Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz
El ser humano tiene capacidad para desarrollar grandes virtudes y también para padecer de grandes defectos y su consecución depende de la óptica que se emplee para ver las acciones emprendidas al respecto.
Uno de esos llamados defectos lo constituye, sin duda, la falta de agradecimiento, la gente desagradecida, el olvidar o no reconocer lo que se ha hecho por nosotros, ya que entendemos por agradecimiento, la acción y efecto de agradecer y esto, a su vez, significa corresponder con gratitud a un favor.
En la especie, es innegable que todos hemos sido víctimas del desagradecimiento de muchas personas a quienes hemos hecho favores, pero aclarando que cuando se hace un favor, éste siempre debe de hacerse por el gusto y sentido de verticalidad y solidaridad hacia la o las personas a quien o quienes va dirigido, sin mezquindades, ni intereses malsanos, así como tampoco con la intención de esperar algo a cambio. Simplemente se hace y se tiene en la conciencia de haberlo hecho por amor al prójimo y nunca jamás por tener la expectativa de recibir recompensa alguna.
Pero la memoria es frágil e infiel y así, se dan casos de olvido o de desconocimiento total de actos o gestas valiosas hacia nuestras personas y las tiramos al olvido, incluyendo las efemérides patrias con las cuales se debería recordar, cuando menos oficialmente, a los héroes que nos dieron patria y libertad.
Al respecto, no estamos seguros si en toda la república, en los tres niveles de gobierno, se realizaron ceremonias cívicas o militares para conmemorar, celebrar o simplemente recordar el natalicio del héroe epónimo de nuestra lucha de Independencia, Don Vicente Guerrero Saldaña, nacido el 9 de agosto de 1783 en Tixtla, siendo una de las alcaldías mayores que se fundaron en el actual estado de Guerrero, sin olvidar que en 1786 los Borbones reemplazaron a los Habsburgo, en el reino de España y en el período de la Ilustración se dieron cambios importantes que incluían a los reinos, gobernaciones y provincias por 12 Intendencias, con el consiguiente cambio en las estructuras políticas y administrativas; así, el actual estado de Guerrero (cuyo nombre se da en honor al consumador de la Independencia, Don Vicente Guerrero), se constituía por el partido de Tlapa, dependiente de la Intendencia de Puebla; los partidos de Chilapa, Taxco, Iguala y Acapulco, a la Intendencia de México, la cual gozaba de una jerarquía mayor; y el territorio restante, que integraba a Zacatula y las poblaciones de Zirándaro, Pungarabato y Cutzamala (ahora de Pinzón), a la Intendencia de Valladolid.
Rapsódicamente recordemos que Don Vicente Guerrero participó activamente en la guerra de Independencia, con el Siervo de la Nación, Don José Ma. Morelos y Pavón; con Iturbide consumó la Independencia, junto con otros no menos importantes insurgentes y posteriormente, después de algunas vicisitudes políticas, ocupó la presidencia de nuestro país.
Es obvio que estando en los umbrales de la conmemoración de los inicios de nuestras gestas históricas importantes como la guerra de Independencia y la Revolución, es de trascendental importancia y de agradecimiento nacional recordar la tan especial efemérides del nacimiento de este prócer, cuya actitud de entrega a las causas de la libertad, con un acendrado patriotismo y un profundo sentido de solidaridad social, sentó los pródromos de nuestra estructura jurídico- política y de la cual seguimos disfrutando en la actualidad.
De ahí que insistamos en que este tipo de acontecimientos deben recordarse y celebrarse, no sólo quedar en los libros muertos de historia, sino formar parte de los eventos susceptibles de celebrar por nosotros y las generaciones por venir.
Sí hubo eventos en algunos municipios y uno en la ciudad del nacimiento del prócer e incluso vino un sub-secretario de Estado en representación del titular del Ejecutivo Federal, solo que debió haber venido éste, dada la especial relevancia que este hecho adquiere en el año del Bicentenario del inicio de su gesta heroica. Al parecer no se ha tomado muy en cuenta al estado de Guerrero en dichas celebraciones, a pesar de las trascendentales aportaciones que su gente ha realizado en todas las gestas en donde está de por medio la libertad y el ejercicio democrático de nuestro quehacer político, como mexicanos. Esto no debe soslayarse, como una demostración mínima de agradecimiento. O usted, bien nacido lector, ¿qué opina?
El ser humano tiene capacidad para desarrollar grandes virtudes y también para padecer de grandes defectos y su consecución depende de la óptica que se emplee para ver las acciones emprendidas al respecto.
Uno de esos llamados defectos lo constituye, sin duda, la falta de agradecimiento, la gente desagradecida, el olvidar o no reconocer lo que se ha hecho por nosotros, ya que entendemos por agradecimiento, la acción y efecto de agradecer y esto, a su vez, significa corresponder con gratitud a un favor.
En la especie, es innegable que todos hemos sido víctimas del desagradecimiento de muchas personas a quienes hemos hecho favores, pero aclarando que cuando se hace un favor, éste siempre debe de hacerse por el gusto y sentido de verticalidad y solidaridad hacia la o las personas a quien o quienes va dirigido, sin mezquindades, ni intereses malsanos, así como tampoco con la intención de esperar algo a cambio. Simplemente se hace y se tiene en la conciencia de haberlo hecho por amor al prójimo y nunca jamás por tener la expectativa de recibir recompensa alguna.
Pero la memoria es frágil e infiel y así, se dan casos de olvido o de desconocimiento total de actos o gestas valiosas hacia nuestras personas y las tiramos al olvido, incluyendo las efemérides patrias con las cuales se debería recordar, cuando menos oficialmente, a los héroes que nos dieron patria y libertad.
Al respecto, no estamos seguros si en toda la república, en los tres niveles de gobierno, se realizaron ceremonias cívicas o militares para conmemorar, celebrar o simplemente recordar el natalicio del héroe epónimo de nuestra lucha de Independencia, Don Vicente Guerrero Saldaña, nacido el 9 de agosto de 1783 en Tixtla, siendo una de las alcaldías mayores que se fundaron en el actual estado de Guerrero, sin olvidar que en 1786 los Borbones reemplazaron a los Habsburgo, en el reino de España y en el período de la Ilustración se dieron cambios importantes que incluían a los reinos, gobernaciones y provincias por 12 Intendencias, con el consiguiente cambio en las estructuras políticas y administrativas; así, el actual estado de Guerrero (cuyo nombre se da en honor al consumador de la Independencia, Don Vicente Guerrero), se constituía por el partido de Tlapa, dependiente de la Intendencia de Puebla; los partidos de Chilapa, Taxco, Iguala y Acapulco, a la Intendencia de México, la cual gozaba de una jerarquía mayor; y el territorio restante, que integraba a Zacatula y las poblaciones de Zirándaro, Pungarabato y Cutzamala (ahora de Pinzón), a la Intendencia de Valladolid.
Rapsódicamente recordemos que Don Vicente Guerrero participó activamente en la guerra de Independencia, con el Siervo de la Nación, Don José Ma. Morelos y Pavón; con Iturbide consumó la Independencia, junto con otros no menos importantes insurgentes y posteriormente, después de algunas vicisitudes políticas, ocupó la presidencia de nuestro país.
Es obvio que estando en los umbrales de la conmemoración de los inicios de nuestras gestas históricas importantes como la guerra de Independencia y la Revolución, es de trascendental importancia y de agradecimiento nacional recordar la tan especial efemérides del nacimiento de este prócer, cuya actitud de entrega a las causas de la libertad, con un acendrado patriotismo y un profundo sentido de solidaridad social, sentó los pródromos de nuestra estructura jurídico- política y de la cual seguimos disfrutando en la actualidad.
De ahí que insistamos en que este tipo de acontecimientos deben recordarse y celebrarse, no sólo quedar en los libros muertos de historia, sino formar parte de los eventos susceptibles de celebrar por nosotros y las generaciones por venir.
Sí hubo eventos en algunos municipios y uno en la ciudad del nacimiento del prócer e incluso vino un sub-secretario de Estado en representación del titular del Ejecutivo Federal, solo que debió haber venido éste, dada la especial relevancia que este hecho adquiere en el año del Bicentenario del inicio de su gesta heroica. Al parecer no se ha tomado muy en cuenta al estado de Guerrero en dichas celebraciones, a pesar de las trascendentales aportaciones que su gente ha realizado en todas las gestas en donde está de por medio la libertad y el ejercicio democrático de nuestro quehacer político, como mexicanos. Esto no debe soslayarse, como una demostración mínima de agradecimiento. O usted, bien nacido lector, ¿qué opina?
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