Por Jazmín Segura Pérez
Estudiante de Primer Semestre de Psicología


Las organizaciones de la sociedad civil, junto con las instancias del Gobierno del Distrito Federal, colaboraron para crear el libro Tu futuro en libertad, obra escrita por diez especialistas (entre ellos Javier Cabral, director de Prevención y Participación Social de la Secretaria de la Salud) que tiene como finalidad propiciar la educación critica, científica y laica de los jóvenes en materia de sexualidad. La parte interesante de esta historia es que, ya terminada la obra y casi a punto de que se distribuyera en las escuelas, quienes la promulgaban se encontraron con la negativa de la SEP _respaldada por grupos conservadores de la sociedad mexicana como, por ejemplo, la Iglesia y los “amigos de Calderón”_, con el argumento de que el texto debía ser primero analizado y avalado por un consejo técnico. Actualmente, la distribución del libro Tu futuro en libertad _según Áxel Didriksson, secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal_ está programada a realizarse en escuelas del Instituto de Educación Media Superior, UNAM, IPN y CONALEP.

Este libro aborda, de manera explícita y clara, la información que algunas veces recibimos en la escuela y casi nunca en casa sobre sexualidad y temas afines, tales como la familia, las drogas, la diversidad sexual, los métodos anticonceptivos y algunos derechos que todos tenemos como personas y miembros de nuestra sociedad.

Probablemente, una de las peores cosas que podrían ocurrir en torno a este libro es que su contenido pasara desapercibido por sus destinatarios y que el esfuerzo y trabajo de investigación de todas las personas que tuvieron el interés de compartir sus conocimientos quedara olvidado en algún rincón. Representa, sencillamente, una información demasiado necesaria para estos tiempos de incertidumbre como para que la sociedad pretenda darse el lujo de ignorarla.

Ciertamente no es para todas las edades. En mi opinión, para este libro debería contemplarse una edad o un nivel educativo mínimos para su revisión en las escuelas, además de contarse con profesores o personal capacitado que tuvieran los conocimientos y las habilidades para explicar, orientar y asesorar a los lectores sobre la información que contiene éste.

Me parece que el momento adecuado para que los seres humanos nos informemos acerca de los temas que trata este libro es a partir de los 12 años, porque es el momento en que un individuo empieza a sentir los cambios de la pubertad y la adolescencia; es a partir de ese momento, cuando los adolescentes enfrentan el riesgo de caer en la drogadicción, de quedar “embarazados”, de contraer enfermedades de transmisión sexual, que una formación adecuada con información pertinente resulta realmente importante para prevenir toda clase de problemas que, hoy en día, nos afectan a todos como sociedad.

La prevención es una forma de evitar que los jóvenes se conviertan en víctimas de los males que nos aquejan como sociedad en estos difíciles tiempos, males que siempre han tenido como base la ignorancia y el miedo. Lo peor es que siempre hemos sabido que los chicos no cuentan a tiempo con las herramientas necesarias y suficientes para combatir exitosamente, los problemas a los que se enfrentan durante esa etapa crítica. ¿Por qué parece resultarnos más fácil esperar a que sea demasiado tarde? Si la solución siempre ha estado en nuestras manos, ¿por qué permitimos que esto continúe pasando? Contamos en la actualidad con muchos medios para informar y tenemos más información que en ningún otro momento histórico acerca de éste o de cualquier otro tema, ¿por qué no la utilizamos para prevenir a los jóvenes de este país, diciéndoles las cosas como son en lo que respecta a un tema tan importante como es su sexualidad? O, quizá, todos sabemos porque no lo hemos hecho, pero queremos tapar el sol con un dedo,

¿Será acaso que hemos logrado crear los mejores medios y la información más completa, pero ignoramos u omitimos el significado y la importancia de la palabra comunicación? Ese es, quizá, el problema que está detrás de las adversidades que ha tenido que sortear (y que todavía tendrá que enfrentar) Tu futuro en libertad.

Si sabemos manejar y emplear todo lo que contiene este libro, no sólo podremos formar personas más informadas, sino también propiciar actos humanos más responsables con mayor frecuencia. El conocimiento es una fórmula eficaz para combatir la ignorancia y el miedo que tras bambalinas generan estos problemas. El conocimiento que está buscándose que los jóvenes tengan acerca de su sexualidad no equivale, de ningún modo, a una pérdida de sus raíces culturales ni mucho menos a una falta de respeto a nuestras tradiciones, como lo ve la iglesia; significa en cambio, contrarrestar la ignorancia, las ideas erróneas, los prejuicios y todo lo que seguimos arrastrando de épocas pasadas y que, todavía hoy, nos sigue haciendo tanto daño en lo individual y social. Es triste saber que en muchas familias mexicanas, hoy en día, resulte casi imposible que sus miembros hablen acerca de los métodos anticonceptivos o sobre cuál es la diferencia entre el sexo seguro y el sexo protegido sólo porque hablar de esas cosas, según afirma el párroco en turno, sea pecaminoso. En suma, este libro tiene mucho de qué informarnos y muy poco en qué afectarnos.

El libro Tu futuro en libertad tiene mucha información, pero las cosas que considero más importantes son:

  • Los métodos anticonceptivos.- Considero que este tema es de vital importancia porque brinda a los jóvenes información útil para que estén prevenidos en contra de enfermedades de transmisión sexual y para evitar embarazos no deseados. En lo personal, creo que padres e hijos deberían sentirse agradecidos por un regalo como éste porque estar preparados en este tema puede evitar, a ambas partes, todo el dolor que implican tales circunstancias cuando se presentan.
  • Los derechos que tenemos todas las personas.- Saber de nuestros derechos es importante, para jóvenes y adultos, porque sólo de esa manera podemos defenderlos y evitar la injusticia, la falta de respeto, la violencia, los abusos, las violaciones y las amenazas que pueden vivirse durante el noviazgo y, porque no decirlo, hasta en la familia. Con esta información también, nos brindan elementos que nos permitirán decidir sobre nosotros mismos, tener palabra, tener decisión y, sobre todo, tener la autoestima que nos permita defendernos.
  • Buena comunicación.- Si no tenemos una buena comunicación, entre sociedades, familia, amistades y novio(a), simplemente no podremos transmitir o captar los mensajes que nos permitirán conocer nuestro mundo y los seres humanos que lo conforman.

Por todo lo anterior, recomiendo a los chicos de doce años de edad o mayores leer este libro porque es una forma de estar más informados acerca de un tema que siempre resultará importante en nuestras vidas: la sexualidad. De esa manera, ustedes y todos como miembros de la sociedad, podremos estar mejor preparados y sentirnos más seguros para enfrentar los problemas de nuestro mundo actual.


Fuentes consultadas

Martínez, Paco (2008). Se presenta el libro Tu futuro en libertad. Consultado en septiembre 18, 2008 en http://educacioncafe.blogspot.com/2008/08/se-presenta-el-libro-tu-futuro-en.html.
• Ponce, Armando (2008). Tu futuro en libertad, el libro de la sexualidad juvenil. Consultado en septiembre 20, 2008 en http://www.proceso.com.mx/columna.html?col=9&nta=61224&ncol=adelanto+de+libros.
• Tajaniki, Erick (2007). Construyendo tu Futuro en Libertad. Consultado en septiembre 19, 2008 en http://www.dfinitivo.com/archivos/2007/10/25/construyendo-tu-futuro-en-libertad/.
• Lovera, Sara (2008). Sexualidad: Tu futuro en libertad. Consultado en septiembre 21, 2008 en http://www.proceso.com.mx/analisis_int.html?an=61419.
• Quintero M., Josefina (2008). Entrega del libro Tu futuro en libertad genera expectación en preparatoria del GDF. Consultado en septiembre 20, 2008 en http://www.jornada.unam.mx/2008/08/29/index.php?section=capital&article=045n1cap.

7 Comentarios:

Sergio A. Amaya Santamaría dijo...

Hola Jazmìn:
Se ve que eres una mujer interesada en el crecimiento de los jòvenes, en parte estoy de acuerdo contigo, los jòvenes deben estar bien informados para poder enfrentarse a los riesgos que la vida les irà enfrentando; no muy de acuerdo en que a partir de los doce años reciban esta informaciòn en la escuela, yo pienso que a esa edad aùn son responsabilidad de los padres, o cuando menos, con una importante participaciòn.
Muy importante lo que dices: Que haya Maestros bien preparados para orientarlos en el tema, pero insisto, con la participaciòn paterna.
Tù tendràs alrededor de 18 años, comèntalo con tus padres. Te deseo lo mejor que la vida pueda darte. Sigue preparàndote para que puedas ayudar a los jòvenes. Felicidades.

fernando reyes baños dijo...

ALGUNAS REFLEXIONES

Para Jazmín (sólo me gustaría aportar el siguiente dato): No obstante que "...los estudiantes capitalinos inician su vida sexual, en promedio, a los 14.5 años de edad...", según datos aportados por el periódico Reforma, el libro “Tu futuro en libertad” está dirigido a escuelas preparatorias, debido a lo cual, la edad de sus lectores oscilará entre los 16 y los 18 años de edad.

Para Sergio Amaya: De esos estudiantes capitalinos, que _recordémoslo_ inician su vida sexual, en promedio, a los 14.5 años de edad "sólo un 27 por ciento usa condón en su primera relación y el 41 por ciento de los hombres reporta tener dos o tres parejas sexuales. De acuerdo a estudios de la UNAM también el 31 por ciento de los jóvenes que ya han iniciado su actividad sexual reportan haber tenido relaciones sexuales con al menos un desconocido. Además, 26.7 por ciento consumió alcohol durante su última relación sexual y 3.4 por ciento alguna otra droga." Ante un panorama como éste, tan complejo y delicado como es, resulta pertinente hacerse algunas preguntas: ¿Están los padres de familia preparados para hablar, con objetividad, claridad y sin ocultamientos, sobre sexualidad con sus hijos? En familias donde existe violencia intrafamiliar (de tipo física, verbal, psicológica y, por supuesto, sexual), donde aún imperan prejuicios e ideas erróneas sobre este tema y en donde siguen mezclándose las creencias religiosas para explicar el por qué de muchas cosas, ¿será tan fácil que hijos y padres hablen abiertamente del correcto uso del condón, de enfermedades de transmisión sexual o de los frees? ¿No es casi ya un dicho reconocer que la mayoría de los adolescentes de nuestros tiempos sabe más sobre sexualidad que muchos adultos jóvenes y de avanzada edad? Por muchas razones habría quienes dirían al respecto que, de hecho, las cosas son así actualmente. Muchos adolescentes no tuvieron que recibir un libro u oírlo de sus profesores para enterarse acerca de ello. Se enteran, finalmente, de una forma u otra. ¿Fueron esas vías las más adecuadas? La respuesta está en estadísticas como las que he presentado aquí. Si tales problemas son el resultado del "diálogo" que tuvieron esos adolescentes con sus padres, perdón, pero creo que hace falta compartir esa responsabilidad y buscar vías más adecuadas para que nuestros jóvenes, tan empapados de sexualidad desde temprana edad, se hagan de esa información a través de actos intencionales que tengan como propósito primordial su formación y, ciertamente, no me refiero a cualquier clase de proceso educativo, sino a uno que tenga como parámetros inamovibles la laicidad, la apertura, la tolerancia, la cientificidad, el respeto, la inclusividad y la claridad. Dije que los adolescentes, actualmente, saben mucho de sexualidad y ésta es una afirmación que debe matizarse porque “su saber”, aceptante y empírico, la mayoría de las veces se caracteriza por su cantidad y no por su calidad, es decir, saber mucho “por lo que otros me han dicho” o “por lo que yo mismo he experimentado” no equivale a saber aquello que me protegerá de una ETS o que me permitirá tener claridad sobre cuándo mis derechos como miembro de una sociedad están siendo pisoteados por los demás. Me parece entonces que la responsabilidad es algo que puede compartirse y que, dadas nuestras actuales y muy evidentes circunstancias (por más que quieran algunos hipócritamente negarlas), resulta inevitable hacerlo porque, lastimosamente para quienes siguen defendiendo esa idea de que "la ropa sucia se lava en casa", los hechos nos han superado. Desde luego que las cosas pudieron (y aún pueden hacerse) con mayor inteligencia, criticidad y realismo. Como lo informa un artículo del periódico La Jornada: "...es absolutamente elemental que la educación sexual en este país no se resuelve con un libro que emite el gobierno, sino que es una concientización que debe nacer desde la capacitación de maestros de escuelas y llevar acabo distintas acciones para informar." Un libro, por muy bien hecho que esté, sólo puede aspirar a informar sino se procura su integración con un proceso que pretenda formar a los estudiantes en sus contenidos. ¿De qué serviría este esfuerzo si quien enseña tuviera tantos prejuicios como podría tenerlos cualquier otra persona (incluyendo a los mismos padres de familia): sexismo, homofobia, racismo, valor del dinero sobre todas las cosas, etc.? En la capacitación que, espero (como muchos otros en este país), haga posible este trabajo de concientización no sólo incluiría a los maestros que van a tener la enorme responsabilidad de explicar los contenidos de ese libro, involucraría también a los mismos padres de familia. ¿Por qué? Porque sólo así podríamos caminar juntos. Sólo así se evitaría caer en incongruencias. Por eso, el comentario que le hace Sergio a Jazmín de "coméntalo con tus padres" es un boomerang: ¿Tú, padre de familia, hablas de sexualidad con tus hijos? ¿Hablas con ellos de este tema sin prejuicios, con fundamentos y con total apertura? Lo mismo vale, por supuesto (y con mayor razón), para los maestros, entre los cuales desafortunadamente, hay muchos que por su ignorancia, prejuicios y fanatismo generan más daño que beneficios a la hora de enseñar. Último comentario: nótese que hemos hablado de sexualidad y no de sexo, pues éste es sólo un aspecto de aquel. La sexualidad en los seres humanos es un aspecto muy importante de nuestras vidas. Nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos. Muchos jóvenes hasta ahora han buscado por su cuenta las respuestas a sus preguntas y seguirán haciéndolo, haya o no un libro que pretenda explicar algunas de ellas, porque su curiosidad es absolutamente natural como también lo es la sexualidad y el sexo. Aportemos, de la mejor manera posible, una guía para que no tengan que enfrentarse solos a los problemas de la vida. Si tú, hombre o mujer de 60 años de edad o más, hubieras tenido esa orientación justo cuando más lo necesitabas, ¿no habrías podido evitar muchos errores de tu pasado? ¿Por qué nuestros jóvenes tienen que seguir aprendiendo del silencio, de las palabras sin experiencia de un compañero o de la mano de un desconocido(a)? Todos nos equivocamos, "arrieros somos y en el camino andamos", pero hay errores que la vida no perdona. Seamos justos.

Pero estas palabras, desde luego, son MI PUNTO DE VISTA. Espero haya la oportunidad de compartir con otros lectores sus comentarios. Sergio, te envío saludos y, Jazmín, aprovecho también la ocasión para felicitarte por tu artículo.

Fuente consultada: González, Fátima (2008). ¿Tu futuro en libertad? Consultado en septiembre 24, 2008 en http://espaciocritico3.wordpress.com/2008/08/14/%C2%BFtu-futuro-en-libertad-2/.

Rosy dijo...

Hola muy buenos dias si alguien pudiera ayudarme, necesito me pudieran hacer una donacion de varios ejemplares del libro de TU FUTURO EN LIBERTAD ya que trabajo en una biblioteca y en la materia de orientación lo estan ocupando solo tengo 2 ejemplares si alguien supiera como le puedo hacer escribanme a rosjdia@yahoo.com.mx
GRACIAS POR SU APOYO.

fernando reyes baños dijo...

Hola! Gracias por comentar en nuestro blog. Sobre la donación que solicitas a través de tu mensaje, por mi parte, me gustaría hacerte la siguiente recomendación: ¿por qué no aprovechar además, que el libro "Tu futuro en libertad" puede descargarse por Internet para proveerse de su contenido con fines didácticos? Creo que, a falta de ejemplares en papel, descargar éstos desde Internet podría ser una buena alternativa. Éste es el vínculo. Espero también que tenga suerte y haya quienes puedan donarle ejemplares. Saludos!

Anónimo dijo...

Jazmín, saludos me gustaría decirte que no comparto tu punto de vista, soy directora desde hace 10 años de una preparatoria y en definitiva el libro deja mucho que desear, existen en la actualidad materiales de calidad y con verdaderos sustentos ciéntificos y adecuado manejo para la formación de los adolescentes y jóvenes, y no textos de adoctrinamiento y que constituyen complemento de estrategias políticas del Ebrad, te aconsejo ser más crítica.

Paola Rodríguez

fernando reyes baños dijo...

Estimada Paola Rodríguez: sería interesantísimo que nos compartiera las referencias, inclusive los vínculos donde pudiera tenerse acceso a esos materiales de calidad que usted menciona, ya que siempre serán binvenidas las propuestas que reflejen cientificidad y manejos para la formación de los adolescentes y jóvenes, sobre todo si al comparar el libro que se reseña en el presente artículo, se comenta que dichos materiales son verdaderamente científicos y adecuados para la formación de adolescentes y jóvenes. Ojalá podamos contar con su aportación al respecto. ¡Saludos y gracias por comentar!

Unknown dijo...

Es importante poder prevenir enfermedades de transmision sexual, debido a las complicaciones que se derivan, por lo tanto me parece increible que un libro sea escrito por profesionales y se comparta para los jovenes que pronto tomaran la decison de tener una sexualidad, que con el apoyo de conocimiento solo podra ser responsable.



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

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