Celebración

Por el Psic. Fernando Reyes Baños


Hace poco recibí un e-mail de mi hermano felicitándome por mi cumpleaños. Como es común en estos casos, me deseó que me la pasara bien ese día. Yo le contesté agradeciéndole su nota, pero le comenté que para mí ese día era como cualquier otro, es decir, no tenía nada de especial en comparación con los demás. Al día siguiente volví a recibir un mensaje suyo, en el cual, me decía: “Fíjate que yo tampoco soy muy afecto a hacer algo especial en mi cumpleaños, pero he aprendido que un año más es una prueba más de nuestra capacidad de sobrevivencia, esto es, sobrevivir al día a día, al stress, a las expectativas, a las envidias, a la convivencia con los demás, a quienes quieren vernos la cara, a la simple lucha de todos los días; así que como una forma de autoreconocimiento, creo que se debe celebrar de alguna forma esa victoria, por eso, a la manera de cada quien, hay que celebrar un año más de triunfal capacidad de seguir de pie y en lucha.” Como hasta ahora no he contestado a su mensaje, quise aprovechar esta oportunidad para agradecerle que se haya tomado el tiempo, en medio de sus muchas actividades, de escribir tan atinadas palabras, las cuales, ciertamente, ilustraron mi punto de vista acerca de la celebración con la que muchas personas enmarcan fechas como ésta. Aclaro: no es que ahora piense organizar un fiestón para mi próximo cumpleaños (tales ordinarieces no van con mi estilo), sino que ahora, y a mi manera, autoreconoceré, si logramos coincidir aquí el próximo año, mi oportunidad de decir: “¡Mundo, sigo aquí!”.

Quiero aprovechar también esta ocasión, para decirles a todos nuestros colaboradores, amigos, lectores y visitantes: ¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO! No olviden celebrar estas o cualquier otra fecha memorable porque representan, por sí solas, una victoria ante la adversidad. Sigamos adelante.

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