A todas luces resulta obvio, evidente, incontrovertible, inconcuso, vamos, apodíctico que la ciudad, el puerto y la bahía de Acapulco han entrado en una disminución como destino preponderantemente turístico, ante lo cual los tres órdenes de gobierno, así como la iniciativa privada han reaccionado tratando de recuperar al turismo básicamente internacional, habida cuenta que el nacional de alguna manera no ha dejado de visitarnos. Son múltiples y muy variadas las causas de tal disminución y que todo el mundo las sabe, algunas de ellas son la competencia con nuevos polos de atracción turística, la falta de actualización en la infraestructura hotelera, la disminución en la oferta de atractivos, la sobrepoblación que se manifiesta ( entre otros) en el exceso de vendedores ambulantes, así como la falta de políticas públicas eficientes, eficaces y adecuadas tendentes al logro de esta necesaria reactivación, sin perjuicio de la crisis económica mundial que a todos nos afecta.
Ante ello se celebran espectáculos masivos, esporádicos y fugaces que no implican permanencia o constante alguna y también, por fortuna, se han hecho proyectos de gran trascendencia para reposicionarnos igual o mejor -si fuera posible- en las preferencias del turismo, tanto en infraestructura urbana, como en atractivos múltiples, tal es el caso del proyecto de Lomas de Chapultepec que bombeará 500 litros de agua por segundo garantizando el suministro de agua a toda la población; el proyecto del Acabús, con una longitud de 16 kms y 18 estaciones para el traslado de al menos 200 mil pasajeros diarios, con 5 rutas, con una primera etapa de 10 kms. del centro a Ciudad Renacimiento y un costo del pasaje menor al actual; el proyecto del Túnel Diamante para disminuir el tiempo de traslado de Puerto Marqués al centro; y como cerecita del pastel la creación del Consejo Consultivo para el Rescate del Acapulco Tradicional que incluye la recuperación de espacios públicos, mejoramiento de acceso a playas, instalación de aulas digitales, unificación de criterios urbanísticos, una ciclo-vía, una cineteca estatal, un museo marino interactivo, cafeterías y una plaza pública, así como el proyecto de Renovación del Malecón de Acapulco para recuperar 4.1 kms., desde playa Manzanillo a la Papagayo, con la remodelación del pavimento, corredores, iluminación, y cambio de mobiliario urbano y de imagen, entre otros.
Pero todos estos proyectos, tanto gubernamentales como de la iniciativa privada deben necesaria y obligadamente tomar en cuenta, entre otros, el impacto ecológico, las necesidades de la población y la realidad del entorno socio-económico- político que imagino deben ya estar considerados, sin embargo como consecuencia de estas evidentes obras que enriquecerán la prestación de servicios turísticos ya se empezaron a escuchar las voces de protesta de toda esa población que se dedica a prestar algunos de ellos, tal es el caso del muelle “Performance Navegando Contigo” que se construye en la playa Punto Muerto del Revolcadero en Punta Diamante y que ya tiene en plena lucha a vendedores de artesanías, caballerangos, operadores de cuatrimotos, quienes piden apoyo para personas de la tercera edad, becas para sus hijos, empleo temporal para la época de bajo turismo, con el pago de 112 pesos diarios, construcción de un parián para las mujeres y 50 calandrias para trabajar. Aunado a ello, los vendedores ambulantes de Caleta y Caletilla ya protestaron y quieren que se les informe especialmente en dónde quedan ellos incluidos en el proyecto respectivo, lo mismo aducen los operadores de los taxis amarillos, respecto al Acabús, y los marquesanos con un muelle, etc. Y todas estas exigencias no son sino consecuencia del clientelismo político, del paternalismo y la dependencia que el gobierno propició cuando Acapulco estaba en el apogeo de su fama y los atrajo ante la falta de atención y solución a sus problemas en todo el estado y de fuera de él. Ahora hay que ver cómo se solventará este problema donde también hay oportunistas, chantajistas y ventajistas. O usted, expectante lector, ¿qué opina?
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