van teniendo miedo, el asesino va haciéndose fuerte.

Estaban hablando de esto cuando entra el laboratorista de turno y pide hablar a solas con el Comisario. Éste dice que hable con tranquilidad que se hacía responsable por los presentes. Entonces habló: _Estuve controlando el ADN que tenía el cuerpo del occiso con la central de los empleado públicos en primer lugar, y a pesar de no haber coincidencia absoluta, hay un detalle que usted debe saber urgente. El ADN del semen concuerda en un 75 % con el de un empleado policial, esto es sumamente significativo, ya que es muy alto el porcentaje. El Comisario se sentó y con voz que quería ser calma y queda le preguntó de quién estaba hablando. _Del Doctor Alev dijo casi con pudor.

Sentí un golpe dentro de mi cabeza, ¿de Alev?, ¿cómo de Alev?, ¿qué estaba pasando acá, o qué había pasado? El Comisario me miró con una mirada tan fría e inexpresiva que hizo acelerar mis neuronas. No podían pensar más deprisa. Levantó el tubo del teléfono y sólo dijo _Doctor, lo espero en mi Despacho, ¡ya! Luego de esto me miró y sin que nada dijera entendí. Lo saludé diciéndole que quedaba a su disposición y que estaría en mi casa por si algo necesitaba. Todo el recorrido de vuelta lo hice mecánicamente pues mis pasos caminaban el camino habitual mientras que mi mente no dejaba de pensar qué era lo que estaba ocurriendo.


SEIS

Al día siguiente, antes de ir llamé a la Comisaría, pero al decirme que el Comisario estaba en tareas investigativas de campo sólo dejé dicho que me llamara si algo necesitaba.

Las horas estaban pasando demasiado lentas, no quería salir por si me llamaba, daba vueltas dentro de la casa como queriendo encontrar algo. Por supuesto que no llamé a mi amigo, era muy compleja la situación para hablarle, pero descartaba de plano su participación en algo fuera de la ley. Lo conocía desde su inicio en el trabajo, supe de su gran sacrificio y casi juntos hicimos toda la carrera, cada cual en su especialidad, pero jamás había visto o me había enterado que hiciera algo en contra de la ley, es por eso que esto no lo podía entender. Sólo una idea se le cruzó por la cabeza, pero la descartó automáticamente. Entonces le mandó un mensaje diciéndole…”acá estoy por si algo necesitás”.

Eran las diez de la noche y aún no sabía nada, esto lo ponía demasiado nervioso. Luego de pensar un rato decidió que llamaría al Comisario. Cuando estaba por hacerlo el timbre de su puerta sonó insistente. Casi corrió a mirar por la mirilla y ahí, parado frente a él, su amigo estaba esperando que abriera. Lo hizo rápidamente y ambos quedaron parados frente a frente. El Doctor lo miró a los ojos y le dijo:_¿Tenés tiempo de escuchar una larga historia?

Fueron al living y mientras le preparaba un café comenzó a decir:_ Hubo algo en mi pasado que nunca te conté. Es una triste y penosa historia que siempre quise ocultar pero ahora me ha golpeado en pleno rostro. Ya nada tengo para esconder, y vengo a contarte amigo el calvario que he tenido que soportar toda mi vida.

_Te escucho amigo, hablá tranquilo y descargá tu alma.

_Hace muchos años mi madre se enamoró del cura del pueblo y mi padre se enteró. Una noche cuando ella fue a su encuentro mi padre la siguió y los encontró juntos, al corroborar sus sospechas y no poder manejar su intensa desilusión, dolor y rabia se pegó un tiro delante de ellos. Como supondrás ahí comenzó el calvario de mi vida, yo tenía entonces 17 años, estaba en el último curso de la Escuela Media. La vergüenza, el dolor y la marginación formaron parte de mi vida. Me llevó mi abuela, luego una tía, hasta que gracias a Dios terminé quinto año y me vine a la ciudad dejando allá toda la vergüenza que no podía sacarme de encima, es por eso que me olvidé de toda mi familia, de todos, pues ellos de una u otra manera hicieron de mi vida un infierno el tiempo que estuve ahí.

Reconozco ahora el error que he cometido y me siento responsable de ello. Pero te sigo contando. Vos sabes mejor que nadie lo que a mí me costó llegar y ocupar el lugar donde estoy en estos momentos, nadie me ha regalado nada, mis días fueron de trabajo incesante e incansablemente los vivía sin vivirlos, creo que era la manera que tenía de olvidarme del mundo al enfrascarme en el trabajo, o quizá amigo, era la conciencia que no me daba tregua, porque a mi madre nunca más la volví a ver. Con el tiempo la he perdonado, pues su pecado sólo fue el de amar. La actitud de mi padre fue su decisión. Quizá ella debió haberse separado previamente, pero la vida es esto, y cada uno la vive no siempre como quiere sino siempre como puede.

Hoy me entero de que al que le hice la autopsia era nada más y nada menos que el amante de mi madre y que mi ADN coincidía en un pequeño porcentaje con el del semen de la persona que lo violó, ¿vos te acordarás que desde el primer momento me había dado cuenta de su violación?, bueno, pero lo que no podía entender era de cómo tenía un eje genético positivo con el semen que yo mismo encontré y mandé a analizar en su momento. Mi desconcierto era enorme. Cuando el Comisario me llamó para contar, me quedé helado, no entendía nada. Fue ahí cuando me contó la historia del occiso que creo incluso vos mismo fuiste el que recabaste los datos del mismo. Fue en ese precisamente cuando supe lo que te conté antes… que era el que había sido cuenta el amante de mi madre. Todo se volvió rojo en mi mente y es por eso que le pedí al Comisario que me acompañara hasta Alcaldea para hacer unas averiguaciones que me rondaban la cabeza desde el mismo instante que conocí la identidad el muerto.

Hace sólo unas horas que llegamos, por eso amigo te vengo a contar. Descubrimos al asesino. Lo mató quien hace cuarenta y cinco años lo está buscando, se llama Francisco Martínez. Su mente fue enloqueciendo y lo estaba buscando desesperado en un delirio de venganza sádico-mística. Hizo un trabajo de investigación rigurosísimo, estudió y llegó a trabajar en la S.I.D.E. burlando los estudios psicológicos para su admisión. Fue ahí donde logró ubicarlo pese a que había cambiado de nombre, como te imaginarás que ahí está todo …de todos. Así llegó a él, planeó su terrible muerte, fue violado, mutilado, torturado. Todo ello por venganza, por una venganza que lo fue envenenando cada vez más en todos estos años que lo estuvo buscando.

Francisco Martínez es en realidad Francisco Alev, mi hermano, mi único hermano, aquél que dejé solo cuando tenía diez años por pensar solamente en mí. El odio lo fue carcomiendo y enfermando hasta llegar a este desenlace.

Quiera Dios amigo que algún día pueda mi alma encontrar la paz y el perdón que necesito, mi egoísmo fue tal que no supe mirar para los costados, miré sólo hacia adelante y ahora mi castigo será el de mirar continuamente hacia atrás.

Tomó su saco y sus carpetas. Con paso cansado y aspecto de haber envejecido 20 años en 20 horas, me miró tristemente, poniéndose un dedo sobre los labios me quiso decir que nada dijera, y se fue.

1 Comentario:

Anónimo dijo...

Hola: me llamó la atención que la mayor parte del relato estuviera escrito en 1° persona gramatical y que, aldedor de la sexta parte, de pronto pasara a 3°... me confundió un poco eso... Paco



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

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