De los valores...

0

Por Rodrigo Juárez Ortiz


El término valor, casi sin excepción es común relacionarlo por un lado con lo que “vale” material y económicamente una cosa y por otro lado se habla de la valentía o arrojo que tiene una persona frente a un estímulo que pudiera perjudicarle de alguna manera, sin embargo el término valor tiene múltiples acepciones sin perjuicio de que gnoseológicamente hablando existe toda una rama de la filosofía, o sea una ciencia filosófica que se encarga del estudio de los valores o sea la axiología, del griego axios (valor) y logos ( tratado o estudio) y en esa perspectiva, se entiende al valor, axiológicamente considerado como lo que una determinada moral establece como ideal o norma, dicho grosso modo.

De esta suerte y ya dentro del terreno axiológico, encontramos muchas concepciones de lo que el valor o los valores sean y así, al margen de ellas que implican corrientes filosóficas como las subjetivistas o las objetivistas, en ese afán humano de escudriñar hasta las últimas consecuencias para dar el concepto de las mismas, nos encontramos con problemas, en su momento verdaderas aporías, como por ejemplo, en torno a la definición del valor, así como cuáles son las características de los valores, su naturaleza, la distinción existente entre los valores y los bienes, y una parte que al respecto nos parece de trascendental importancia es lo que se llama la “crisis de valores ”. No olvidemos que también en los valores existen sus contrapartes y así tenemos que existen los disvalores, también llamados valores negativos o contra valores

Y ya en esta tesitura, aceptando el concepto de valores sociales, al margen de los valores personales, y sin entrar en discusión sobre su validez universal o no, pero con un contenido histórico, cuando menos en la cultura occidental,en donde abrevamos nuestra forma de pensar, sentir y querer, encontramos como tales los valores de la paz, de la justicia, de la libertad ( entendiendo que no hay mas libertad que la libertad jurídica), de la tolerancia, así como aquellos cuya consecución nos lleva a la superación individual y a los logros que como humanos y en sociedad podemos alcanzar, v.gr.: la honradez, la verdad y todas las susceptibles de que usted pueda aportar.

Resulta obvio, entonces, que ante la aceptación de la existencia de los valores repito, axiológicamente considerados, lo importante es aplicarlos, aterrizarlos, hacerlos efectivos tanto en nuestra conducta personal, como en la colectiva o social, solo que al respecto existe un tremendo, enorme, casi insalvable problema que es precisamente ése, el realizarlos fácticamente, el aplicarlos y en considerarlos con la relevancia trascendental que tienen, para lograr una mejor y mayor calidad de vida, de nuestra vida.

Todo ello viene a colación porque ( lo hemos y se ha dicho muchas veces) actualmente nuestra colectividad y especialmente los jóvenes se encuentran atrapados ante la imperiosa necesidad de “ hacer por la vida”, pero las oportunidades de trabajo son casi nulas y mas cuando se exige experiencia, previa a su contratación y de dónde la van a adquirir. Así mismo la opción de estudiar resulta cuesta arriba en la mayoría de los casos en que el ingreso familiar, (ya no solo el paterno) no alcanza para sufragar sus gastos, dando pauta al término “ ninis” ampliamente conocido, y si a eso le aunamos el bombardeo interminable de los medios de comunicación, en especial del duopolio televisivo, sobre la “conveniencia” de adquirir éste o cualquier producto que le va a satisfacer el antojo, el hambre, el apetito sexual, el bienestar físico, la salud, el éxito social y un sinfín de patrañas, pero todas dedicadas al consumismo, entonces se les está creando una necesidad ficticia la cual solo se satisface con dinero y es ahí donde se deifica al “vellocino de oro”, se hace lo imposible por adquirirlo, no importa la forma ni con quién ni a costa de quién y es entonces que las organizaciones delincuenciales los atraen y los hacen activos en sus actividades, aun a pesar de los riesgos mortales que se corren, sin perjuicio de los graves daños que en todos sentidos, además de a sí mismos, también a sus familias, sus vecinos, y a la sociedad en general.

Y como esto cunde como la pólvora, todo mundo (salvo las excepciones de siempre) se afana en tener, en acrecentar bienes de consumo, bienes materiales, olvidándose de poner en práctica lo axiológicamente válido, los valores trascendentales de la cultura occidental, o lo mas grave que es porque no los tienen, porque no los conocen, nunca nadie se los hizo saber y practicar, incluso los adultos, quienes deben enseñar o predicar con el ejemplo les enseñan a los menores a mentir ( si habla o viene fulanito, dile que no estoy), o a entrarle de plano a la corrupción (di una mordida porque así nos evitamos trámites engorrosos) y así por estilo, por eso muchos quieren acceder a puestos políticos porque desde el poder se puede corromper o ser corrompido con enormes dividendos, aun cuando por excepción (por la impunidad imperante) tienen que sufrir las consecuencias que además de la pérdida de la libertad, tienen la pérdida de la honorabilidad y su lugar en su entorno socio económico, pues pesar de su dinero, ya se les ve con desconfianza.

Por eso en las próximas elecciones tenemos que sufragar r-e-s-p-o-n-s-a-b-l-e-m-e-n-t-e- , para no seguir prohijando a estos grillos, mercaderes de la política, que no políticos, pero lo mas importante y verdaderamente trascendental es inculcar, enseñar, predicar con el ejemplo, realizar, llevando como un verdadero apostolado, en el hogar, en la familia, en la escuela, en el trabajo, en nuestras asociaciones, sindicatos, y grupos en general, la existencia de los valores que tanta falta nos hacen para lograr niveles óptimos de existencia en la paz y en el progreso. Tenemos que vivirlos en la solidaridad social. Es un imperativo ineludible. Urge. O usted, positivo lector, ¿qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



Periplos en Red

Grab this Headline Animator

 
Ir Abajo Ir Arriba