Del colmo…

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Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz

Es indiscutible que los E.U.A. se han propuesto y logrado, motu proprio, ser la “policía del mundo”, merced a sus afanes imperialistas, su poderío bélico, su espíritu de pirata, así como su ambición desenfrenada, lo que ha devenido en un imperio con todos los defectos de los demás que han habido, pero sin las glorias y éxitos de aquellos por lo que atañe a la exaltación de los valores humanos, es decir, está al borde del desmoronamiento, sin haber llegado a la cumbre de su “realización”, v.gr.: el impresionante mundo de drogadictos, en todas las escalas sociales y todas las edades, especialmente en su juventud, lo que propicia el mundo del narco que prolifera como uno de los mejores negocios del mundo, ya que se paga con dólares y ahora, en especie, provocando serios problemas de salud, de paz, así como su propia seguridad nacional; su execrable consumismo, que ha llegado a tal extremo que la gente, antes de llegar a su casa, por las tardes, pasa siempre a comprar algo, lo necesite o no; el terrible problema que tienen con su sobrepeso, creándose un verdadero esfuerzo de salud pública para controlarlo; el aumento gravísimo de su población, en relación con el VIH, sin perjuicio de sus cifras, también aterradoras de enfermos de cáncer, por la ingesta de productos que lo fomentan, así como por genética familiar, entre otros.

Así lo hemos constatado con el avasallamiento de países que se han visto en la necesidad de oponerse a sus intereses, en un plan simplemente nacionalista, por lo cual ahora, han acuñado la expresión de la globalización, para que se deje de defender, por parte de estos países, sus materias primas, sus territorios, su nacionalidad y su dignidad personal y colectiva.

Así, han inventado la Iniciativa Mérida para penetrar, aún más, en nuestro país, con el pretexto de apoyarnos y asesorarnos para combatir al narcotráfico y al “terrorismo” que nos agobian, con un préstamo de 500 mdd en equipo militar, tecnología y entrenamiento para este año fiscal y 450 mdd para el año entrante, destinándose el dinero restante al paquete de 1600 mdd del año fiscal de 2010 para México y Centroamérica, los que estarán atentos a lo que decida el próximo presidente estadounidense.

Pero es el colmo que ahora el Senado de ese país, aun cuando está en su derecho de hacerlo, quite del paquete de equipo militar, los helicópteros que lo comprenden, así como 2 aviones de reconocimiento, porque no confían en una de nuestras instituciones más prestigiadas como lo es nuestro ejército.

Y como cerecita del pastel, resulta que la organización llamada Amnistía Internacional le pidió al Congreso estadounidense “someter a certificaciones anuales sobre derechos humanos a los miembros del ejército mexicano y las fuerzas de seguridad, como condición para entregarle al gobierno de Felipe Calderón el dinero para la Iniciativa Mérida. ¡Me doy! Ellos dicen que “Tomando en cuenta la larga historia de abusos a los derechos humanos cometidos por las fuerzas policiales y militares de México, incluyendo las quejas que aun no se resuelven de 26 mujeres que fueron golpeadas y violadas por la policía en San Salvador Atenco hace dos años…” piden tal certificación.

Nadie desconoce el papel trascendental que juega este mecanismo internacional en la defensa de los derechos humanos y, por ello, es muy loable su labor, pero también debe de ser pareja, habida cuenta que no se sabe qué ha respondido el gobierno de los E.U.A. ante los reclamos (si es que los ha habido) por los abusos cometidos en todas sus guerras de conquista y los prisioneros que tienen sometidos a tortura en Guantánamo, por decir de algunos, ya sea afganos o iraquíes, ello sin considerar el colmo de que la Suprema Corte de Justicia de ese país, ha otorgado validez a la tortura, así como ir, traer y juzgar, (no siempre) a quienes atentan en su contra.

Es grave la situación pues a raíz del asesinato del Coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, las pesquisas arrojan datos de que fue gente que colaboraba con él la que fue contratada para ultimarlo, en su propio domicilio, gente de su confianza.

Se vale proteger los derechos fundamentales del ser humano. Todas las acciones tendentes a lograrlo se aplauden. Lo que no se vale es pedirle a un país, por muy imperialista que sea, que censure la paja en el ojo ajeno y no vea la viga en el propio.

Sí es cierto que los medios nos han informado de la penetración que tiene el narco en nuestras fuerzas de seguridad, nacionales, estatales y municipales, pero también es cierto el empeño que el titular del Ejecutivo Federal ha puesto para combatirlo, por lo que no se vale traicionar, desde las filas del poder, este tan gran esfuerzo de quienes sí son leales y patriotas.

La paz, la seguridad y la tranquilidad de nuestro país valen el esfuerzo que hagamos, cada quien en la esfera de sus alcances y posibilidades. O usted, consciente lector, ¿qué opina?

1 Comentario:

Sergio A. Amaya Santamaría dijo...

A mi manera de ver las cosas y no poniendome a defender a nadie, crfeo que se ha satanizado de mas a los norteamericanos, porque de los mas de 300 millones de habitantes, la inmensa mayoria son gente decente, como lo somos la mayoria en nuestro pais. Que el hampa de todo el mundo pugna porque haya mas narcodependientes, es indudable y nuestros delincuentes son bastante oportunistas, sin disculparlos. En cuanto a los obesos, en Mexico no cantamos mal y todo debido a nuestras malas costumbres alimentarias, si acaso se piensa que es por mala educacion, estoy de acuerdo, pero no es culpa de los vecinos del Norte. Tratemos de mejorar nosotros educando a nueestros hijos, asi seremos mas fuertes para oponernos a las influencias ajenas. Saludos.



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