De lo importante...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Los grados de valoración otorgados por los seres humanos son variables y dependen de muchas circunstancias y el contexto en que se producen.

Cada quien, en consecuencia, le da valor o importancia a lo que considera especial, diferente, único o tal vez trascendental. En la especie, nos encontramos con asuntos que requieren de nuestra consideración muy especial y de los cuales depende nuestra valoración de las cosas pasadas, de las que disponemos en la actualidad y de las cosas por venir.

En este orden de ideas, me parece muy importante hacer dos comentarios de previo y especial pronunciamiento y una reflexión.

El primero es que un día como mañana, 21 de Marzo, pero de 1808 nació un mexicano excepcional, de una altura inconmensurable, un verdadero prócer de nuestra Patria, quien amó entrañablemente a México y lo demostró con creces, quien arriesgó la vida, sus bienes, su tranquilidad, su familia, su libertad, todo ello en aras de darle a nuestra nación, una senda de paz y libertad, de concordia y de bienestar, de trabajo y de prosperidad, dentro del marco indefectible de la Ley y del Derecho.

Obviamente que mas que ahora, las fuerzas que detentaban el poder, los factores reales de poder (al decir de La Salle), se oponían (y lo siguen haciendo) a permitir que las masas de desposeídos salieran de su miseria ancestral,

Pero lo trascendental, lo verdaderamente importante es que un individuo quien nació en los márgenes de la pobreza económica, que trabajó en niveles de servidumbre, que se empezó a formar en lo único que en su tiempo había para los de su clase, o sea el seminario (el cual después abandonó, a pesar de haber demostrado siempre ser un verdadero creyente de su religión), que estudió una carrera, la de Leyes y que incursionó en los grandes niveles del poder en la magistratura y después en la presidencia de la República.

Y su grandeza, lo importante de su vida fue haber pasado por los puestos de mayor relevancia en el poder público, sin haberse manchado las manos con el hurto, el fraude, el oportunismo que éstos propician en quienes no tienen la estatura moral de nuestro personaje. Sí, acertó, visionario lector, estamos hablando de Don Benito Juárez García, el prócer que llevó a defender las causas de los mas necesitados de nuestra Patria, y por ello se echó encima la enemistad, el odio, el rencor y la venganza ( que aún subsisten), de entonces y de ahora, de aquellas clases favorecidas por el poder y que no han querido dejar sus privilegios, por eso no lo perdonan el clero, los magnates, y quienes son factores reales de poder.

Gracias a una pléyade de mexicanos honestos, preclaros, comprometidos en contra de los fanatismos y a favor de las libertades, se lograron las excelentes Leyes de Reforma, la Constitución liberal de 1857y, sobre todo, la separación de la Iglesia y el Estado para que cada quien ejerza su función sin entrometerse en el área de la función del otro.

Entonces no entendemos porqué si mañana es el 21 de Marzo (también el inicio de la Primavera) hacen que se pierda la efeméride con el invento de los fines de semana largos y este tomó el 17 y no el 21. ¡ Me doy!

Sin perjuicio de lo anterior, un día como antier, martes 18 de Marzo, pero de 1938, se llevó al cabo la Expropiación Petrolera (por parte de Lázaro Cárdenas) de las manos de las compañías extranjeras que explotaban el crudo, con su exclusivo aprovechamiento. Pero ahora, con la diarrea legislativa que padeció nuestro Congreso en Diciembre pasado, se dieron reformas constitucionales que volvieron a entregar nuestros recursos energéticos a las manos extranjeras bajo la falacia de que es para nuestro bienestar y desarrollo. Ojalá y sea así, de lo contrario entraremos a un mayor retroceso que desvirtúa, por completo, el patriotismo de nuestros próceres auténticos. Pensemos y actuemos por nuestro futuro. Uno halagüeño, no miserable. O usted, visionario lector, ¿qué opina?