De la mujer

0

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Hemos sostenido, de una manera reiterativa, constante y general que uno de los grandes aciertos de la creación es, fue y será, nadie mas y nadie menos que la mujer. Sí, la mujer, en todas sus dimensiones, en todas sus posibilidades, también en todas sus limitaciones, en fin, en una integridad plena.
Obviamente visto esto desde una perspectiva de género, es decir, de hombre, varón, masculino.
En efecto, la mujer, como un ser humano, tiene y goza de una infinidad de elementos que la caracterizan per sé, a diferencia de su contraparte el hombre, y que de una manera natural se complementan ambos para el fin final del desideratum humano, la procreación, en aras de no dar paso a la extinción de la especie y claro, dentro de ello, obviamente que existen una serie infinita de objetivos y metas por alcanzar para tener, ambos géneros, la posibilidad de realizar toda su potencialidad de que sean capaces.y para lo cual fuimos creados.
De esta guisa,en el devenir histórico, la función de vida se ha desenvuelto, de tal manera, que el papel que cada uno de los miembros de ambos géneros ha venido desarrollando se ha caracterizado de una manera específica de tal suerte, que a la mujer se le ha venido canalizando a las labores concretas del cuidado de la progenie y, por ende, a las labores domésticas.
Esto es ancestral, habida cuenta de que la maternidad, el hecho de procrear ha dotado a la mujer de una hiper sensibilidad para encargarse, con amor, con cariño, con un interés protector, de cuidar y proteger al fruto de su relación con el sexo opuesto y esta característica ya genética (aun cuando existen descastadas que abandonan a sus hijos en la vía pública por no ser deseados), la desarrollan las mas de ellas, algunas hasta el grado del sacrificio y la entrega total, en el sumum de la abnegación (pero no todas). Esto explica su proclividad a buscar siempre la seguridad y la protección donde y con quien la encuentren.
De ahí que este papel que ha venido desarrollando la mujer en la sociedad, se ha venido desvirtuando en los años recientes, habida cuenta de que ya está participando en el mercado laboral, de una manera mas efectiva, y completa, toda vez que por un lado a su pareja ya no le alcanza el numerario que percibe por su trabajo para cubrir las necesidades familiares y por el otro el hecho del aumento de las madres solteras que las obliga a salir del claustro hogareño, para competir con los varones en actividades que antes eran impensables para que ellas las desarrollaran.
De esta suerte nos encontramos con el hecho de que el día 8 retropróximo se celebró, en muchísimos países del mundo, con bombo y platillo el Día Internacional de la Mujer. Hubo conferencias, cursos, pláticas, symposia, ceremonias, desfiles y todo lo imaginable, así como el recuento de la génesis de esta celebración y de todos los movimientos feministas de los últimos tiempos y qué bueno, sin embargo, a pesar de la difusión de la efeméride, tácticamente hablando su impacto real en la convivencia cotidiana es nulo, toda vez que pasado el evento ya nadie se acuerda y todo sigue igual, es decir, una actitud machista, ventajista, auspiciada no solo por los varones sino desde el mismo entorno familiar en donde las madres le dan prioridad a sus vástagos varones para ser atendidas sus necesidades por las hermanas y demás féminas de la familia.
En nuestra opinión es ahí, en el seno familiar y en el área educativa en donde deberíamos de poner el acento y crear una cultura de respeto mutuo, de solidaridad y no de discriminación, de paridad de género y no de superioridad , de apertura y no de cerrazón. Debemos de acabar con atavismos como en los aparentes inocentes juegos infantiles, entre niños, por ejemplo, que en las competencias se acicatan con expresiones como ¡vieja el último! o ¡ya, pareces vieja! Y lindezas por el estilo. Debemos, pues, hacer del respeto a la condición femenina, una práctica cotidiana, permanente y consciente, para que la mujer se integre al nivel que le corresponde en una sociedad igualitaria y democrática. O usted, ecuánime lector, ¿qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



Periplos en Red

Grab this Headline Animator

 
Ir Abajo Ir Arriba