De la mujer...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Hace unas semanas, para ser exacto el 15 de Febrero se celebró el Día de la Mujer Mexicana con motivo de recordar los logros que se han obtenido en la necesidad que existe de tener un trato equitativo hacia las mujeres como lo fue el derecho al voto en el periodo de Adolfo Ruiz Cortines, por poner un ejemplo.

De esta suerte a partir del 15 de Febrero de1961, se ha venido celebrando, a iniciativa de dos mujeres decididas y congruentes, la Lic. Amalia González Caballero de Castillo Ledón y la dramaturga Maruxa Villalba quienes convocaron a mujeres destacadas en sus respectivas áreas y crearon el Comité de Servicio Social y Cultural, A.C. para darle a la mujer mexicana su propio día.

Se sabe, entonces que el objetivo de celebrar ese día es hacer un llamado para que tanto mujeres como hombres tengan: “Las mismas oportunidades de desarrollo, salud, vivienda, educación, independencia económica, libertad para tomar decisiones, seguridad, acceso a la justicia, entre muchos mas”.

Al respecto algunas dependencias se sumaron al festejo, sin embargo no podemos soslayar el hecho de la capitisdiminutio que ha sufrido la mujer en todo el mundo a través de la historia. Tan esto es así, que los rubros que mencionamos son tareas pendientes que tenemos en nuestro mundo para lograr el ideal auténtico, que no quimera, de igualdad en las oportunidades para todos. De sobra conocidas son las causas de esa actitud masculina hacia las mujeres, desde la mas remota antigüedad cuando ellas se quedaban en la cueva atendiendo a las crías, mientras el varón salía de cacería para proveer a la alimentación, hasta nuestros días, así como la demostración de una evidente fuerza física mayor, a pesar de que sabemos que la mujer es mas resistente que el hombre en cuestiones de dolor ( su umbral es mas alto), a la fatiga o al esfuerzo físico continuado, por mencionar solo algunos. Por otro lado el hecho de la maternidad les da a las mujeres, instintivamente, la maravillosa naturalidad de crear, criar, alimentar, encausar, conducir y proteger, entre otros, a sus hijos, llegando al extremo de la abnegación absoluta en aras de ellos, sin perjuicio de que, lamentablemente también existen féminas ( que no madres como las descritas) que ante la evidencia de hijos no deseados, producto de un intercurso sexual inesperado o simplemente por placer, los abortan, los abandonan en los baños públicos o en los botes de basura en donde éstos se encuentren, sin perjuicio de que los ya nacidos, son sometidos s abusos, explotación, violencia sexual y esclavitud laboral, en muchos casos, siendo mayoría las mujercitas.

Por lo que respecta a nuestro país, las mujeres han estado y están recibiendo un trato totalmente discriminatorio y se les ve, en la mayoría de los casos, simplemente como una máquina de reproducción humana o como un objeto sexual, así como una trabajadora doméstica. No por ello dejar de reconocer que existen excepciones a la regla en donde las mujeres están demostrando no solo que pueden realizar las mismas actividades que los varones, sino a veces hasta mejor.

Al estar invadiendo el mercado laboral, aun sin el trato igualitario en el área, están demostrando tener capacidad para desempeñar actividades antes de exclusividad masculina, ya no digamos del empoderamiento que se da en algunas relaciones en donde su pareja es condescendiente y el dicho popular llama a éstos “mandilones”.

Y si bien en cada pareja existe la propia individualidad de sus integrantes, el papel que se tiene asignado a la mujer es el de la crianza de los hijos y las “labores del hogar”, lo que les minimiza sus posibilidades para enfrentar situaciones de competencia, pero por fortuna ya vemos en las universidades, por ejemplo, hay mayor cantidad de mujeres que de hombres en la matrícula y ya se entendió que desean capacitarse, por fortuna, en profesiones varias que antes solo detentaban los varones.

Pero la realidad mexicana ha llegado al extremo de mostrarse afirmando que no hay peor condición del ser humano que ser mujer, indígena y pobre. A eso hay que agregarle el aumento de crímenes de mujeres, por lo que atañe a nuestro estado, por lo cual ya hay iniciativas ( debería ser clamor) por echar a andar la alerta de género en los casos menester, aun cuando ya existe el delito de feminicidio consignado en la ley penal.

Es el caso que mientras siga existiendo el machismo (lamentablemente prohijado por las propias madres con sus hijos varones) y la continuidad del mismo protegido y aumentado por los padres varones precisamente por la continuidad de este atavismo y que no quieren tener hijas, entonces no se darán los pasos necesario s y obligados que tenemos que realizar para cambiar este tipo de cosas, sin perjuicio de que ayudará muchísimo el tener conciencia de la necesidad de adoptar una nueva óptica y un concepto mas valioso sobre una nueva masculinidad en donde se entienda, se comprenda, se explique y se justifique que el hombre y la mujer somos seres humanos, cada quien con sus características y funciones propias y que en pareja somos el complemento ideal sin el cual no podremos subsistir como especie, agregando que entiendo que la mujer es el mejor regalo que la naturaleza le dio al ser humano.

Bienvenida la celebración tan especial del Día de la Mujer Mexicana, la que la gran mayoría se lo merece. O usted, ecuánime lector, ¿qué opina?