De la erección...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Un día como hoy, 27 de Octubre pero de 1849, el Congreso de la Unión de nuestro país, en sesión solemne, hizo la declaración de la erección del Estado Libre y Soberano de Guerrero, todo ello como consecuencia de unas largas vicisitudes y eventos que tuvieron efecto, auspiciadas por Juan Álvarez Hurtado y Nicolás Bravo (luchadores de la Guerra de Independencia y bajo el mando, en su momento, del Generalísimo Don José Ma. Morelos y Pavón, héroe epónimo de nuestra Patria).

En efecto, nuestra historia nos da cuenta de que la iniciativa para esta creación, fue enviada por el entonces presidente José Joaquín de Herrera desde el día 15 del mes de Mayo al Congreso de la Unión, la cual se aprobó por la Cámara de Diputados hasta el 20 de Octubre y el 26 del mismo mes lo fue por la Cámara de Senadores y el día 27 citado es que se declaró formalmente su nacimiento como un estado mas de la República, para lo cual hubo que gestionar la cesión de una gran parte del territorio de los estados de México, Michoacán y Puebla quienes lo aportaron y de alguna manera aceptaron, a pesar de la resistencia del estado de Michoacán en principio y merced a que Nicolás Bravo era entonces el presidente del Congreso de Puebla, en su caso, (lo que facilitó le entrega).

Con ello culminó el sueño del gran Morelos de hacer una provincia del Sur, lo cual él logró al crear la que se llamó Nuestra Señora de Guadalupe de Técpan, dentro del territorio de las entonces Intendencias de México, Michoacán y Puebla y que abarcaba la casi totalidad de lo que es actualmente nuestro estado.

Desde luego que ello funcionó dentro del área dominada por los insurgentes y después de su muerte (del Gran Morelos), esto se perdió como tal y fue revivido en los términos que ya todos conocen, al erigirse dicho territorio en lo que actualmente es nuestro estado.

Como corolario de los datos que nos reporta la historia, las partes cedidas por los estados mencionados corresponden a lo que actualmente son, Acapulco, Taxco y Chilapa ( México); Tlapa y la Costa Chica ( Puebla); la Costa Grande y Coyuca, ahora de Catalán, ( México).

Sin embargo los límites con el estado de Michoacán, fueron fijados, con posterioridad, de común acuerdo, en definitiva teniendo como tal al río Balsas, pues ambos estados cedieron áreas de su propio territorio con esta colindancia, siendo esto en el año de 1906.

Queda claro que la creación del estado de Guerrero, el cual lleva el nombre del prócer Vicente Guerrero Saldaña, fue porque se quería una región que tuviera libertad y soberanía por cuanto a su manejo interno, el cual por cierto ha sido cuna de un pueblo que aportó su sangre, su vida y empeño por lograrlas, en todas las etapas de las luchas nacionales en contra de la tiranía, de la esclavitud, del despotismo, de la miseria, del abuso, de la explotación inicua por parte de los poderosos, de la ignorancia, del autoritarismo, en suma en contra de todo aquello que signifique impedir la realización plena del ser humano y obviamente a favor de crear un medio idóneo que le permita su realización personal y colectiva en todos los órdenes de la existencia.

Se pensó entonces en que sus límites naturales ( la Sierra Madre del Sur, el río Balsas y el Océano Pacífico) le permitiría a su gente tener la libertad necesaria ya que en todas las gestas nacionales, esta posición y lo escarpado de su territorio le ha favorecido cuando se tienen que librar encuentros militares, lo que ha propiciado las llamadas guerras de guerrillas y que por cierto a Vicente Guerrero le dieron un gran resultado.

Desde entonces el estado de Guerrero, a pesar de sus entregas plenas al llamado de la Patria, se ha confundido con la imagen de violento, de belicoso, de bronco, pero en realidad se ha visto minusvalorado por sus gobernantes, quienes han ejercido cacicazgos depredadores, de explotación, manteniendo en la ignorancia a su pueblo, en la miseria verdaderamente desgarradora, tan esto es así que tenemos al municipio mas pobre de América Latina, estamos en los últimos lugares respecto a educación, economía, salud, oportunidades de trabajo y un sinfín de carencias y como cerecita del pastel, hundidos en la violencia, en el campo de acción de las bandas delictivas que se disputan el territorio, merced a la tolerancia o impotencia de quienes tienen la obligación jurídica y política de protegernos de ello, así como de la corrupción que nos agobia, salvo sus honrosas excepciones; ya que a pesar de las acciones que se nos dice se están llevando al cabo, los resultados son magros. El pueblo de Guerrero vale. Por eso fue erigido. O usted, guerrerense lector, ¿qué opina?