De las especulaciones...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Dentro de algunas de las connotaciones del término especular se encuentra la de hacer cábalas y también, ésta encuentra varios significados y al que nos referimos en este espacio es al que significa: conjetura, suposición.

De esta guisa y como consecuencia de la violencia galopante que estamos viviendo en la actualidad, lo cual produce una desquiciante sensación de inseguridad, un evidente temor, una gran angustia, un desasosiego pertinaz al seno de las familias mexicanas, se han soltado (y no sin razón) una serie de especulaciones acerca de las causas y posibles soluciones para tan ingente y problemático drama.

La evidencia incontrovertible es que cotidianamente nos encontramos con las aciagas noticias proporcionadas por los medios (los cuales aducen la libertad de expresión, así como el que de no publicarse estos excesos, no implica su desaparición), de asesinados, torturados, descuartizados, despellejados, decapitados, así como de desaparecidos, “levantados”, extorsionados, robados, asaltados, secuestrados, amenazados, violados, y ciudadanos vilipendiados, entre otros.

Se deduce, con la mas elemental lógica, como consecuencia de los resultados que las investigaciones han dado, así como las mantas y las cartulinas que dejan en el lugar de estos hechos delictivos y los enfrentamientos con las policías, así como con las fuerzas armadas y con bandas rivales entre sí, que estamos frente a una gravísima, gigantesca y terrible acción de la delincuencia llamada organizada y la no organizada (a río revuelto, ganancia de pescadores), tanto por su poder económico, como por su capacidad de ataque y su violentísima participación, adueñándose de los espacios públicos, haciendo presa del pánico a toda la población, así como disponer de la vida de quien quieran, en la mas total y completa impunidad, en la mayoría de los casos.

Al respecto existen múltiples especulaciones sobre el tema, toda vez que cada que aparecen restos humanos en las calles, se dice que éstos fueron colocados con toda la calma del mundo; en los casos de homicidios, éstos se dan a plena luz del día, de la tarde o de la noche; igual que los secuestros o las extorsiones; y cuando llegan las fuerzas del orden, en su reacción, siempre llegan mucho después de recibir los avisos anónimos, y nunca encuentran a los culpables, a pesar de “ peinar la zona” y cuando los persiguen, curiosamente se les escapan, lo cual implicaría una evidente ineficacia e ineficiencia o una complicidad que les ha permeado produciendo la impunidad por la comisión delictiva.

Todos estamos conscientes de la necesidad de hacer lo suficientemente eficaz para acabar con esta ola (yo diría maremoto o tsunami) delictiva. El resultado es que no existen propuestas serías o nadie quiere encabezar ninguna acción al respecto. Las que había, ya se diluyeron.

Las autoridades responden a la violencia con violencia, aducen la falta de coordinación entre ellas, la falta de recursos para adiestrar a las policías, la falta de capacitación de las mismas y otros; la ciudadanía aduce la necesidad de medidas preventivas como educación, empleo (especialmente para los jóvenes), deportes, civismo, valores familiares y sociales, acabar con la corrupción (que implica complicidad e impunidad).
Sin embargo, al parecer, no todo está perdido.

Hay ya dos propuestas concretas para resolver o tratar de resolver el tema de la inseguridad: Una por parte de la UNAM con 35 puntos que abarcan un resumen de la mayoría que se han ventilado públicamente, para presentarla al Congreso (ya que el presidente los envió con su secretario particular si querían una cita) y la otra por parte de la CONAGO, con diez puntos para atacar los delitos de alto impacto como secuestro, homicidio, extorsión y trata de personas; combatir el lavado de dinero, atacar las finanzas de los delincuentes, y reducir la impunidad en los robos y el tráfico de armas; así como implementar leyes de extinción de dominio en todo el país, la homologación de los delitos y su medición, ataque al narco menudeo con la creación de Centros de Operación Estratégica en todos los estados y fortalecer la prevención y atención de las adicciones a través de los Centros Nueva Vida; crear una base de datos única pare combatir la trata de personas, actualizada por todos los estados; así como una Base Nacional de Datos de Huella Balística, entre otros, para lo cual se requiere de una partida ex profeso en el presupuesto de 2012, que implica a los gobiernos estatales y al Sistema de Seguridad Pública, con el compromiso de informar, sobre sus acciones. Nadie hace nada y lo poco que da resultados a ver si se mejora con estas propuestas. Urgen los resultados positivos. O usted, esperanzado lector, ¿qué opina?