Del balance...

Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz


Al término de todo ciclo de vida de una situación humana o de cualquier otro tipo, ya sea un matrimonio, un ejercicio profesional, una obra determinada, un partido de tenis, una competencia o cualquier otra, las mas de las veces se hace un balance para saber a ciencia cierta cuáles fueron los puntos positivos y los negativos de tal evento, lo positivo y lo negativo, las ganancias y las pérdidas, lo constructivo y lo destructivo, lo enriquecedor y lo empobrecedor, (en el sentido con mas relevancia para nuestra superación espiritual) para nuestra condición humana y con mas razón, cuando se trata de evaluar todo un ciclo o periodo gubernamental.

Es el caso que nuestro país está en el umbral de un nuevo periodo sexenal de gobierno federal y por todos lados se expresan lindezas de todo jaez en relación con la situación que guarda la cosa pública y como siempre, cada quien habla de la fiesta como le fue en ella

En la especie consideramos que hasta que no se tengan las cifras oficiales que arroje el ejercicio de la entrega-recepción, hasta entonces sabremos y conoceremos de la eficacia y eficiencia con que se condujo la administración saliente.

Sin embargo, ello no es óbice para ya contar con datos de organismos oficiales nacionales e internacionales que sobre diversas áreas de la cosa pública nos dan un acercamiento muy puntual de algunos aspectos que hablan del estado de cosas que privan en nuestro país al término del presente sexenio.

Según la versión oficial propalada ad nauseam en todos los medios de comunicación masiva, los voceros oficiales, recipiendarios de las prebendas que en exceso se dieron en este y en el anterior sexenio, o sea durante la llamada docena trágica, nos hablan de maravillas logradas en materia de empleo, de salud, de economía, de carreteras y, por sobre todas las cosas, del combate a la delincuencia organizada y se les llenan los carrillos cuando dicen que “en el gobierno del presidente de la república” se sentaron las bases del futuro pródigo que espera a la nación y que se opondrán a todo aquello que signifique un retroceso. ¡Cuanto cinismo y desfachatez!

Si bien todos los favorecidos por esos doce años de gobiernos panistas dicen maravillas de sus “gobiernos”, a contrario sensu, mas de la mitad de la población mexicana que se encuentra en condición de pobreza mas aquellos que se encuentran en pobreza extrema, no piensan ni sienten lo mismo, habida cuenta de que en este periodo se acrecentaron los problemas ancestrales de México: la miseria, la ignorancia, la corrupción, la impunidad, el autoritarismo, la desvergüenza, el cinismo, la delincuencia, organizada o no, entre otros, pero como cerecita del pastel, la forma en que se conculcaron los derechos fundamentales y las garantías de los mismos y lo peor, por parte de los miembros corruptos de los organismos gubernamentales .

De ello nos dan cuenta las cifras escandalosas que nos muestran los defensores de los derechos humanos, como Raúl Plascencia, el presidente de la CNDH al sostener que en este sexenio se incrementaron los cateos ilegales, los homicidios violentos, alcanzó cifras increíbles la tortura, la desaparición forzada de personas, el tráfico de personas, la corrupción y la impunidad que se evidencian porque se encarcelaron solo a 26 mil delincuentes, cuando se cometen 18 millones de delitos y solo se denuncian un millón, ochocientos mil, pues 8 de c/ 10 no se denuncian y las quejas son en contra – dijo- del ejército, de la armada, de la policía federal y de la PGR, básicamente. Y recién un detenido apodado La Barbie escribió, admitiendo sus responsabilidades por los delitos cometidos, que también el secretario de Seguridad Pública y varias personas mas, recibieron dinero de los narcos y lo hace por justicia.

La historia juzgará y pondrá en su lugar exacto a los personajes en cuestión. O usted, justiciero lector, ¿Qué opina?