De los infractores…

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Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz


Los medios, últimamente, nos han reportado imágenes en donde gobernados con problemas exigen soluciones a los gobernantes haciendo presión a terceros para conseguir las soluciones correspondientes. Es evidente, como lo muestran los medios, que se trata en pocas y llanas palabras de hacerse “justicia” por propia mano.

Esta etapa primitiva del ser humano, la creíamos superada a partir de la creación del derecho.

Causa extrañeza, sin embargo, que de una manera abierta y obvia, miembros de algún partido político, diputados y demás, se ostenten públicamente para exigir que sus pretensiones sean resueltas presionando a las autoridades como única vía que encuentran para resolverlas, por que deducen que por las vías legales no se les hace caso.

Pero también los medios nos reportan imágenes donde individuos embozados, cubiertos del rostro para asegurar su anonimato, en franco y abierto reto contra las autoridades toman instalaciones de comunicaciones y transmiten por más de una hora lo que llaman sus peticiones para la solución de sus problemas.

Los gobernantes, de las 90 plazas que autoriza la federación, las están repartiendo equitativamente de a 10 por cada normal pública en el Estado, pero los “ayotzinapos”, quieren todas para ellos. ¡Me doy!

El fenómeno se ha repetido ya en varias ocasiones, esto es, grupos diversos aduciendo solución a sus problemas, toman las casetas en la autopista, toman calles y avenidas en este puerto, tramos carreteros en diferentes partes del estado y, como respuesta, se ha tenido por parte de los gobernantes el que opta por privilegiar el diálogo para evitar ser acusados de gobierno “represor”.

Lamentablemente no se sabe si efectivamente se han resuelto, vía el dialogo, dichos problemas, ya que de ser así resuelta un aliciente, un acicate y un estimulo para los inconformes, el utilizar las vías de hecho para solucionar sus problemas y de no ser así, se está prohijando el aumento de este tipo de manifestaciones hasta que les dé resultados.

Entonces surgen elementales preguntas en un régimen jurídico como el nuestro: ¿Y la ley?, ¿y el derecho?, ¿y la obligación de los gobernantes de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen, cuando son protestados del cargo al que asumen por decisión popular?

Es obvio que no se va a reprimir a los gobernados cuando tienen derechos legítimos que exigir de parte de los gobernantes, pero la propia norma, la ley, dice cómo deben hacerse las peticiones para efecto de ser atendidas dentro de las posibilidades de la administración.

Dura lege, dura lex. La ley es dura pero es la ley. Y la ley no se negocia, la ley no se transa, la ley no se conviene, la ley simplemente se aplica. O lo que es lo mismo, el Estado tiene que guardar y hacer guardar el principio de autoridad y hacer que los gobernados se ajusten a la norma jurídica para todo tipo de pretensiones y no es por las vías de hecho como se van a ir solucionando los problemas correspondientes, ya que se quedarían en estado de indefensión aquellos gobernados que no utilicen las vías de hecho para solucionar sus problemas, ya que así no se les haría caso.

Ahora resulta que en las “negociaciones” los peticionarios solicitan que se dejen sin efecto las averiguaciones previas que se inician en su contra como infractores de la ley dándose un borrón y cuenta nueva.

Lo que causa preocupación es que estas vías de hecho a la vez que se han incrementado, producen los casos absurdos e inaceptables de que en forma embozada se atente contra los propietarios de transporte público concesionado, contra instalaciones de medios de difusión en forma violenta que de acuerdo con nuestro idioma correspondería a los términos de fascinerosos, pillos, truhanes, malhechores, bandidos, asaltantes que son quienes han recurrido siempre al embozamiento para cometer sus fechorías. ¿Y es así como se pueden obtener las respuestas de los gobernantes? ¿No se está dejando la puerta abierta para que todo peticionario haga lo mismo y cada quien pueda hacer lo que le de la gana y no se propicia con ello la anarquía? ¡No se vale!

Es cierto que los gobernantes aducen que no se van a dejar chantajear ni presionar por los gobernados, peticionarios por las vías de hecho, pero entonces que se aplique la ley o que se resuelvan los problemas. No hay de otra. O usted, responsable ciudadano lector, ¿Qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



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