De lo agobiante...

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Por Rodrigo Juárez Ortiz


Sí, resulta agobiante, o sea fatigante, molesto, vamos, terriblemente preocupante el ser testigos, una vez mas, de las toneladas y toneladas de basura que fueron a dar a la bahía de Acapulco como consecuencia del huracán que acaba de azotar las costas del Pacífico, en especial a nuestro puerto.

En efecto, el anfiteatro de la bahía resulta, naturalmente, una concha que hace que las avenidas pluviales se desahoguen directamente en el mar, sin importar las construcciones que se hagan de manera anárquica, lo que produce inundaciones y otros serios inconvenientes, sin perjuicio de que esto también es producto del azolve de estos cauces y de las coladeras hechas ex profeso, pero que lamentablemente no cumplen su cometido por las cantidades agobiantes de basura que el infelizaje arroja, sin ningún pudor(ni mucho menos conciencia), a la vía pública.

Esto se ve cuando el mar arroja o rechaza estas toneladas de basura ( mezcla de desechos orgánicos e inorgánicos)hacia la playa, de donde se recogen, pero mas grave resulta con aquellos desechos que no flotan y se van directamente al fondo, con sus consabidas consecuencias.

Los tres órdenes de gobierno, en sus respectivos ámbitos de competencia, nos hablan de todo lo que se está haciendo al respecto, sin embargo lo obvio, lo evidente es que se vive en un entorno saturado de basura y esto seguirá así mientras la gente siga practicando su deporte favorito que es el de tirar basura en la calle.

Al respecto, lo hemos repetido ad nauseam, resulta inútil, casi diríamos ocioso, el tener una muchedumbre de barrenderos que se encarguen de la limpieza de la ciudad, mientras la gente siga tirando sus desechos directamente en la vía pública, en los cauces de arroyos, con el consecuente azolve de coladeras y drenajes, por cierto insuficientes, con las consecuencias descritas.

Ello hace impostergable el realizar una campaña constante, p-e-r-m-a-n-e-n-t-e tendente a invitar a la población fija y flotante a abstenerse de seguir practicando tan viciosa costumbre.

En efecto, así como se gastaron cientos de millones de pesos en la pasada contienda electoral, por los candidatos y los partidos que los postularon, incluyendo los independientes, para exaltar las virtudes de las que dicen están impregnados y que la población entera se quedó ahíta por el acoso televisivo, radial y publicitario en todas sus formas, así se podrá y deberá emprender una campaña en forma, destinada a toda la población a hacer de nuestra ciudad una ciudad limpia. No olvidemos que somos un polo de atracción turística, que prácticamente vivimos de esta actividad y en tal sentido somos los anfitriones para atender a todos nuestros visitantes.

Es obvio que al ya no tener mas que visitantes de fin de semana y que éstos, en su gran mayoría, son de muy escaso poder adquisitivo, concomitantemente también traen aparejada su falta de educación y de conciencia cívica, como lo vemos en las toneladas de basura que dejan en las playas, a pesar de la existencia de algunos botes de basura que no utilizan.

Sin perjuicio de lo anterior, nuestra población que en su mayoría habita en los cinturones de miseria de la ciudad, está acostumbrada a vivir entre la basura, de ahí que no comprende cuando alguien los insta a no arrojarla en las calles. Ello se debe, también, a que el servicio de limpia no puede darse abasto para la recolección correspondiente o no se cumplen los horarios establecidos; no existen botes para contenerla y cuando se instalan, la gente se los roba como contenedores para el agua dada la escasez de la misma; vienen en su gran mayoría de la zona rural del estado en donde las campañas electorales recientes han destapado, una vez mas, las condiciones paupérrimas en que habitan sus localidades y en donde el analfabetismo, la ignorancia, el desempleo, la miseria, la desnutrición crónica y la pobreza extrema, entre otros, los empuja a invadir las zonas urbanas y en el caso de nuestra ciudad ha sido el gran atractivo, auspiciado por líderes venales, el ofrecerles terrenos, casas, trabajos, vía el paracaidismo, el despojo de propiedades y otros, con el espejismo que producen tales acciones, en la consecución de clientelismo político.

Ahora estamos en la gran oportunidad, al comienzo de un nuevo ejercicio gubernamental, para evitar que nuestra gente salga de sus localidades por necesidad y para que prosperen en las mismas con la creación de programas productivos (ya no paternalistas), educativos, en donde se aproveche lo mejor de su mano de obra y su talento ( que es bastante), en su propio beneficio. Caso contrario, por mas que gobernantes y gobernados realicen esfuerzos por rehacer turísticamente a Acapulco; por mas que se trate de atraer un turismo de mayor poder adquisitivo, siempre estará en activo el imán de su prosperidad, ante las carencias vitales de nuestro medio rural, con las consabidas consecuencias como el ambulantaje, la violencia, la inseguridad, la actividad delictiva y todas las que son del dominio público.

Estamos, en consecuencia, obligados a romper el círculo vicioso de los males que nos aquejan y seguir haciendo de nuestro puerto el lugar ideal para hacer todo tipo válido de turismo, lavándonos la cara y tener l-i-m-p-i-a a nuestra ciudad y con ello, a nuestra bahía.

Y para los pesimistas y agoreros del desastre que pretenden decir que somos irredentos, les podemos decir que hay varias ciudades en nuestro país que gozan ya de fama pública por la limpieza impoluta de sus calles y avenidas. Ergo, sí se puede. O usted, limpio lector, ¿qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



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