Por Rodrigo Juárez Ortiz
Se dice que un pesimista es un optimista informado. La verdad del aserto depende de múltiples factores totalmente ajenos a nuestra posibilidad de abarcarlos a todos. Sin embargo, no deja de tener tintes de veracidad si observamos nuestro entorno y nos percatamos de las condiciones en que nuestra vida se desenvuelve, tanto para vivirla plenamente como para irla pasando, como decimos coloquialmente.
Es el caso que a pesar de nuestro optimismo permanente y alimentado por la esperanza de cambios trascendentales y básicos.en todo nuestro entorno, la cruda realidad se nos viene encima y nos deja en estado de completa indefensión frente a las realidades concretas manifestadas de diversas formas en todos los ámbitos de nuestra vida.
Es bien sabido que la realidad es lo real, lo verdadero, lo efectivo o que tiene valor práctico, lo que ocurre verdaderamente y, en la especie, esa realidad en la que nos desenvolvemos no tiene ningún tinte de optimismo si observamos los elementos que la componen. México es un país en donde tienen realidad múltiples climas( calor, frío, humedad, lluvias ), diferentes tipos de zonas naturales ( costas, desiertos, selvas, montañas, planicies), recursos naturales de todo tipo (hidrocarburos, minerales,agua, tierras fértiles), es decir, tenemos un país rico en recursos y nuestro principal y mas rico recurso es el humano, integrado por personas de una gran sensibilidad, de una increíble capacidad de trabajo y proclives al optimismo, a no perder la esperanza de tener una nación próspera, participativa, democrática y plural, en donde la aspiración suprema es tener y gozar de justicia, así como de una mejor y mayor distribución de la riqueza, generada ésta por la conjunción que debe ser equilibrada entre el capital y el trabajo.
Pero es el caso que esta aspiración, este optimismo se ven frustrados por la realidad que imponen aquellos seres desprovistos de toda solidadaridad social y solo piensan en la utilidad económica y el poder político al precio que sea y sin importarles un comino el pasar sobre los seres humanos y arrasar con todo en aras de obtener ganacias pecuniarias, actitud impuesta por los grandes consorcios económicos con la divisa de un Nuevo Orden Mundial. Pero la realidad se nos presenta de una manera dramática y extrema en su depauperación, tal es el caso de las leyes reglamentarias de la Constitución que últimamente se están generando en el Congreso pero se dice que faltando a los requisitos reglmentarios del mismo en donde con una rapidez inusual se aprueban los dictámenes sin discusión, sin debate y desechando las reservas de los partidos de izquierda con lo cual se tiene preparada una aparobación mayoritaria en un tema de interés trascendental para los mexicanos como es el de los energéticos, que ahora se pondrán en manos del capital privado, extranjero y nacional, así como los recursos mineros y todo con el pretexto de crear empleos, mayores inversiones y hacernos mas competitivos, a costa de la entrega de nuestros recursos no renovables y sin cuidar el impacto ambiental que va a ser brutal.
La realidad es que las autoridades nos dan versiones, siempre optimistas, del status que guarda la cosa pública y que, lamentablemente, no coinciden con lo que se observa en un franco contraste. Ya sea hablando de seguridad pública, del temor que impone la ola delincuencial, del aumento rampante de robos de vehículos con violencia, de homicidios, etc., y cuando se nos dice que todo está bien, bajo control, y se sueltan las declaraciones optimistas de parte de las autoridades, viene el contraste de las manifestaciones tumultuarias de gente inconforme, necesitada, exigiendo solución a sus problemas del orden de srevicios públicos, como el agua (los que llevan meses sin ella) la serguridad, y otros tantos de todos conocidos. No hay, pues, congruencia entre lo declarado por las autoridades y la realidad que vivimos en nuestro entorno, lo que hace mas difícil, cada vez, el mantener el optimismo en ver las esperanzas por cumplir o realizadas con el concurso de gobernantes y gobernados. A pesar de todo, no debemos perder el optimismo. Nuestro voto nos dará a los gobernantes que elijamos. O usted, optimista lector, ¿qué opina?
Se dice que un pesimista es un optimista informado. La verdad del aserto depende de múltiples factores totalmente ajenos a nuestra posibilidad de abarcarlos a todos. Sin embargo, no deja de tener tintes de veracidad si observamos nuestro entorno y nos percatamos de las condiciones en que nuestra vida se desenvuelve, tanto para vivirla plenamente como para irla pasando, como decimos coloquialmente.
Es el caso que a pesar de nuestro optimismo permanente y alimentado por la esperanza de cambios trascendentales y básicos.en todo nuestro entorno, la cruda realidad se nos viene encima y nos deja en estado de completa indefensión frente a las realidades concretas manifestadas de diversas formas en todos los ámbitos de nuestra vida.
Es bien sabido que la realidad es lo real, lo verdadero, lo efectivo o que tiene valor práctico, lo que ocurre verdaderamente y, en la especie, esa realidad en la que nos desenvolvemos no tiene ningún tinte de optimismo si observamos los elementos que la componen. México es un país en donde tienen realidad múltiples climas( calor, frío, humedad, lluvias ), diferentes tipos de zonas naturales ( costas, desiertos, selvas, montañas, planicies), recursos naturales de todo tipo (hidrocarburos, minerales,agua, tierras fértiles), es decir, tenemos un país rico en recursos y nuestro principal y mas rico recurso es el humano, integrado por personas de una gran sensibilidad, de una increíble capacidad de trabajo y proclives al optimismo, a no perder la esperanza de tener una nación próspera, participativa, democrática y plural, en donde la aspiración suprema es tener y gozar de justicia, así como de una mejor y mayor distribución de la riqueza, generada ésta por la conjunción que debe ser equilibrada entre el capital y el trabajo.
Pero es el caso que esta aspiración, este optimismo se ven frustrados por la realidad que imponen aquellos seres desprovistos de toda solidadaridad social y solo piensan en la utilidad económica y el poder político al precio que sea y sin importarles un comino el pasar sobre los seres humanos y arrasar con todo en aras de obtener ganacias pecuniarias, actitud impuesta por los grandes consorcios económicos con la divisa de un Nuevo Orden Mundial. Pero la realidad se nos presenta de una manera dramática y extrema en su depauperación, tal es el caso de las leyes reglamentarias de la Constitución que últimamente se están generando en el Congreso pero se dice que faltando a los requisitos reglmentarios del mismo en donde con una rapidez inusual se aprueban los dictámenes sin discusión, sin debate y desechando las reservas de los partidos de izquierda con lo cual se tiene preparada una aparobación mayoritaria en un tema de interés trascendental para los mexicanos como es el de los energéticos, que ahora se pondrán en manos del capital privado, extranjero y nacional, así como los recursos mineros y todo con el pretexto de crear empleos, mayores inversiones y hacernos mas competitivos, a costa de la entrega de nuestros recursos no renovables y sin cuidar el impacto ambiental que va a ser brutal.
La realidad es que las autoridades nos dan versiones, siempre optimistas, del status que guarda la cosa pública y que, lamentablemente, no coinciden con lo que se observa en un franco contraste. Ya sea hablando de seguridad pública, del temor que impone la ola delincuencial, del aumento rampante de robos de vehículos con violencia, de homicidios, etc., y cuando se nos dice que todo está bien, bajo control, y se sueltan las declaraciones optimistas de parte de las autoridades, viene el contraste de las manifestaciones tumultuarias de gente inconforme, necesitada, exigiendo solución a sus problemas del orden de srevicios públicos, como el agua (los que llevan meses sin ella) la serguridad, y otros tantos de todos conocidos. No hay, pues, congruencia entre lo declarado por las autoridades y la realidad que vivimos en nuestro entorno, lo que hace mas difícil, cada vez, el mantener el optimismo en ver las esperanzas por cumplir o realizadas con el concurso de gobernantes y gobernados. A pesar de todo, no debemos perder el optimismo. Nuestro voto nos dará a los gobernantes que elijamos. O usted, optimista lector, ¿qué opina?
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
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