De lo grave...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Para estar en congruencia con el tema a tratar, no olvidemos que grave es aquello que reviste la característica de grande, o sea de mucha entidad o importancia, v.gr.: un asunto grave, sin perjuicio de que encierra peligro o es susceptible de consecuencias dañosas como las que a continuación comentaremos.

En efecto, para nadie puede quedar en el aire la evidencia de los sucesos del domingo retropróximo en esta ciudad y para lo cual ha habido dos fuentes fundamentales de información: por un lado las redes sociales, las cuales se han prodigado en “comunicados” no necesariamente objetivos y las declaraciones de las autoridades competentes quienes pretenden disminuir los efectos de tales hechos.

Polifacético resulta el ángulo o punto desde el cual se pretenda abordar el tema, sin embargo y en aras de aprovechar el poco espacio ante la profundidad del tema, diremos lo que todo mundo sabe, que un grupo o grupos de gente equipada con armas de alto poder, atacaron en su lugar de hospedaje y en sus oficinas a miembros de la policía federal con el resultado, se dijo, de un policía herido y un civil muerto y nada mas. Después de mucho tiempo de cruce de balazos y persecuciones y lo peor del caso, sin ningún detenido. ¿ Será posible, sobre todo con todo el equipamiento del que ahora disponen?

Las consecuencias de ello es que se produjo una sensación de pánico entre la población que hizo que se suspendieran clases en varias escuelas, que se modificaran horarios para los turnos vespertinos, lo propio en algunas empresas, con la suspensión de corridas nocturnas del transporte público, así como el que la gente optara por quedarse en su casa y no saliera a la calle salvo a hacer lo necesario. Así fue posible ver las calles semi desiertas el lunes y el martes por la noche; la zona de la Condesa con la luz apagada en sus establecimientos, normalmente llena de luces y sonido.

El asunto es de auténtica preocupación, habida cuenta de que se observa que si quienes ostentan el poder del estado, del gobierno, ya son atacados directamente por quienes se supone pertenecen a grupos delincuenciales, qué se espera por cuanto a los ciudadanos de “a pie”, indefensos por todos los ángulos donde se les vea y así se les pide que denuncien los actos delictivos ( necesario para iniciar los procedimientos penales), que no se postren de rodillas, sin embargo experiencias notorias de valientes ciudadanos que han denunciado tales hechos, ipso facto han sido asesinados por gente “desconocida” toda vez que por alguna razón se han enterado de la denuncia.

Es de recordar que antaño, el simple hecho de ver estacionada una patrulla policial en el cruce de avenidas, era un elemento poderosamente disuasivo para la población, lo que contrasta hogaño, con el suceso comentado, entre otros.

Es obvio que las acciones o programas, planes, operativos, estrategias y todo lo concerniente a la seguridad pública no han dado los resultados apetecidos por los agentes encargados de ello ,razón por la cual le sociedad en pleno exige a las autoridades que cambien de estrategias y que evidencien mejoras en el tratamiento del caso de la inseguridad que se vive en la plaza, caso contrario se piensa en ineficacia e ineficiencia o lo que es peor, en corrupción. De ahí de que no hay que dar pie a las especulaciones y actuar en consecuencia. Urgen los resultados, a todas luces positivos.

No dejaremos de recordar que somos un destino 100% de vocación turística. Que necesitamos promocionar al destino en todos los lugares posibles de visitantes potenciales, pero para invitarlos a visitarnos, obviamente necesitamos tener la casa limpia y segura, de ahí la preocupación de con qué cara les podemos invitar o vender a los compradores potenciales de este paradisíaco lugar, en el presente Tianguis Turístico 2016 celebrándose en Guadalajara con los malhadados eventos citados.

Se entiende la preocupación de las autoridades de los tres niveles de gobierno por evitar el amarillismo, la especulación, y las exageraciones, que tanto nos dañan, pero tampoco se puede tratar de tapar el sol con un dedo y lo único que puede terminar con ello, es que se acabe con la inseguridad, que se reflexione antes de dar declaraciones con eufemismos a los medios, que se consignen a los “ malos de la película”´, que se finiquite con las extorsiones, con los secuestros, con los asesinatos de gente en donde queda la duda si fueron muertos por ser de bandas rivales y están en el ajo, o fueron temerarios que se negaron a ser extorsionados y solo así la comunidad tendrá certidumbre, paz y armonía y volverá a confiar en sus autoridades. A contrario sensu la violencia triunfará con el riesgo grave de acostumbrarnos a ello. ¿Y luego? Se necesita nuestro concurso. O usted, solidario lector ¿qué opina?