Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz
El gobernador de Chihuahua propuso algunas reformas ante el Congreso de su estado pidiendo se modifiquen tres artículos de la Ley del Servicio Militar Nacional y dos artículos de la Ley del Sistema de Educación Militar, ello con el objeto de que sean castigados, hasta con dos años de prisión todos aquellos jóvenes chihuahuenses que no trabajen ni estudien en escuelas con reconocimiento oficial y que intenten evadir la Ley del Servicio Militar o sea se refieren a los llamados “ninis”.
Para nadie es desconocido el hecho de la vulnerabilidad en que nos encontramos en todo el país, ante la acción agresiva y mortal de la delincuencia organizada o no.
Los medios nos saturan de información acerca de los secuestros, “levantones”, ejecutados, asaltados con violencia, torturados, asesinados, robados, trata de personas, de armas y de drogas, etc. y su consabida cauda de corrupción y de impunidad, razones por las cuales se entiende, se comprende, se explica, pero no se justifica una medida de esta naturaleza.
En efecto, la experiencia histórica nos enseña que ante situaciones de violencia extrema como la que estamos viviendo, aun cuando solo afecte a las bandas en pugna y las autoridades no las investigan bajo la premisa de que se trata solo de “ajuste de cuentas” entre ellas, (al margen de los “daños colaterales” representados por civiles, adultos, adolescentes y niños que por desgracia se interpusieron entre los proyectiles), la salida a este tipo de violencia se ha pretendido resolver con un contraproducente autoritarismo, entendiendo por ello al carácter o sistema autoritario, y lo autoritario como lo que impone su poder en forma absoluta, se decir, sin discusión alguna.
Esto nos lleva a la consagración de las autocracias y si bien es cierto autocracia y democracia no son sino dos formas de producción jurídica, ya que ambas se manejan en el contexto de la ley, no por ello es menos cierto que el autoritarismo siempre es atentatorio de las garantías individuales consagradas constitucionalmente y ahora los llamados derechos humanos reconocidos internacional- mente.
Al margen de la pretendida bondad de la medida, se antoja como una vuelta a la leva, en las épocas revolucionarias, toda vez que se pretende que los jóvenes prestarían servicios en educación, limpieza de arroyos, calles, mantenimiento de espacios públicos, etc., lo que redundaría en beneficio social, desde luego con un ingreso fijo, así como opciones para continuar con sus estudios.
La idea es –según la iniciativa- “ promover que los jóvenes que actualmente no cursan estudios ni desempeñan alguna actividad laboral, se incorporen de manera voluntaria a un régimen especial de servicio militar remunerado y posteriormente en caso de que deseen optar por la carrera de las armas, se les facilite el ingreso al Sistema Educativo Militar”, lo que evidentemente nos llevaría a un militarismo total y que, con el tiempo, siempre se vuelve dictadura, es decir, una auténtica autocracia. Y nuestra historia patria está llena de eventos de esta naturaleza y, por fortuna, siempre se han resuelto a favor de la democracia.
Sería interesante saber si se solicitó un presupuesto para cubrir los emolumentos de estos conscriptos y si se consideraron las bajas, especialmente por deserción, como sabemos existen en toda organización militar en cualquier parte del mundo.
Desde luego que el inculcar el amor a la Patria y el compromiso social son materias de previo y especial pronunciamiento que deben impartirse desde los primeros grados de estudios de cualquier educando en nuestro país.
Y no olvidemos el contenido del artículo 3º.Constitucional que dice que “La educación que imparta el estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.”
Ello sin perjuicio de que debe ser laica, democrática, nacional, entre otos propósitos nacionalistas y de verdadera formación integral de los educandos.
Es de trascendental importancia, en consecuencia, que esta iniciativa se estudie, se sujete a análisis, se reflexione, y se discuta, para efecto de aportar soluciones al problema que significa el tener siete millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, por lo que no son económicamente activos. O usted, democrático lector, ¿qué opina?
El gobernador de Chihuahua propuso algunas reformas ante el Congreso de su estado pidiendo se modifiquen tres artículos de la Ley del Servicio Militar Nacional y dos artículos de la Ley del Sistema de Educación Militar, ello con el objeto de que sean castigados, hasta con dos años de prisión todos aquellos jóvenes chihuahuenses que no trabajen ni estudien en escuelas con reconocimiento oficial y que intenten evadir la Ley del Servicio Militar o sea se refieren a los llamados “ninis”.
Para nadie es desconocido el hecho de la vulnerabilidad en que nos encontramos en todo el país, ante la acción agresiva y mortal de la delincuencia organizada o no.
Los medios nos saturan de información acerca de los secuestros, “levantones”, ejecutados, asaltados con violencia, torturados, asesinados, robados, trata de personas, de armas y de drogas, etc. y su consabida cauda de corrupción y de impunidad, razones por las cuales se entiende, se comprende, se explica, pero no se justifica una medida de esta naturaleza.
En efecto, la experiencia histórica nos enseña que ante situaciones de violencia extrema como la que estamos viviendo, aun cuando solo afecte a las bandas en pugna y las autoridades no las investigan bajo la premisa de que se trata solo de “ajuste de cuentas” entre ellas, (al margen de los “daños colaterales” representados por civiles, adultos, adolescentes y niños que por desgracia se interpusieron entre los proyectiles), la salida a este tipo de violencia se ha pretendido resolver con un contraproducente autoritarismo, entendiendo por ello al carácter o sistema autoritario, y lo autoritario como lo que impone su poder en forma absoluta, se decir, sin discusión alguna.
Esto nos lleva a la consagración de las autocracias y si bien es cierto autocracia y democracia no son sino dos formas de producción jurídica, ya que ambas se manejan en el contexto de la ley, no por ello es menos cierto que el autoritarismo siempre es atentatorio de las garantías individuales consagradas constitucionalmente y ahora los llamados derechos humanos reconocidos internacional- mente.
Al margen de la pretendida bondad de la medida, se antoja como una vuelta a la leva, en las épocas revolucionarias, toda vez que se pretende que los jóvenes prestarían servicios en educación, limpieza de arroyos, calles, mantenimiento de espacios públicos, etc., lo que redundaría en beneficio social, desde luego con un ingreso fijo, así como opciones para continuar con sus estudios.
La idea es –según la iniciativa- “ promover que los jóvenes que actualmente no cursan estudios ni desempeñan alguna actividad laboral, se incorporen de manera voluntaria a un régimen especial de servicio militar remunerado y posteriormente en caso de que deseen optar por la carrera de las armas, se les facilite el ingreso al Sistema Educativo Militar”, lo que evidentemente nos llevaría a un militarismo total y que, con el tiempo, siempre se vuelve dictadura, es decir, una auténtica autocracia. Y nuestra historia patria está llena de eventos de esta naturaleza y, por fortuna, siempre se han resuelto a favor de la democracia.
Sería interesante saber si se solicitó un presupuesto para cubrir los emolumentos de estos conscriptos y si se consideraron las bajas, especialmente por deserción, como sabemos existen en toda organización militar en cualquier parte del mundo.
Desde luego que el inculcar el amor a la Patria y el compromiso social son materias de previo y especial pronunciamiento que deben impartirse desde los primeros grados de estudios de cualquier educando en nuestro país.
Y no olvidemos el contenido del artículo 3º.Constitucional que dice que “La educación que imparta el estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.”
Ello sin perjuicio de que debe ser laica, democrática, nacional, entre otos propósitos nacionalistas y de verdadera formación integral de los educandos.
Es de trascendental importancia, en consecuencia, que esta iniciativa se estudie, se sujete a análisis, se reflexione, y se discuta, para efecto de aportar soluciones al problema que significa el tener siete millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, por lo que no son económicamente activos. O usted, democrático lector, ¿qué opina?
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