¿Relativismo vs. verdad?

Por Álvaro Sánchez Quevedo

Hace algunos meses disfruté de una agradable lectura. Me topé con un artículo escrito por la Dra. Martha Sañudo, quien es la Coordinadora de la Especialidad en Ética del Doctorado en Estudios Humanísticos del TEC de Monterrey. Ella abordaba, de una manera ágil y sugestiva, algunos fenómenos de la Posmodernidad.

Quiero detenerme sobre uno de ellos: “el relativismo como camino intelectual”, el cual, nos ha heredado a su hijo, la corriente del “pensamiento débil”.

El hecho de que en la historia de las ideas hayan llegado a coexistir tantas culturas y cosmovisiones distintas, ha vuelto humildes a quienes creían poseer “verdades universales”. Actualmente, hay un verdadero derrumbe de lo que parecía la herencia indiscutible de Europa: ser el centro que dictaba los criterios con los que debían medirse todos los órdenes existentes, pero con el auge de los medios de comunicación, la globalización y otros aspectos, nos hemos quedado muy conscientes de que ya no podemos hablar de criterios absolutos. Ahora, se perciben los criterios como esencialmente relativos; en el ámbito intelectual vivimos comparando opiniones, revisando significados y replanteando algunas ideas que, anteriormente, se habían asumido como únicas, objetivas y verdaderas; el término “relativismo” es el lugar común de muchas discusiones, la postura intelectual que aminora la ansiedad de acaloradas controversias, llegándosele a percibir incluso como el concepto que aniquila a la verdad.

¿Relativismo vs. Verdad?

En realidad, relativismo se opone al término “absolutismo” y no al de verdad. Relativismo nos remite a que nuestros juicios son contingentes y que es mediante el diálogo con otros, que voy construyendo juicios más completos y con mayor poder de explicar aquellos eventos que encuentro en mi reflexión intelectual. Por tal motivo es necesario enfatizar que si los juicios son relativos, eso no significa que todos sean igualmente valiosos, pues no es lo mismo un comentario de café sobre la depresión en la sociedad actual que el comentario de un psicólogo especializado que aborde ese mismo tema. El relativismo no es un puerto seguro en el camino intelectual, más bien, es la muestra de nuestra contingencia y de nuestra particular cosmovisión, por lo que oponer verdad a relativo no es un planteamiento ni lógica ni epistemológicamente sustentado.

Por ello, el cuestionarse sobre la verdad, el plantearse su búsqueda, sigue siendo aún un planteamiento válido y apasionante, que ciertamente debe contextualizarse no olvidando el punto de partida, la propia cosmovisión, la cultura desde donde se ensambla todo edificio conceptual, sin pretender encajonar y reducir dicha verdad a “una simple idea relativa”.