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Por Fernando Reyes Baños


Resulta más o menos evidente para cualquiera, la situación social que vivimos actualmente en Acapulco y el estado de Guerrero, en lo que respecta al clima de inseguridad, inestabilidad y zozobra que impera en nuestra región.

Lo anterior es objeto de preocupación también para quienes ejercen, día con día, una profesión que tiene como propósito coadyuvar a que la incertidumbre en las personas no sea tal que provoque en su cotidianeidad problemas de diversa índole en su salud física y mental.

La psicología obviamente, se siente aludida cuando la situación parece demandar respuestas a los profesionales sobre lo que están haciendo, para mejorar las cosas desde el espacio disciplinar que les es propio. Paradójicamente, los psicólogos, como cualquier otra persona que ejerce su profesión, ocupan su tiempo para trabajar o seguirse preparando, además de atender también su vida personal, razón por la cual, pocas son las oportunidades que pueden aprovechar para dialogar con sus pares y exponer su punto de vista no solo ante quienes comparten con él la misma formación o una formación similar, sino también ante la sociedad que sufre la situación social de nuestros días, con la intención de hacer un alto en su rutina y reflexionar, desde el conocimiento especializado que van acumulando y las experiencias que les permite convertirse en expertos de su disciplina, sobre lo que está ocurriendo con la psicología en los espacios de trabajo y de aprendizaje donde ésta se presenta gracias a su intervención.

Por todo lo descrito anteriormente, la Facultad de Psicología de la Universidad Americana de Acapulco y la Asociación de Psicología del Estado de Guerrero, instituciones comprometidas con su labor de formación e intervención, se dieron a la tarea de crear, de manera conjunta, un espacio de análisis, discusión y generación de alternativas que contribuyera a la solución de algunos de los problemas que actualmente aquejan a nuestra sociedad: violencia, estrés, trastornos de diversa índole, etc., por lo que, teniendo como antecedente inmediato la conmemoración del Día del Psicólogo (20 de mayo), ambas instituciones organizaron el Primer Congreso Nacional y Quinta Jornada de Psicología; Avances, Retos y Perspectivas del Mundo Actual, realizado en la Ciudad y Puerto de Acapulco, Gro., los días 22, 23 y 24 de Mayo de 2015, con dos Sedes: el Hotel Crowne Plaza y la Universidad Americana de Acapulco.

El objetivo de dicho congreso fue crear un espacio de reflexión, aprendizaje, actualización y de rescate de la experiencia profesional de quienes hacen la psicología en Acapulco, en Guerrero y en México, por lo que se procuró convocar a algunos de sus máximos representantes, con el propósito de brindar a otros psicólogos y a la sociedad en general la oportunidad de interactuar con quienes, gracias a su trabajo en las aulas, en los laboratorios, en los centros de trabajo y en diversas comunidades, hacen que esta disciplina avance, afronte retos y establezca perspectivas sobre cómo trabajar con los problemas que esa sociedad afronta en la cotidianidad desde el punto de vista de la psicología e, inclusive, de otras ciencias que trabajan a la par con ella.

El Primer Congreso Nacional y Quinta Jornada de Psicología; Avances, Retos y Perspectivas del Mundo Actual estuvo integrado por 14 conferencias, 13 talleres, 4 simposios y 1 sesión de carteles científicos. Los ponentes y talleristas participantes representaron a diferentes instituciones, entre ellas: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Universidad Americana de Acapulco (UAA), Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Secretaría de Educación Pública, Secretaria de la Mujer, Instituto Municipal de la Mujer, Secretaría de Salud, Hospital General de Acapulco y CRIT Guerrero. Algunos de sus ponentes y talleristas más destacados fueron: el Dr. Ricardo Simón Escalante (INSUSEXH), el Dr. Benjamín Domínguez Trejo (UNAM), la Dra. Lore Aresti de la Torre (UAM) y el Psic. Raúl Domingo Milliani Sabido (Protección Civil Guerrero).

Como un recordatorio permanente de este logro, que conjugó esfuerzos y trabajo de muchas personas involucradas y comprometidas para que su realización dejara en quienes asistieron un buen sabor de boca, además de una experiencia y un aprendizaje ejemplares, se comparten a continuación: un video realizado por la Facultad de Comunicación y Relaciones Públicas de la Universidad Americana de Acapulco sobre el evento y un trabajo elaborado por un alumno de 2do. Semestre de la Licenciatura de Psicología de la misma institución.





En este enlace encontrará toda la información sobre el evento: http://periplosenred.blogspot.mx/p/congreso-de-psicologia-a.html

Del XLII Aniversario...

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Por Rodrigo Juárez Ortiz


A solicitud del presidente de mi asociación profesional , el retro próximo día 28 dije a mis compañeros barristas e invitados:

“Se dice fácil, sin embargo, ser conscientes de que el tiempo ha transcurrido con una velocidad vertiginosa, no nos impide recordar que fue un día como hoy, 28 de Octubre, pero de hace 42 años cuando con la decidida, entusiasta y sana participación del Sr. Licenciado Nicolás Salinas Sotelo, de un servidor y de 20 abogados mas, fundamos lo que entonces llamamos Barra de Acapulco, .A.C. Colegio de Abogados.

“Sabíamos muy bien lo que queríamos y esperábamos de este cuerpo colegiado. Con el propósito bien intencionado, entre otros, de influir positivamente en el ámbito de la procuración e impartición de justicia , para hacer prevalecer, por sobre todas las cosas, el imperio de la ley y que actualmente dicha expectativa se ha adoptado como lema de nuestra agrupación profesional.

“Muchas y variadas han sido las vicisitudes por las cuales ha transcurrido la vida de la Barra y que producen alegrías y tristezas que han venido a formar parte del libro de oro de nuestros recuerdos.

“Una gran alegría, por ejemplo, significó el haber acompañado como delegado a nuestro presidente fundador a la Asamblea Solemne Constitutiva de la Federación de Barras, Colegios, y Asociaciones de Abogados de la República Mexicana, actualmente Federación Mexicana de Colegios de Abogados , A.C. en la ciudad de San Luis Potosí, en donde la actividad que desempeñamos propició que el Lic. Nicolás Salinas Sotelo, quien encabezaba la representación de nuestra Barra en esa Asamblea Solemne Constitutiva fuera elegido vicepresidente y no nos trajimos la presidencia, porque entonces su evidente juventud contrastaba con la edad avanzada del Dr. Vicente Gómez Jr., por lo que la edad y el grado académico influyeron en la decisión final, habida cuenta que en ese entonces un doctorado era poco común.

“En contraste, una gran tragedia la vivimos cuando fue asesinado artera e impunemente nuestro presidente Nicolás Salinas Sotelo, en la dirección de la Escuela Superior de Turismo de la U.A.G. de la cual era el titular y para honrar su memoria le pusimos su nombre a la Biblioteca Pública Especializada que está en la planta baja de nuestro edificio sede.”

“Es de recordar que al inicio, al no contar con un edificio propio, su domicilio estaba en el despacho del compañero que detentara el cargo de presidente en turno, con las consabidas peripecias al respecto, lo cual motivó algunos contratiempos en trámites que un presidente puso en orden para darle solidez jurídica a nuestro inmueble sede. Anteriormente y merced a la generosidad de un gobernador del estado, también barrista honorario y ya fallecido, se obtuvo la adquisición del predio en donde actualmente está nuestro edificio .

“Y es en ese devenir de nuestra Barra que logramos ser uno de los dos cuerpos colegiados de la rama de la abogacía, por disposición legal, que tiene su registro en la dirección de Profesiones del estado, cumpliendo con este requisito normativo.

“En la existencia de la Barra, como en toda organización humana, ha habido aciertos y errores en su conducción y en su administración, sin embargo el hecho de que en esta fecha y en este lugar estemos celebrando el cuadragésimo segundo aniversario de su fundación, habla mucho de la constancia , y de la perseverancia de nuestros agremiados para mantenerla viva.

“Sin embargo no es ello suficiente, sino que la tarea solidaria de todos nosotros es y debe ser que vuelva a recuperar el prestigio que inicialmente tuvo y que sea un factor obligado de referencia tanto para los organismos estaduales como para la ciudadanía toda, como parámetro válido en las actividades jurídicas que les competan. Y en nuestra Barra hay talento entre sus miembros, hay voluntad, todo es cuestión de solidarizarse con el objetivo de mejorar en grado superlativo la profesión de los abogados, el darle una jerarquía mayor al gremio y no solo a los barristas, sino acrecentar y garantizar la calidad, la honradez , la capacidad y la integridad al ejercicio de nuestra profesión y uno de los caminos idóneos para su logro es luchando por la institucionalización de la colegiación, si no obligatoria sí optativa, así como resulta indispensable y urgente la certificación para su ejercicio, habida cuenta de que al imponerse la certificación, por ley, concomitantemente con los códigos de ética de cada colegio de profesionales del derecho, estaremos dando un gran paso en la dignificación en el ejercicio de la misma y, en consecuencia, se menguará en una gran proporción la competencia desleal que producen los llamados abogados “diesel” (dice él) o “coyotes”.

“Actualmente estamos en el camino correcto. Hay objetivos concretos, entusiasmo y voluntad para lograrlos. La realidad circundante nos apremia. Sigamos este camino y estoy seguro que todavía habrá muchos años mas de celebraciones como ésta, que hablarán de nuestros logros en aras de la superación en el ejercicio profesional de los abogados y, concomitantemente, del imperio de la ley”. O usted, atento lector, ¿qué opina?

Ceremonia de egreso 2012 UAA

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Por Fernando Reyes Baños


Siempre resultará gratificante ser elegido para decir algunas palabras durante una ceremonia de egreso en la que, entre las generaciones salientes, le correspondió el turno de pasar por sus diplomas a quienes vio uno crecer a lo largo de cada uno de los semestres que duró su carrera (psicología); por lo anterior, me pareció interesante compartir aquí, estimado lector(a), el breve discurso que pronuncié el pasado viernes frente a una audiencia integrada por los egresados, pero también por por sus familias, docentes y amigos. Participar en eventos así, repito, resulta gratificante, porque más allá del reconocimiento que implica: aplausos, felicitaciones y comentarios positivos, conlleva la posibilidad de trasmitir un mensaje y el impacto, más o menos intenso, que uno pueda aportar a la audiencia.

A continuación, el discurso en cuestión:

Buenas tardes. Agradezco a los honorables miembros del presídium, al Sr. Rector, Directores y padrinos de graduación, por la valiosa oportunidad de ser el portavoz de los maestros en esta importante ceremonia del mensaje a los egresados de licenciatura y maestría.

Debo confesar que, cuando me solicitaron decir algunas palabras en esta ceremonia, me quedé frío, porque pensé: ¿qué palabras podrían enarbolar un evento que por sí mismo debería evidenciar el logro que cada uno de los egresados ha alcanzado a lo largo de los años gracias a su esfuerzo, tiempo y dinero invertidos?

Porque, veámoslo desde el ángulo que sea, que ustedes estén aquí ahora es una prueba fehaciente de un logro meritorio, digno de celebrarse y reconocerse. Tan es así que todos o la mayoría de ustedes está pensando en este momento en la “otra celebración”, esa que seguramente, se caracterizará por la alegría y el júbilo que son propios de la juventud. ¿Y saben qué? Celebrar este momento, con solemnidad o de manera más informal, me parece lo más pertinente que podría hacerse.

Así que jóvenes, por favor, celebren, vitoreen, griten su triunfo a los cuatro vientos, que todos se enteren de su logro, porque se lo han ganado, pero (y perdón si de pronto parezco un aguafiestas)… exactamente, ¿qué es lo que estamos celebrando? Porque si estamos coincidiendo aquí y ahora para celebrar “la terminación” de sus estudios, jóvenes egresados, siento decírselos: la verdad es que apenas están por terminar la base de lo que podría ser un gran edificio. ¿Cuán alto, sólido o majestuoso podría ser éste? Eso depende de muchas variables, pero entre ellas la más importante, como podrán fácilmente deducirlo, es cada uno de ustedes.

Asumámoslo: APRENDEMOS PARA TODA LA VIDA. Si piensan que leer libros, hacer consultas y estudiar ha quedado en el pasado a partir de ahora, olvídenlo, porque… ¡Imagínense! Todavía tienen que titularse, obtener su cédula profesional, conseguir trabajo o autoemplearse, volverse autosuficientes, tener experiencia, ganarse un prestigio y un largo etcétera que podría admitir un sinfín de posibilidades.

Pero, ¿cuál es la buena noticia? Por si no se han dado cuenta son los más afortunados entre los suertudos, porque poseen un tesoro por demás envidiable: juventud, ¿cómo le llaman algunos?: “divino tesoro”. Cada uno de ustedes representa un punto de intersección entre múltiples posibilidades. De los pasos que den justo cuando salgan de este auditorio, de los espacios en los que decidan estar mañana, de las decisiones que tomen la próxima semana, de las personas con las que traten durante su primer puesto de trabajo, lo que se les ocurra, dependerá dónde se encuentren en los años venideros, justo como ahora están aquí debido a todas las decisiones que tomaron antes de que disidieran acompañarnos en esta ceremonia. Somos responsables por más de lo que a veces siquiera imaginamos.

Por eso mismo, el momento que están viviendo ahora tiene una doble cara: por un lado, es el momento propicio para que hagantodo lo que quieran hacer (“el cielo es el límite”, dicen), suyos pueden ser los sueños, los proyectos y las metas que deseen alcanzar, suyas pueden ser las ganas de luchar, de esforzarse, de caer y volverse a levantar con tal de ser felices, pero recuerden… por otro lado, siempre existirán fuerzas que intentarán boicotear sus bríos: la apatía, la desidia, la indiferencia, creer que la vida les debe algo, pensar que basta con esperar para que las cosas se les den, conformarse con lo que los demás digan que deben ser y hacer, y otro largo etcétera que, afortunadamente, no es interminable.

Sor Juana Inés de la Cruz demostró en su tiempo, que toda verdadera educación culmina en la autoeducación. Lo que su legado no significa es que corran y busquen hacerse de un saber enciclopédico, sino que se den cuenta del valor que les es inmanente como personas, es decir, que descubran en ustedes al mejor maestro, una guía personal que les permita desarrollar con respeto, humanismo, autonomía, dignidad y libertad, una relación positiva con sus semejantes, con el mundo y consigo mismos.

¡Ay caramba!, dijera ese travieso personaje amarillo de las caricaturas, quizá debamos reconocer que lograr esto no sea cosa fácil. Sería indispensable aprender, por ejemplo, a pensar sobre lo que pensamos, volvernos más reflexivos, para hacernos conscientes de la realidad de quienes nos rodean (incluyendo la nuestra, desde luego), y constatar lo que, desde nuestro fuero interno, ya sabíamos: que somos personas de carne y hueso, que nos comportamos de acuerdo con nuestras historias de vida, así como también en relación con nuestras creencias y los recursos que tenemos en cierto momento.

Dicen que “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Permítanme ahora aportar una piedra a esa vereda, un consejo, vaya (recuerden: con la mejor de las intenciones), y decidan ustedes mismos a dónde podría éste conducirlos si deciden tomarlo: aprendan a leer la realidad, pero no la que nos muestran los que tienen el poder o los que tienen la ventaja de manipular la información, sino la que estamos viendo y viviendo como sociedad: la incompetencia, la injusticia social, la corrupción y su impunidad, entre otras, y conviértanse, desde el ámbito en el que se desarrollen, en agentes de cambio que afecten, de algún modo, su entorno. En este punto, espero, hayan caído en la cuenta de que mi consejo es también objeto de lo mismo que estoy aconsejándoles hacer. La decisión de considerarlo útil es, como recordarán, suya, lo que podría valer también para muchas de las decisiones que llegarán a tomar en un futuro mediato e inmediato.

Imposible terminar mi intervención sin hacerles notar algo de primer orden: mira, por favor, hacía acá, hacia allá y más allá… ¿recuerdan que mencioné al principio que aplaudieran SU logro? ¡¿Pues qué creen?! Justo es reconocer que su triunfo no les pertenece solamente a ustedes, porque en él han colaborado muchas otras personas que, a lo largo de estos años, los han acompañado, en las buenas y en las malas, para que hoy puedan decir con orgullo que han terminado su carrera: sus profesores, directores, compañeros de clase, amigos y, sobre todo, sus padres (o tutores), quienes les han apoyado, incondicionalmente, para que hoy estén aquí, con su frente en alto y diciéndole al mundo: “mundo, prepárate, porque ahí te voy”.

A ellos, todo nuestro reconocimiento, porque son los héroes que tras bambalinas encumbraron a los hombres y mujeres que hoy, sentados aquí al frente, representan toda nuestra esperanza en un mundo mejor.

Finalmente, terminaré esta reflexión sobre lo que significa un momento como éste, con algunas palabras de Mario Benedetti que, ciertamente, reflejan mucho mejor el mensaje que quise compartir con todos ustedes:

“Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.”

Muchas gracias

¡Feliz año 2013!

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Por Fernando Reyes Baños




La celebración de la noche del 31 de diciembre puede representar muchas cosas según la perspectiva que cada quien tenga acerca del final de un año y el inicio de otro.

Para algunos puede ser motivo de felicidad y para otros de tristeza. Para ciertas personas esta fecha no es importante, para otras es solo un pretexto para hacer otra gran fiesta. Lo cierto es que, independientemente de lo que signifique para cada uno, lo que importa es que todos los que vivimos ahora tenemos una oportunidad más para vivir este momento como mejor nos parezca, con los recursos que tengamos a la mano y con las personas que nos acompañen (en cuerpo o solo virtualmente), cuestión que podríamos valorar más quizá, si pensáramos que no todos podremos vivirlo "como se supone que debe hacerse" (la tradicional cena familiar, mucha comida y diversión). Pienso, por ejemplo, en los familiares de un paciente gravemente enfermo que pasarán esta noche en vela o durmiendo en los fríos pasillos de un hospital, en las personas que no tienen un techo que los cobije y en todas esas personas que ya no están entre nosotros porque se adelantaron a recorrer ese camino que todos, tarde o temprano, también tendremos que transitar.

Por eso (y por ellos), creo que esta noche puede representar, además de una oportunidad para festejar por el año que viene y despedir el año que se va, un momento para reflexionar sobre lo que hicimos (y no hicimos) en el año que está por terminar, para agradecer por las cosas buenas que vivimos (y también por el aprendizaje que las cosas malas nos dejaron) y para formular nuevos propósitos para el año que viene, propósitos que nos acerquen a nuestra humanidad, a nuestro ser en cuanto seres efímeros que contamos con solo unos años para cumplir con un propósito en este mundo.

Mi aportación, como un estimulo para ese momento reflexivo para el cual quizá podamos buscar un momento en el transcurso de esta noche tan especial, es un pequeño cuento de Jorge Bucay titulado "Brevedad":


"He nacido hoy de madrugada
viví mi niñez esta mañana
y sobre el mediodía
ya transitaba mi adolescencia.
Y no es que me asuste
que el tiempo se me pase tan aprisa
solo me inquieta un poco pensar
que tal vez mañana
yo sea
demasiado viejo
para hacer lo que he dejado pendiente."


¡Feliz año 2013 a todos los lectores, colaboradores y amigos de Periplos en red! Les deseamos a todos felices publicaciones e interesantes lecturas para este año. ¡Saludos!

Reseña de la novela: Manik. Viento que pasa

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Por Edgardo Argüelles


Título: Manik. Viento que pasa. La leyenda de la montaña azul. Autor: Edgardo Argüelles. Primer libro de trilogía que enlaza las vidas de personajes a partir de una leyenda. La palabra “Manik” significa viento que pasa.

Aunque no es una novela histórica el lector podrá transportarse a un período de la historia registrada de la humanidad, hacerse preguntas sobre la veracidad y antecedentes de ciertos hechos considerados únicos e históricos, convirtiéndose en acompañante invisible de los protagonistas. El autor toma nombres de ciudades reales relacionándolas con otras imaginarias, las conocidas históricamente son conservadas en el mismo lugar.

En montañas del centro de Europa se conforma una historia de hace setecientos años que transcurre durante siete, en los que un joven se convierte en hombre, y otro hombre renace de entre sus profundas heridas interiores, mientras un viejo hechicero da luz, sabiduría y magia a algunos eventos que irán encadenando en una peligrosa realidad a varios hombres y mujeres, convirtiéndolos en juguetes del poder tras el trono, en una época en que atreverse a pensar podía costar la vida a quien lo hiciera y a quienes le rodeaban.

Un enigma obtenido con sangre en un lugar mágico da inicio a esta historia. Un impensable encuentro con una manada de lobos liderada por un agresivo y magnífico ejemplar, tornará inexplicable su actitud hacia aquel joven. El hechicero, convertido en mentor del hijo de su amigo muerto, lo encarga a un grupo de criadores de caballos cuyo jefe es un viejo amigo de toda su confianza con muchas experiencias.

Ese jefe de grupo conforma con varios hombres una granja en donde además de criar caballos, encuentran una forma de sobrevivir y rehacer sus maltrechas vidas. Algunos de ellos son fríos asesinos con una extraordinaria capacidad de matar a la menor provocación, y a veces sin ella. Ellos serán los maestros, compañeros, amigos y nuevos hermanos de aquel muchacho que bajó de las montañas con una extraña marca, un enigma que tendrá que descifrar mientras se enfrenta al mundo de aquel tiempo.

Una serie de perturbadores acontecimientos envolverán con traiciones y situaciones inesperadas al grupo, mientras el gran lobo jefe de manada, temido en la región, realizará con hostilidad reclamos al nuevo discípulo que será tomado junto con otro miembro del grupo como rehenes del poder tras el trono. Con ello se inicia otra etapa de una complicada historia en la que el poder avasalla a esos súbditos, encadenándolos sin grilletes a una a veces humillante forma de realizar encomiendas inexplicables, en las que la historia tomará diferentes giros, rodeados de aventuras y envueltos en traiciones, intrigas, esperanzas fallidas, muertes, amor, lealtad, venganzas, castigos, enfrentamientos malignos, magia, y momentos demostrativos de la naturaleza humana. Desde los inhumanos actos de esclavitud moderna, hasta el renacer de un hombre a quien la vida le había pisoteado lo mejor de sí mismo, llevando a lo más alto de la escala de valores a una hermandad sojuzgada y humillada.

Es una novela con varias facetas, que más allá de originales aventuras muestra la crueldad en el género humano, el abuso con los semejantes, las costumbres de una época en la que el amor ha podido sobrevivir y la amistad ha brindado toda la nobleza que guarda el corazón del hombre, teniendo que ser muy duros para sobrevivir en el mundo de la hostilidad que siempre está presente.

Una historia que no es para contarse, hay que vivirla. Y como la vida, entenderla y guardar lo que uno desee al interior, allí donde cada quien esconde algo que se convirtió en sentimiento, de esos que los seres humanos tenemos, y que alguna vez una expresión, una imagen o un recuerdo nos hace reencontrarlo.

Este libro es la primera parte de esa historia.

Nota: La primera edición fue impresa en Estados Unidos en español (365 páginas) y su precio final fijado en dólares por la editorial, ubicando al libro fuera del mercado. Por tal motivo, actualmente está disponible como libro electrónico. Si existiera cierta demanda que cubriera el costo normal de nueva impresión en éste País (México) se les haría saber a quienes manifestaran su interés.

Los comentarios y pedidos, si los hubiera, favor de hacerlos a palabrasenelsendero@hotmail.com o al mail del autor edgardo.arguelles@hotmail.com.

El origen

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Por Fernando Reyes Baños

Así lucía el primer número de la revista (que para ser justos con las medidas de las cosas deberíamos llamarle folleto), cuya evolución, primero en papel, luego en papel y de manera electrónica también, para finalmente seguir como un blog en Internet únicamente, dio origen a lo que actualmente llamo Periplos en red.



En aquel entonces, me refiero al año 2004 aproximadamente, los folletos estaban destinados para el estudiantado de la universidad en la que trabajo. No para todos los estudiantes desafortunadamente, pues los limitados recursos con los que contábamos para su difusión solo permitían imprimir, y a veces (¡Oh colmo de las desdichas!) fotocopiar tan sólo, un número limitado de ejemplares (250 cuando había suerte). Incluso la parte operativa que permitió la publicación y circulación interna de este primer número no corrió a cuenta mía (el Lic. Juan Carlos Nava me ayudó con esa parte durante los primeros números que se lanzaron).

Lo demás es historia. El entusiasmo por el folleto Peatones comenzó a crecer (por lo menos para mí) y, poco a poco, comenzaron a ocurrir algunos cambios: del título PeAtOnEs se pasó al de PERIPLOS, de la leyenda "Estrategias para encontrarse entre las enseñanzas y el estudio" se pasó a la de "Travesías para el aula y mucho más..." (por sugerencia de la entonces colaboradora Lic. Natalia Betancourt Suárez), entre otros más, hasta que finalmente la versión impresa del folleto dejó de existir y, desligándose también del directorio que hasta entonces había acompañado cada publicación, opté por continuar la publicación de los artículos a través del blog únicamente, el cual administro desde el año 2005 (si, hace 6 años, no hace 3 como muchos bloggeros dicen cuando autocelebran el aniversario de su blog) y que, gracias a la colaboración de muchas personas que han ofrecido sus letras, inspiración y conocimientos para escribir comnigo en este mismo espacio, comparto ahora no sólo para quienes se encuentren en una institución, sino para todos los que deseen ingresar a él, con muchas menos limitaciones que entonces.

No sé cuantos lean ahora nuestros artículos. Pero cada vez que un lector me dice que sigue las publicaciones del blog, incluso cuando alguien comenta un post (mío o de cualquier otro colaborador), la emoción sigue siendo la misma: ¡Gratificante a más no poder! A todos: lectores, comentaristas, colaboradores y a todos los que nos han apoyado a lo largo de estos años un millón de gracias

Tocando fondo. Una novela sobre el devastador mundo de las drogas

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De María Ascensión Rivera Serván

Llevaba varias horas vagando sin rumbo fijo, con una sola idea martilleándole en la cabeza: ¡no fumar! ¡No fumar!

En su bolsillo, el dinero para pagar el piso y comprar cosas a su pequeño.

Al pasar por la calle donde se concentraban los yonquis, cerró los ojos y corrió varios metros, chocando, trastabillando con los coches aparcados. Doscientos metros, cien metros le quedaban hasta llegar a su casa y ya no saldría, lo habría conseguido ese día.

La saliva se le espesaba en la boca, un nudo en la garganta le impedía tragar. Se encontraba mal, lo necesitaba pero no podía, no debía… De repente, a cuatro pasos de su portal, giró en redondo y corrió, corrió con todas sus fuerzas, sacó el dinero a empujones, tirándolo con su impaciencia y, en su loco desvarío, cedió.

Cuando despertó eran las cinco de la madrugada. Todo estaba oscuro a su alrededor. Estaba tendido en el suelo y solo. Los demás se habían ido. Ni siquiera se había dado cuenta. Cada vez necesitaba más cantidad de droga para sentirse vivo, ¿o quizá estuviera muerto? Ya incluso mezclaba varias sustancias para sentirla entrar mejor. Miró hacia arriba y no vio en el cielo ninguna estrella. Sintió miedo. Se levantó despacio y caminó pesadamente hacia su casa, con un poco de suerte le diría a su mujer que había estado trabajando toda la noche, pero… una sorpresa le aguardaba al entrar; ni su mujer ni su hijo le esperaban.

Una nota tirada en el suelo con rabia, decía estas escuetas palabras: “¡Te dejo! ¡Ya no puedo más!”.

El texto anterior es un fragmento de la novela Tocando fondo de María Ascensión Rivera Serván, escritora española cuya obra fuera publicada en el año 2007 por la editorial El tercer nombre de Madrid, quien desde el año pasado nos ha concedido el honor de participar en nuestro blog con sus emotivos y siempre gratificantes poemas y que, en esta ocasión, nos brinda la oportunidad de conocer su obra más a fondo.

Al respecto su autora comenta:

Una vez leída esta novela, la reflexión profunda que puede hacerse es que el mundo de las drogas es devastador y que si no se tiene la fuerza de voluntad suficiente, el tesón necesario, el apoyo suficiente por parte de la familia, esposa e incluso hijos, el drogadicto no podrá jamás abandonarlas. Si por propia voluntad no puede hacerlo a pesar de este gran apoyo entonces se debe buscar una ayuda especializada por parte de Psicólogos o terapeutas e incluso internarse en algún Centro especializado para drogodependientes.

Para que una persona pueda abandonar las drogas tiene que apartarse también del entorno relacionado con el consumo de las mismas.

La familia y todo lo que rodea a la vida de los drogodependientes se destruye en el intento de curación y, sobre todo, si son ayudados por terapias salen a la luz sentimientos difíciles de expresar y todas las carencias afectivas que ha causado la convivencia en la familia con padres y hermanos, esposa e hijos y no todos los miembros de una unidad familiar son capaces de afrontar este proceso o no están preparados para ello influyendo muchísimo la propia educación y cultura que se tenga sobre la droga.

No hay que olvidar jamás y esto es lo más importante que un drogadicto es un “enfermo” y como tal hay que tratarle.

Tocando fondo es una novela “real, valiente y dura” cuyo contenido, a consideración de quienes la han leído y comentado en la red, despierta consciencia, provoca la reflexión y el sentir del lector, siendo capaz incluso de incentivar en quienes se internan en sus páginas el cambio en su forma de ver el mundo de las drogas; de manera sucinta, Tocando fondo narra la siguiente historia:

Miguel es adicto a las drogas desde pequeño. Tras casarse con Lidia y nacer su hijo, su adicción alcanza límites que ya no puede controlar. Ella lo abandona y es entonces cuando su familia interviene. Las sospechas que ya tenían algunos de sus hermanos se convierten en la certeza de una cruel realidad. ¡Miguel es un drogadicto!

Sus padres y hermanos se reúnen y cogen por sorpresa a Miguel que, viéndose atrapado y sin salida, decide aceptar la ayuda y el apoyo que le prestan. A cambio debe ingresar en un Centro de Desintoxicación. El ha recorrido ya sin resultado alguno, toda clase de centros que utilizaban la metadona como base de su tratamiento.

Pero el requisito imprescindible para poder entrar en éste es “pasar el mono” sólo, sin tranquilizantes ni relajantes. Miguel no lo soporta y tienen que llevarle a urgencias. Su vida corre peligro sin ayuda médica. Respaldado por el informe del Hospital es aceptado en el Centro.

Las terapias son muy duras. Para poder curarse tiene que averiguar por qué ha llegado a consumir toda clase de sustancias. Comienza entonces un largo y desconcertante viaje hacia su interior en el que se encuentra con sentimientos hacia su familia a la que él ama, tan dispares entre sí como el odio, envidia, celos, desconfianza, inseguridad, rechazo y abandono. Tampoco se acepta a sí mismo como un enfermo. Se siente cruel e irresponsable. El mayor dolor es no ver crecer a su hijo. No puede soportarlo, abandona el Centro y vuelve a consumir.

Durante ese tiempo la enfermedad de su padre, José, se agrava. Miguel decide volver de nuevo y continuar la terapia y, estando allí, su padre muere. Ahora se ve miserable y ruin. El peso de su culpabilidad lo aplasta y nuevamente abandona. Más tarde intenta de nuevo la lucha en la unidad de desintoxicación de un Hospital pero tampoco lo puede aguantar porque ya no le queda nada por lo que luchar.

Solo y abatido, sin dinero para regresar, perdido en sus pensamientos, hundido en la desesperación de sus propios reproches, Miguel llora. Un anciano se le acerca y le da dinero para una llamada telefónica y le infunde valor. Sin saber por qué le recuerda a su padre.

A partir de aquí inicia el regreso hacia su recuperación. Este recorrido es duro para él y en el camino sufre la tiranía de su hermano Darío, que se convierte en su peor enemigo. Pero Miguel encuentra la fuerza para luchar buscando una luz en la oscuridad del túnel que le rodea. La palabra libertad es para él ahora su única meta.

La palabra “libertad”, que a veces utilizamos de manera tan trivial sin darnos cuenta de todo lo que puede implicar realmente, adquiere tal importancia en la obra de María Ascensión Rivera Serván que, en las últimas páginas de Tocando fondo, aparece en una significativa nota final:

He acabado esta historia y no veo a Miguel totalmente desenganchado de las drogas, pero veo en sus ojos la luz de la esperanza y leo a veces en sus labios la palabra “voluntad”.

Continúa con esa gran impaciencia y ansiedad que nunca ha sabido controlar y que hace que no termine nada, pero tengo la confianza de que le sirva para llevar a cabo buenas cosas y, sobre todo, para reconstruir su felicidad. ¡Lo más importante de todo es que quiere luchar!

No consume cocaína. Bebe poco y ya casi ha dejado de fumar. Ha vuelto con su mujer y su hijo, que hará su Primera Comunión dentro de poco. Ese niño ha cambiado su sonrisa triste por un brillo especial en la mirada porque tiene a su padre a su lado.

En un principio dediqué este libro a José y a Miguel, y es el fruto de una promesa que he cumplido, pero también va dirigido a todos aquellos que, como él, por una u otra razón, han vivido, viven o puedan vivir en el atormentado mundo de las drogas.

A todos ellos quiero decirles que jamás olviden la palabra ¡LIBERTAD!

Para el lector interesado en saber más sobre Tocando fondo de María Ascensión Rivera Serván, puede consultar la página donde la editorial El tercer nombre la colocó en la red y en donde además podrá adquirir la obra*; incluimos también un vínculo donde el lector interesado podrá ver una entrevista a la autora sobre su libro.

* Nota:  Los beneficios de esta novela son donados íntegros para la lucha contra la drogodependencia

Capacitación y análisis de precios: relato de una experiencia laboral

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Por el Ing. Sergio Amaya Santamaría


Soy ingeniero civil con muchos años de experiencia. Hasta últimas fechas he estado en un rincón, más que en el retiro, pero como aún me encuentro bien físicamente. Me puse a ocupar mi tiempo en algo constructivo y qué mejor que plasmar mi propia experiencia en algo que denominé Curso Práctico de Precios Unitarios. Lo llamé así, porque generalmente este tipo de materias están rodeadas de rollos interminables que no conducen a ninguna parte. Pensé en los jóvenes estudiantes, quienes tienen que elaborar presupuestos para sus proyectos escolares y me vi a mi mismo, hace ya 47 años, egresando como Ingeniero y con una notable incapacidad para elaborar un presupuesto razonable.

Así pues, me senté ante mi computadora y empecé a escribir y a describir mi forma de hacer los precios unitarios. Como comprenderán, en todos esos años he pasado por infinidad de empresas y dependencias, tanto como empleado, como contratista y he ido recogiendo un poco aquí y otro poco más allá. Mis años de residente en campo me enseñaron a determinar los rendimientos de los trabajadores; las largas sesiones de revisión de precios en medios oficiales, me fueron centrando. Todo ello ha coadyuvado a lograr tener el curso. Me llevó casi un año y medio hacerlo.


Pero de nada me servía tenerlo en mi computadora, era necesario ofrecerlo a los posibles usuarios, entonces pensé en una página web. Conseguí dinero y la hice, con la peregrina intención de poder obtener algún ingreso mediante la publicidad en la página. El objetivo primario se cumplió, que fuese gratuito; durante dos años fue visitada por cerca de cuarenta mil usuarios, pero no se pudo comercializar. Viendo la imposibilidad de seguir sosteniéndola, me acerqué a los blogs, que son gratuitos, y puse el curso en uno: www.preciosunitariosonline.blogspot.com, debo decir que ha tenido una buena aceptación, pues han tomado el curso 162 personas. Con una me hubiese sentido satisfecho. Así las cosas, la página original murió por falta de dinero, pero el curso continuó. Fue cuando ocurrió el milagro: antes de terminar el tiempo de la página, alguien se dio cuenta de ella y me contactó para ofrecerme la posibilidad de impartir dicho curso a un grupo de profesionistas de una paraestatal. Desde luego acepté, pues es una forma de mantenerme ocupado, ganar un poco de dinero y, sobre todo, pasar mi experiencia a otras personas.

La experiencia fue buena (diría yo que muy buena). Fueron 16 profesionistas de diversas carreras: una arquitecta, una ingeniera mecánica, un ingeniero químico, dos ingenieros civiles, tres ingenieros electricistas, varios ingenieros en electrónica, etc. Todos ellos encargados de supervisar obras de sus especialidades. Menudo problema, pues la mayoría no sabía, ni les interesaba saber acerca de los precios de obra civil.

Primer objetivo: hacerles ver que un precio unitario se puede analizar igual para cualquier especialidad, tanto para costear un metro cuadrado de muro de tabique; para ver cuánto cuesta colocar una tubería de acero de 24 pulgadas; para conocer el costo por litro de tratamiento de aguas residuales, etc.

El segundo punto era hacer que les interesara aprender la materia, misma que les ayudaría a realizar el trabajo que tenían encomendado. Así pues, luego de las presentaciones y momentos protocolarios, les hice una evaluación inicial para saber qué tanto conocían, desde luego fueron pruebas anónimas (a fin de no avergonzar a nadie), siendo lo más importante conocer el nivel del grupo en la materia. El resultado promedio fue de 1.2; ahí me di cuenta que es más fácil sembrar en tierra nueva que en otra que esté contaminada por otras substancias. Debo aclarar que es un curso de 30 horas, menos las cinco últimas, en que se hace la evaluación final, se entregan reconocimientos y se hace la clausura oficial. Total, 25 horas escasas para cumplir con los objetivos.

Después de una breve introducción a la materia, empecé a comentarles acerca de los materiales que se utilizan para la obra civil, cosa nueva para casi todos. Luego mencionamos la mano de obra y sus costos indirectos. Total desconocimiento, pues la mayoría han sido empleados en sus años de vida profesional. Hablamos luego de las máquinas que se ocupan en la obra y, poco a poco, fueron adentrándose en la materia. Hablamos de rendimientos, de combustibles, de costos horarios, etc. Así fuimos entrando en los análisis de los precios; un problema, aún para los civiles, son los rendimientos de la mano de obra, huelga decir que no hay manuales para ello, pues generalmente se van aprendiendo con la práctica y he aquí que les hablé de la “imaginación lógica”. ¿Qué es eso?, preguntaron. Pues es la forma de imaginar una situación cualquiera partiendo de un caso conocido, por ejemplo: si hemos visto cómo se coloca un tubo de cobre (tal vez lo hayamos visto en casa, en el trabajo, etc.), partiendo de ese conocimiento, imaginamos lo que se tardaría un plomero en soldar un codo de cobre. A eso llamo yo “imaginación lógica” y captaron la idea. A media semana hicimos una evaluación económica, con cinco preguntas en sus cuadernos; el resultado fue satisfactorio.

Por requerimientos de la paraestatal, había que tocar puntos de un cuestionario que yo ignoraba y que estaba enfocado a sus propias actividades, referente más a control de la obra que a análisis de precios, pero como ya teníamos las bases del curso, entonces referí la importancia de conocer los costos para un mejor control de la obra. Hablamos de lo que es un proyecto ejecutivo y sus alcances, cosa nueva para los más; de cómo revisar un presupuesto, entrando a conocer el método para determinar el indirecto de una empresa, incluyendo impuestos y utilidad. Llegamos así a la evaluación final, anotando nombre, cargo y No. de personal. Me enorgullece decir que el promedio quedó entre 8.5 y 9.0, pues dos personas con poca asistencia por motivo de trabajo, obtuvieron 6 y 7 de calificación. Tuve la fortuna de contar con la participación de personas dispuestas a aprender y de que el curso es práctico, ya pudiendo acudir cada uno a lo teórico si considera que le ayudará. En lo personal, como Instructor, fui calificado con 9.5, algo también satisfactorio.

Para los colegas que no quieran batallar mucho, pero requieran matrices de precios determinados, vean www.mispreciosunitarios.blogspot.com en esa página hallarán más o menos 200 matrices de obra civil, suficientes para costear una obra media.


Mayo, 2009

Análisis del diálogo platónico "teetetos o sobre la ciencia": el escepticismo

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Por: Roxana Cortés Molina

El escepticismo es una doctrina filosófica que niega o cancela la posibilidad de alcanzar la verdad. Haciendo una referencia histórica, en Grecia nació el primero de los grandes pensadores escépticos: Pirrón. En él, se encuentra la forma más extrema de escepticismo, pues su propia vida fue una prueba de incredulidad ante el mundo mismo, tratando así de “despojarse de su humanidad”[1] al intentar llegar al punto en donde la conciencia o pensamiento le fueran nulos o inexistentes.

Otras formas de escepticismo fueron desarrolladas por Enesidemo y Sexto Empírico. El primero practicó el escepticismo clásico, el cual consistía en un tipo de fenomenismo, ya que si se creía en lo inmediato a la conciencia, es decir, en las apariencias, no había cabida para poder conocer la realidad de las cosas. Sexto Empírico desarrolló el fenomenismo, pero de manera lógica; él creía que no había porque no encontrar relaciones entre los fenómenos regulares y así poder influir sobre estos.

Esta doctrina llega después del auge griego que se da gracias a Sócrates, Platón y Aristóteles, de quienes no se podría afirmar que profesaran escepticismo, por ello, la intención de este ensayo es analizar el diálogo “Teeteto o Sobre la Naturaleza” de Platón para aclarar la respuesta hacia la cuestión: ¿qué es el conocimiento?, ir en búsqueda de argumentos que nos relacionen con el escepticismo, y, sobre todo, que nos lleven a esclarecer el planteamiento de esta doctrina.


I) La interrogación acerca de la naturaleza del conocimiento

1.1 Discusión acerca del significado del conocimiento

Ante la interrogación de Sócrates acerca de la naturaleza del conocimiento, Teeteto afirma primeramente que éste es igual a la percepción. Teeteto admite la imposibilidad de percibir mediante una facultad, por ejemplo, la vista, lo que se percibe por otro medio, como el oído. En un saber vulgar o cotidiano, nos encontramos diariamente con percepciones, como lo pueden ser el sonido o los colores, cuyas formas de identificarlos se dan gracias a que tenemos ciertos órganos o sentidos que nos auxilian, empero, “¿Por medio de qué órgano opera la facultad que te da a conocer lo que tienen en común todas las cosas y éstas en particular, como el “es” y el “no es” con el que te refieres a ellas (…)?” [2] Aquí es cuando se cae en la cuenta de que el conocimiento no tiene como medio a los sentidos únicamente, puesto que debería entonces haber alguno que aprehendiera la unidad y pluralidad, semejanza y desemejanza, identidad y diferencia y al ser y al no ser. ¿Qué es, pues, lo que nos ayuda a conocer? Teeteto responde, después de analizar la cuestión socrática, que es el alma la que examina por sí misma lo que es común en las cosas.

Así, la verdad de algo no se puede conocer sin antes conocer la de su ser, y con ello tampoco se puede saber sin alcanzar la verdad. Sócrates afirma: “El saber no radica en nuestras impresiones, sino en el razonamiento que hacemos acerca de éstas. Aquí, efectivamente, es posible aprehender el ser y la verdad, pero allí es imposible” [3]

1.2 Puntos de vista acerca de la naturaleza del conocimiento

La conceptualización del conocimiento llega entonces a otro nivel, ante el cual el mismo Teeteto concuerda con que el verdadero conocimiento versa sobre lo universal y lo permanente, y no sobre otras definiciones repasadas por Teeteto, como lo fueron:

  • El conocimiento es igual a percepción.
  • El conocimiento (o ciencia) descansa sobre juicios verdaderos.
  • El conocimiento es un juicio verdadero acompañado de una explicación.


II) Protágoras

Protágoras profesa el relativismo. Su famosa frase: “El hombre es la medida de todas las cosas” nos lleva a pensar que cada hombre tiene su propia verdad y con ello, lo criticable en una idea central, sería: ¿cómo puede llamarse Protágoras profesor de una doctrina que afirma que cada persona es su propia fuente de conocimiento?


III) Relación o argumentos escépticos en el diálogo

En el diálogo, Sócrates figura que no podemos aspirar a tener conocimiento analizando la realidad a partir de los sentidos, es decir niega la posibilidad del conocimiento a través del mundo material, si esto es relacionado con los escépticos, encontramos como similitud:

  • La imposibilidad de conocer el mundo real por medio de los sentidos, recalcado esto con Pirrón, puesto que él encontraba al mundo sensible como prácticamente nulo ante el conocer humano.
  • Recordando a Enesidemo, se defiende el hecho de que aunque no podamos conocer los fenómenos naturales, ni podamos crear ciencia o conocimiento por medio de los sentidos, si se debe tomar en cuenta la existencia de estos mismos.

La filosofía platónica muestra en el diálogo de Teeteto un desemboque en la defensa del conocimiento o ciencia que tenga a la realidad inteligible, o sea lo conocido no sólo por percepciones o sensaciones, sino por su alma misma que capta la unidad en la pluralidad.

En la lectura, se denota la importancia de conceptualizar a los objetos, es decir, observarlos y aprehender de ellos las características que los identifican, pero no es esto sino un modo donde no se podrá conocer la verdad de las cosas, no se podrá entonces hacer ciencia. Ningún conocimiento se alcanza con la definición, puesto que el conocimiento verdadero del mundo sensible está fuera del alcance de nuestros sentidos, va más allá de este plano y recae en lo que después denominarían permanente en el ser, esencias.

Si el escepticismo cancela la posibilidad del conocimiento del mundo sensible, Platón en el diálogo denota que esa posibilidad si se alcanza, pero por un medio totalmente distinto al de los sentidos. El escepticismo viene siendo una forma para partir y analizar al ser y caer en cuenta de que tenemos que ahondar en la realidad de las cosas para conocerlas.


Bibliografía

- Platón. Diálogos. Editorial Gredos. Madrid 1985.
- Vernaux, Roger. Epistemología General o Crítica del conocimiento. Editorial Herder. París 1959.


Notas

[1] Vernaux, Roger. Epistemología General o Crítica del conocimiento. Editorial Herder. París 1959. Pág. 33
[2] Platón. Diálogos. Editorial Gredos. Madrid 1985. Pág. 263
[3] Platón. Diálogos. Editorial Gredos. Madrid 1985. Pág. 266

"Introducción al pensamiento filosófico" de Volkmann-Schluck

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Por Roxana Cortés Molina

Justificación de una introducción a la filosofía

1. ¿Por qué una introducción a la filosofía? Volkmann-Schluck replantea esta cuestión puesto que parte desde ella para resolver cuál será el camino correcto para ingresar al filosofar. Existen dos perspectivas desde donde podemos calificar la introducción a un tema: la externa y la interna.

1.1 Perspectiva externa: el sujeto está situado en un punto foráneo a donde se pretende llegar. Se presupone que si se necesita una introducción a determinado tema, la razón es que existe desconocimiento de lo que se quiere estudiar. El sujeto, bajo esta perspectiva, está tratando de introducirse a la filosofía y debe reconocer de antemano el fin de su trayecto, es decir hacia donde se dirige y con ello fijar un fin en la ruta para no perderse en ella.

1.2 Perspectiva interna: el sujeto posee ciertos conocimientos filosóficos, ya sea a manera vulgar. Si se parte desde este punto, ahora la ubicación del sujeto está dentro del terreno de la filosofía. Lo relevante aquí es dar un salto para reconocerla a través de ella misma: “Una introducción a la filosofía no puede comenzar tampoco por un “desde fuera de”, ella también, y precisamente ella, se inicia con un salto sin transición” [1]. Es decir, el salto para comenzar a filosofar se da dentro del terreno que pertenece a este saber. Para reconocer este salto debemos también exponer las distintas vías que lo pueden posibilitar.


2. Vías de ingreso a la filosofía

2.1 Histórica: la primera vía es llamada histórica puesto que es la que contiene distintas opiniones de diversas doctrinas filosóficas que se enfrentan entre sí. En esta forma de ingreso la filosofía sólo se resumen en nombres, sistemas del pensar o sucesión de datos y cae en la invalidez de sí misma puesto que sólo se trata aquí de criticar y superar un pensamiento y suplirlo con otro. Luego entonces, habrá que descubrir un modo de penetrar en la filosofía y no dejarnos llevar por esta apariencia.

2.2 Sistemática: cabe aclarar, antes de exponer esta vía, que lo que buscamos responder es ¿Qué es en general la filosofía?, y no cada una de las partes que la conforman. Aquí se presenta el problema de que si se ve a la filosofía por partes, no habría lugar para desarrollarla. Si se sigue esta vía: “nuestra introducción consistirá en exponer todas y cada una de las diversas disciplinas, una detrás de otra (…) ¿Y después?” [2], como se observa esto conlleva al término de la filosofía puesto que si es estudiada de esta forma, dividida en sus ramas (Ética, Estética, Epistemología, Metafísica, Ontología etc.), sólo se nos ofrece una simple enumeración de disciplinas y contenidos que nos desviaran de lo que queremos descifrar, la unidad en la multiplicidad de la filosofía.

2.3 Pensante: la tercer vía es la que responde la cuestión: ¿Quién puede introducirnos a la filosofía sino ella misma? Se trata aquí de un constante interrogarse, este salto sin transición, relacionado con la perspectiva interna, trata de poner en práctica la actividad del filosofar. La naturaleza de la filosofía es lo dudoso, lo cuestionable hasta para ella misma. Este es el camino que se seguirá para un correcto ingreso puesto que ella se revelará ante nosotros, por supuesto, a la par que el sujeto ejerce la actividad filosófica constante.


3. Cinco determinaciones fundamentales de la Filosofía según la tradición.

Ahora pues, como la filosofía se ha convertido en algo cultural, esta no se salva de la tradición, bajo la cual se han establecido distintas determinaciones; desde lo griegos reconocemos las siguientes:

  • Filosofía es una búsqueda de los primeros principios y causas.
  • Filosofía es una ciencia del Ente en cuanto al ente.
  • Filosofía es contemplación intuitiva de la verdad.
  • Filosofía es tendencia hacia la muerte.
  • Filosofía es asimilación a lo divino.

Se observa cierta desigualdad entre ellas, sin embargo, la importancia radica en la liberación de la esencia de la filosofía ante la aparente facilidad que la envuelve y para ello tenemos que analizar el trasfondo de cada una.

3.1 La determinación primera es con la cual se inicia y brota la filosofía misma. Aristóteles se pregunta: ¿Qué es lo hace que el Ente sea ente? Se refiere a la distinción que él hace entre las ciencias particulares y la filosofía. “Esta caracterización es certera (…) pero ha de ser entendida a la luz de la pregunta fundamental y directriz de la filosofía” [3] Aristóteles identifica que las ciencias particulares no pretenden conocer las causas y fundamentos de las cosas, sino que estudian al ente en su multiplicidad, sólo se remontan del ente al ente. En cambio la filosofía trata de responder qué es lo que hace que el ente sea ente.

3.2 La doctrina del ser constituye el tema de la ontología, la cual se halla resumida en esta determinación: “El ente sólo puede ser captado por el hombre mediante un pensar que se atenga tan sólo a sí mismo y no al cuerpo y sus formas de conocimiento” [4] Aristóteles expone esta determinación en la Metafísica, capitulo I, libro IV, formula la pregunta: ¿Qué es el Ente en cuanto ente? Esta pregunta, ligada con la primera determinación, es fundamental puesto que ahora se trata de abrirse a lo que “es” en general, en su totalidad.

3.2.1 Physis y Alétheia: “Physis es el nombre para lo que brota y surge de sí mismo en un mostrarse a sí mismo propio siempre presente, al tiempo que permanece en este surgir, o sea, es” [5] Alétheia también es un término empleado indistintamente como physis y se refiere a la expresión relacionada con el punto de su pregunta acerca del Ente: el todo, la totalidad.

3.2.2 La filosofía entonces, halla su límite en la nada y abarca esta totalidad. Aristóteles termina distinguiendo:

3.2.2.1 La filosofía capta al ente en general, las ciencias delimitan su interés a un ámbito determinado del ente.

3.2.2.2 Las ciencias particulares se ocupan del ente pero no lo contemplan en su totalidad, pues su atención no se dirige al ser de este mismo.

3.2.2.3 La filosofía aspira a un saber de los primeros principios y fundamentos, saber significa haberlos reconocido.

3.3 La tercera determinación está ligada con la consecuente, puesto que aquí se explica la contemplación intuitiva de la verdad, siendo esta basada en el alma, en el ejercicio del morir:

3.4 Esta determinación es planteada por Platón en el Fedón: “Todos aquellos que se ocupan en debida forma con la filosofía parecen, en efecto, ocultos como están los demás hombres, no haber puesto sus miras en otra cosa sino sucumbir y estar muertos” [6] Ante este planteamiento la filosofía parece tornarse algo violento, siniestro y solo se presentara ante el que filosofa por si mismo. La filosofía, en esencia, intentara comprender aquello que es.

3.4.1 Phrónesis: Platón dice que la filosofía es una aspiración a la Phrónesis, “Phrónesis significa pensar en el sentido de reflexionar, recordar algo a través de la meditación, considerar algo reflexivamente” [7] Para esto el hombre tiene que plantearse dos planos:

3.4.2 Plano sensible: aquí lo meramente oído, lo meramente visto es lo que alejara al que desee filosofar de la filosofía misma, ya que los sentidos engañan, disfrazan al mundo, no muestran lo que la cosa es.

3.4.3 Phyché: del griego alma, se utilizaba para designar al hombre en cuanto viva en un conocimiento profundo del mundo, en cuanto se lance por sí con el puro pensamiento a la búsqueda del ente. Este es el modo correcto ya que no se enajena por los sentidos y trasciende al mundo sensible.


3.5 La determinación última proviene del dialogo Teetetes ante la pregunta: ¿De qué género esencial ha de ser aquello que pueda perecer? Se responde así:

3.5.1 Perecedero: la naturaleza de este tipo es la incompleta, implica la reunión de algo con otra cosa, es decir, lo incompleto.

3.5.2 Imperecedero: Es lo simple, lo que es consigo mismo. Lo que no necesita de otro para ser.
La asimilación a lo divino se tiene cuando se busca la unidad en la pluralidad, es decir, cuando se encuentra el carácter imperecedero del ente.


4. Conclusión

“La contemplación de la verdad es por una parte ardua y por otra fácil”, afirma Aristóteles. Como se observó en las cinco determinaciones, Volkmann-Schluck, denotó su relación aunque en un principio parecían hallarse alejadas entre sí, empero, el análisis muestra el nexo interno de cada una con la otra:

1.Sentidos (mundo sensible): mutable, perecedero, múltiple, reunión, disipación.
2.Alma (phyché): inmutable, imperecedero, uno, unidad.

Dejando como válida a una introducción que se adentre a la unidad, a la esencia, al ser del ente, lo que “es”.


Notas

[1] Volkmann-Schluck. Introducción al pensamiento filosófico. Editorial Gredos. Madrid, 1957. Pág. 17
[2] Ibid Pág. 15
[3] Ibid Pág. 38
[4] Ibid. Pág. 27
[5] Ibid Pág. 44
[6] Ibid Pág. 20
[7] Ibid Pág. 21

Reseña: “La enfermedad Mortal” (o “Tratado de la desesperación”) de Sören Kierkegaard

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Por Roxana Cortés Molina y Carlos Alberto González Herrera


Trágicamente dogmático e irracionalista, Sören Kierkegaard, filósofo y teólogo danés del siglo XIX, toma como núcleo de su pensamiento a la desesperación, entendida como una enfermedad mortal cuya conceptualización va más allá de lo concebido terrenalmente, ya que el ser humano se supone, por naturaleza, con un fin último llamado muerte. Este fin último y común del hombre no trasciende la tesis que Sören quiere mostrarnos, a saber: que la enfermedad mortal es un replanteamiento del hombre natural a su etapa mayor, la religiosa.

En La enfermedad mortal (conocido también como El tratado de la desesperación), libro escrito en la etapa madura de su vida, Sören trata de edificar al hombre a medida que plantea la restauración del valor del individuo; en palabras del propio filósofo: "El asunto es encontrar una verdad que sea cierta para mí, encontrar la idea por la cual yo sea capaz de vivir y de morir." Esta restauración, se ejerce sobre todo en el progreso de las etapas del hombre, de las cuales (como ya lo mencionamos), la etapa religiosa es el fin del avance. Anteriores a ésta hay dos más: en primer lugar, la estética y, por encima de ella, la ética. En la estética, se plantea el abuso de la contemplación de lo bello, la exaltación del placer sensible, del eros y del deseo (planteamiento que le merecieron duras críticas por ahogar al hombre en lo puramente superficial y banal). La etapa ética, en cambio, se da cuando el ser humano brinca del desorden al orden, es decir, de lo efímero al compromiso, del hedonismo al bien social. Pasando estas etapas, la autenticidad se encuentra en lo religioso, la del cristiano, donde el hombre se entrega a una relación directa con Dios, vínculo por el cual combate la existencia de personas intermediarias en esta comunicación, puesto que esto es una burla, ya que si estamos bajo la mirada de Dios y el signo de la fe, no hay puestos del hombre junto a la divinidad. Esta idea, cobra fuerza con la explicación que da al pasaje bíblico donde se pide a Abraham asesinar a su hijo bajo la sentencia divina. En opinión de Kierkegaard, la razón por la que Abraham tenía certeza del hecho acontecido tenía su origen en la “voz interior” que resultaba incomprensible para otras personas que no la tenían dentro de sí. Esta interpretación ofrecida nos brinda, como primer supuesto, la fe por encima de la razón al no cuestionar el “mandato divino” ni preguntarse si es Dios quien realmente se comunica de manera consciente con Abraham.

Viendo este punto desde un enfoque psicológico, en la filosofía kierkergaardiana se observa la desesperación desde dos perspectivas: dentro de la etapa religiosa, la consciente, donde el sujeto se plantea partícipe en el mundo, pero de una forma espiritual; y la inconsciente, en la cual se sitúa en sí mismo, ocultando su sufrimiento. Es aquí donde se puede exponer a la desesperación bajo los términos psico-filosóficos declarados por Sören. La enfermedad mortal es aquella que aqueja al ser del cristiano pero, a manera de contradicción, también está presente en el hombre natural. En el primero, se manifiesta al aceptar la inmortalidad del alma, siendo la esencia de este individuo. La inmortalidad del alma radica, según Kierkegaard, en el hecho de que uno vive para siempre, puesto que el alma es superior a lo corpóreo y aún más, a la razón misma. Dado este hecho, el hombre en ésta última etapa obedece a los mandatos de la fe, sin importar cuán irracionales sean o si están fundamentados lógicamente. Bajo esta premisa, el autor corrige el pensar socrático acerca de la inmortalidad del alma. “Sócrates probaba la inmortalidad del alma por la impotencia de la enfermedad del alma (pecado) para destruirla, como hace la enfermedad con el cuerpo”. Para Sören, el alma si puede enfermar, sin que esto signifique su muerte, ya que el sujeto puede estar padeciendo una enfermedad infinita; al no poder morir su alma, atraviesa por procesos continuos y constantes de la muerte misma, “(…) La muerte consiste en no poder morir”.

Para los hombres naturales, la desesperación se presenta en la pobreza espiritual. En lo más profundo de su ser vive la inquietud, el desasosiego, la desarmonía, la angustia como “una enfermedad sorda en el cuerpo”, es decir, el hombre no es consciente de la enfermedad que padece y con ello, no sabe que lo que cree mortalidad es parte de un proceso inconmensurable y el sujeto vive con una enfermedad a cuestas, padeciendo del espíritu. La desesperación, de vez en cuando, suele dar alguna señal clara y repentina de su existencia en el ser mismo, sin que se tenga conciencia de la enfermedad y su origen, inherente al alma.

Kierkegaard, precursor fundamental del existencialismo, no logra deslindarse, según nuestra perspectiva, de los conceptos a priori de su pensar influido, notoriamente, por la tendencia cristiana. Al definir la desesperación basándose de lleno en el hombre religioso, deja de lado al hombre como concepto universal y esto es totalmente reprobable, ya que ejerce un elitismo hacia la naturaleza humana. El hombre es malo por ignorancia, según Sócrates, empero, ésta sentencia no es válida para Sören ya que, si bien para el pensador danés el pecado no radica en la ignorancia, tampoco la desesperación es propia del cuerpo sino del espíritu, siendo que éste no puede vivir en un espacio temporalmente limitado, sino inconcluso, concluyendo así que la enfermedad es perenne. Pero, ¿es realmente la desesperación una enfermedad y no un remedio? Nosotros planteamos la desesperación como base para situarnos en el mundo y concientizarnos acerca de nuestra propia existencia, dando pie a la valoración del sujeto liberándose de las ataduras religiosas. El remedio, junto con la enfermedad, convergen en este caso para dar origen (como síntesis) a un sujeto con libre albedrío, jerarquizando su desesperación en lugar de dejarse “arrastrar” por ella. El sujeto tiene que reconocerse en el mundo como autosuficiente, pero no de manera hedonista, sino cargando las consecuencias de sus acciones; y es ahí, donde el “hombre desesperado” debe trascender las ideas kierkergaardianas y hallar en la enfermedad el remedio, es decir, transformar la desesperación en un camino a su independencia.

Un punto de vista sobre el libro "Tu futuro en libertad"

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Por Jazmín Segura Pérez
Estudiante de Primer Semestre de Psicología


Las organizaciones de la sociedad civil, junto con las instancias del Gobierno del Distrito Federal, colaboraron para crear el libro Tu futuro en libertad, obra escrita por diez especialistas (entre ellos Javier Cabral, director de Prevención y Participación Social de la Secretaria de la Salud) que tiene como finalidad propiciar la educación critica, científica y laica de los jóvenes en materia de sexualidad. La parte interesante de esta historia es que, ya terminada la obra y casi a punto de que se distribuyera en las escuelas, quienes la promulgaban se encontraron con la negativa de la SEP _respaldada por grupos conservadores de la sociedad mexicana como, por ejemplo, la Iglesia y los “amigos de Calderón”_, con el argumento de que el texto debía ser primero analizado y avalado por un consejo técnico. Actualmente, la distribución del libro Tu futuro en libertad _según Áxel Didriksson, secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal_ está programada a realizarse en escuelas del Instituto de Educación Media Superior, UNAM, IPN y CONALEP.

Este libro aborda, de manera explícita y clara, la información que algunas veces recibimos en la escuela y casi nunca en casa sobre sexualidad y temas afines, tales como la familia, las drogas, la diversidad sexual, los métodos anticonceptivos y algunos derechos que todos tenemos como personas y miembros de nuestra sociedad.

Probablemente, una de las peores cosas que podrían ocurrir en torno a este libro es que su contenido pasara desapercibido por sus destinatarios y que el esfuerzo y trabajo de investigación de todas las personas que tuvieron el interés de compartir sus conocimientos quedara olvidado en algún rincón. Representa, sencillamente, una información demasiado necesaria para estos tiempos de incertidumbre como para que la sociedad pretenda darse el lujo de ignorarla.

Ciertamente no es para todas las edades. En mi opinión, para este libro debería contemplarse una edad o un nivel educativo mínimos para su revisión en las escuelas, además de contarse con profesores o personal capacitado que tuvieran los conocimientos y las habilidades para explicar, orientar y asesorar a los lectores sobre la información que contiene éste.

Me parece que el momento adecuado para que los seres humanos nos informemos acerca de los temas que trata este libro es a partir de los 12 años, porque es el momento en que un individuo empieza a sentir los cambios de la pubertad y la adolescencia; es a partir de ese momento, cuando los adolescentes enfrentan el riesgo de caer en la drogadicción, de quedar “embarazados”, de contraer enfermedades de transmisión sexual, que una formación adecuada con información pertinente resulta realmente importante para prevenir toda clase de problemas que, hoy en día, nos afectan a todos como sociedad.

La prevención es una forma de evitar que los jóvenes se conviertan en víctimas de los males que nos aquejan como sociedad en estos difíciles tiempos, males que siempre han tenido como base la ignorancia y el miedo. Lo peor es que siempre hemos sabido que los chicos no cuentan a tiempo con las herramientas necesarias y suficientes para combatir exitosamente, los problemas a los que se enfrentan durante esa etapa crítica. ¿Por qué parece resultarnos más fácil esperar a que sea demasiado tarde? Si la solución siempre ha estado en nuestras manos, ¿por qué permitimos que esto continúe pasando? Contamos en la actualidad con muchos medios para informar y tenemos más información que en ningún otro momento histórico acerca de éste o de cualquier otro tema, ¿por qué no la utilizamos para prevenir a los jóvenes de este país, diciéndoles las cosas como son en lo que respecta a un tema tan importante como es su sexualidad? O, quizá, todos sabemos porque no lo hemos hecho, pero queremos tapar el sol con un dedo,

¿Será acaso que hemos logrado crear los mejores medios y la información más completa, pero ignoramos u omitimos el significado y la importancia de la palabra comunicación? Ese es, quizá, el problema que está detrás de las adversidades que ha tenido que sortear (y que todavía tendrá que enfrentar) Tu futuro en libertad.

Si sabemos manejar y emplear todo lo que contiene este libro, no sólo podremos formar personas más informadas, sino también propiciar actos humanos más responsables con mayor frecuencia. El conocimiento es una fórmula eficaz para combatir la ignorancia y el miedo que tras bambalinas generan estos problemas. El conocimiento que está buscándose que los jóvenes tengan acerca de su sexualidad no equivale, de ningún modo, a una pérdida de sus raíces culturales ni mucho menos a una falta de respeto a nuestras tradiciones, como lo ve la iglesia; significa en cambio, contrarrestar la ignorancia, las ideas erróneas, los prejuicios y todo lo que seguimos arrastrando de épocas pasadas y que, todavía hoy, nos sigue haciendo tanto daño en lo individual y social. Es triste saber que en muchas familias mexicanas, hoy en día, resulte casi imposible que sus miembros hablen acerca de los métodos anticonceptivos o sobre cuál es la diferencia entre el sexo seguro y el sexo protegido sólo porque hablar de esas cosas, según afirma el párroco en turno, sea pecaminoso. En suma, este libro tiene mucho de qué informarnos y muy poco en qué afectarnos.

El libro Tu futuro en libertad tiene mucha información, pero las cosas que considero más importantes son:

  • Los métodos anticonceptivos.- Considero que este tema es de vital importancia porque brinda a los jóvenes información útil para que estén prevenidos en contra de enfermedades de transmisión sexual y para evitar embarazos no deseados. En lo personal, creo que padres e hijos deberían sentirse agradecidos por un regalo como éste porque estar preparados en este tema puede evitar, a ambas partes, todo el dolor que implican tales circunstancias cuando se presentan.
  • Los derechos que tenemos todas las personas.- Saber de nuestros derechos es importante, para jóvenes y adultos, porque sólo de esa manera podemos defenderlos y evitar la injusticia, la falta de respeto, la violencia, los abusos, las violaciones y las amenazas que pueden vivirse durante el noviazgo y, porque no decirlo, hasta en la familia. Con esta información también, nos brindan elementos que nos permitirán decidir sobre nosotros mismos, tener palabra, tener decisión y, sobre todo, tener la autoestima que nos permita defendernos.
  • Buena comunicación.- Si no tenemos una buena comunicación, entre sociedades, familia, amistades y novio(a), simplemente no podremos transmitir o captar los mensajes que nos permitirán conocer nuestro mundo y los seres humanos que lo conforman.

Por todo lo anterior, recomiendo a los chicos de doce años de edad o mayores leer este libro porque es una forma de estar más informados acerca de un tema que siempre resultará importante en nuestras vidas: la sexualidad. De esa manera, ustedes y todos como miembros de la sociedad, podremos estar mejor preparados y sentirnos más seguros para enfrentar los problemas de nuestro mundo actual.


Fuentes consultadas

Martínez, Paco (2008). Se presenta el libro Tu futuro en libertad. Consultado en septiembre 18, 2008 en http://educacioncafe.blogspot.com/2008/08/se-presenta-el-libro-tu-futuro-en.html.
• Ponce, Armando (2008). Tu futuro en libertad, el libro de la sexualidad juvenil. Consultado en septiembre 20, 2008 en http://www.proceso.com.mx/columna.html?col=9&nta=61224&ncol=adelanto+de+libros.
• Tajaniki, Erick (2007). Construyendo tu Futuro en Libertad. Consultado en septiembre 19, 2008 en http://www.dfinitivo.com/archivos/2007/10/25/construyendo-tu-futuro-en-libertad/.
• Lovera, Sara (2008). Sexualidad: Tu futuro en libertad. Consultado en septiembre 21, 2008 en http://www.proceso.com.mx/analisis_int.html?an=61419.
• Quintero M., Josefina (2008). Entrega del libro Tu futuro en libertad genera expectación en preparatoria del GDF. Consultado en septiembre 20, 2008 en http://www.jornada.unam.mx/2008/08/29/index.php?section=capital&article=045n1cap.

Experiencias de una joven psicóloga

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Por la Psic. Rocío Legorreta

Egresada de la 1° Generación de Psicología de la UAA

Considero que uno de los mayores problemas en las escuelas se da porque, en la actualidad, los chicos “no andan bien”, no tanto por la falta de habilidades intelectuales, sino por la carencia de motivación, de afecto y de sentido de pertenencia; por lo anterior, me gustaría contarles mi historia, la cual, titulé “experiencias de una joven psicóloga”.

Mi historia comienza hace ya algunos años cuando, estando en la preparatoria, llegué a sentirme algo confusa sobre qué carrera estudiar. Mis padres me habían hablado de la importancia de elegir una carrera porque de ella viviría en el futuro y este comentario, de alguna manera, me asustó porque pensé: “si a esto me voy a dedicar toda mi vida, tiene que gustarme realmente porque sino qué voy a hacer”.

Era tanto mi estrés por elegir una carrera que, en su momento, le pedí a mi mamá que me llevara con un orientador vocacional para que me apoyara con esta difícil decisión, pero éste no llenó mis expectativas porque yo creía que él me diría qué carrera debía estudiar y, en lugar de eso, él sólo me hacía preguntas y yo, sinceramente, no sabía qué contestarle.

Meses después me fui a radicar a la Ciudad de México para terminar la preparatoria, lo cual me permitiría tener, por un lado, una visión más amplia sobre qué carrera estudiar y, por otro, la posibilidad de entrar a una de las muchas universidades que por allá hay. Resultó que, estudiando el último año de la preparatoria, tocó la suerte que dentro de la curricula estuviera psicología, materia que desde el puro nombre comenzó a llamar mi atención porque hasta entonces no me había puesto a pensar en ella como una de mis opciones, por lo que procuré poner más atención al maestro con el propósito de tener más en claro de qué se trataba esa disciplina.

Descubrí que, poco a poco, me interesaba cada vez más la psicología, no sólo por lo que decía el maestro, sino también por la forma que tenía éste de conducirse en clases. Me agrado su forma de hablar y la tranquilidad que lo rodeaba cuando interactuaba con las personas. Se veía tan ecuánime y controlado. Parecía como si nada le afectara o pudiera afectarlo. Fue entonces cuando pensé “quiero ser psicóloga” y les aseguro que, desde ese momento hasta la fecha (y lo que resta de mi vida) estoy totalmente segura y satisfecha con mi decisión.

Bonita esta última frase, ¿verdad? Da la impresión de que todo resultó fácil, pero no fue así porque, al tomar mi decisión de estudiar psicología, mis padres me bombardearon con preguntas como: ¿crees qué es una buena carrera para dedicarte a ella toda tu vida?, ¿no te irás a morir de hambre?, ¿en qué puede trabajar un psicólogo?, etc., pero (aunque no lo crean) yo seguí terca y firme con mi decisión porque me sentía satisfecha por haber tomado una decisión tan importante por mí misma, justamente, en un momento crucial de mi vida.

Después de convencer a mis papás de que mi elección vocacional ya estaba hecha, con gran ilusión, empecé a buscar una buena universidad en donde pudiera realizar mi sueño de convertirme en psicóloga. En la Ciudad de México siempre ha habido varias y muy buenas opciones para poder hacer esto, pero por cuestiones de salud me tuve que regresar a Acapulco, lo cual me hizo sentir un poco frustrada, porque lo que yo quería era estudiar en otro lugar; sin embargo, consideré que lo más importante era realizar mi sueño de convertirme en psicóloga y que, ya de vuelta en Acapulco, debía continuar mi búsqueda de la universidad en la que pudiera hacerlo.

Mi búsqueda me llevó, en primer lugar, a la universidad del estado. Esta experiencia, para ser sincera, resultó demasiado frustrante para mí debido a que de pronto me hallé con casi 80 jóvenes metidos en un salón de clases, tratando de aprender algo y con maestros que faltaban mucho. El ímpetu que tenía fue disminuyendo hasta que decidí salirme de esa institución.

¿Dejé mi sueño a consecuencia de ello? ¡No! Simplemente, seguí buscando.

Después de unos meses me enteré que se abría la carrera de psicología en la Universidad Americana de Acapulco y, después de hablar con mis padres acerca de esta noticia, fui con mi mamá a ver a la directora para saber qué teníamos que hacer para que yo pudiera entrar a estudiar. Así fue como, con un gran esfuerzo económico de parte de mis padres y también con mi esfuerzo propio al obtener y mantener una beca para seguir estudiando, pude estudiar psicología. Pronto pude reavivar el ímpetu que hasta hace poco había disminuido e inicié este viaje maravilloso de cuatro años y medio que, como en todo, tuvo sus altas y bajas ya que al inicio de la carrera todo parece ser un poco tedioso porque se revisan aspectos meramente teóricos, pero más adelante te das cuenta de que todas esas materias representan una base para el resto de las herramientas que recibirás durante la carrera. Otra cosa que me motivó y que me dio ese sentido de pertenencia que andaba buscando fue que en esta universidad lo que se busca es la excelencia para el desarrollo y este eslogan lo hice mío ya que me esforcé por buscar esa excelencia para mí desarrollo y lo sigo haciendo.

Casi al término de la carrera tuve la oportunidad de hacer mi servicio social y mis prácticas profesionales en un hospital (cancerología), lo que representó para mí un reto porque se trataba ahora de interactuar con pacientes reales que era, justamente, lo que yo anhelaba pero, al mismo tiempo, temía porque quería que todo saliera perfecto. Después supe que hacer las cosas bien se aprende con la práctica o, como dice el refrán, “la práctica hace al maestro”, entonces aprendí a dar terapia, a hacer entrevistas e historias clínicas. ¡Por fin pude poner en práctica los conocimientos que había adquirido en la carrera! Por supuesto que, tuve que ir haciendo mis adecuaciones, ya que cada persona es distinta y no existe una receta que nos diga cómo hacerlo. Uno tiene que encontrar su propio estilo y esto se consigue con los conocimientos teóricos y prácticos que recibes en el trascurso de los semestres y con el estudio de las distintas materias que te dan un panorama general, siendo obligación de cada uno seguir cultivándose con los libros, pues el psicólogo debe de leer mucho y estar siempre actualizado.

Al terminar mi servicio social y mis prácticas profesionales, seguí con la tesis. Por suerte, en el hospital donde estuve, me solicitaron una investigación como parte de la liberación de mis actividades, oportunidad que pude aprovechar para que esa misma investigación sirviera para la elaboración de mi tesis de licenciatura. Comencé así con este trabajo, pensando: “yo no estudié para casarme y quedarme como una ama de casa llena de hijos”, pero se presentaron algunos accidentes ya que, al finalizar la carrera, me enteré que estaba embarazada y… ¡Ya se podrán imaginar el caos que se dio en ambas familias! Tuve que hacer una pausa para asimilar esta situación y tomar decisiones junto con mi pareja sobre lo que íbamos a hacer. Decidimos tener al bebé y casarnos, acoplándonos a esta nueva situación, para lo cual le dejé muy en claro a mi pareja que, antes de casarme con él, yo ya me había casado con la psicología. Así las cosas, reinicié con mi tesis después de unos meses, tuve que hacer una pausa para tener al bebé, para después volver a mi tesis otra vez porque nada me iba a detener para realizar mi sueño y lo logré: dos años después de salir de la licenciatura me titulé.

Pero esto no termina aquí. Para cuando tuve mi título ya tenía un trabajo en el que podía desempeñarme abiertamente y en lo que quería. Después de la licenciatura, inicié un diplomado y regresé a mi universidad, pero ahora como maestra, lo cual es maravilloso, porque representa la oportunidad de enseñar los conocimientos que he adquirido y reflejar mi pasión por la psicología. Después de terminar mi diplomado inicié otro viaje maravilloso que es mi maestría.

En conclusión, mis queridos lectores, esto es una pasión para mí, algo así como un estado que inunda mi ser y llega hasta mi alma. La psicología, diría, es una forma de encarar la vida.

Responsabilidad social y democracia

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Conferencia Magistral del Dr. Juan Ramón de la Fuente

Transcripción realizada por el Psic. Fernando Reyes Baños

El viernes 13 de junio de 2008 se llevó a cabo en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Internacional Acapulco una conferencia magistral, organizada por la Secretaría de la Juventud, que tuvo como ponente al Dr. Juan Ramón de la Fuente.

“Ante un auditorio vacío...” empieza la nota que la Jornada Guerrero publicó en línea sobre tal evento[1]. ¿Vacío? Con una escasa concurrencia si, pero quienes estuvimos ahí y esperamos hasta las once y minutos de la mañana (cuando la conferencia estaba programada para las diez en punto) diríamos, quiero suponer, que no estaba vacía.

Estuvieron presentes, entre la concurrencia, un aspirante del PRI a la alcaldía y un diputado del PRD. Sin pretender ser insidioso, me pregunto: ¿Habrán sacado provecho de la presentación del Dr. De la Fuente o será, como suele pasar con algunos miembros de la “la crème de la crème” de nuestra sociedad, que sólo acudieron para salir en la foto?

¿Quién es el doctor Juan Ramón de la Fuente? Veamos: “… tiene una reconocida trayectoria, tanto en el sector público como en el sector académico. Fue secretario de Salud de México (1994-99) y rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (1999-2007). Ha sido también presidente de la Academia Nacional de Medicina (2002) y de la Academia Mexicana de Ciencias (1996-97). En 2006 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Merecedor de numerosos reconocimientos internacionales en prestigiadas universidades de diversos países, el doctor De la Fuente ha participado también en los consejos de la Organización Mundial de la Salud y de la UNESCO."[2]

A continuación y haciendo una excepción a la regla de publicar siempre en este blog trabajos originales, presentaré la transcripción íntegra de esta conferencia[3] no sin antes aclarar algunos aspectos básicos sobre la misma:

1) Como transcripción, esta versión de la conferencia del Dr. De la Fuente intenta apegarse, lo más posible, a sus palabras no obstante que, por cuestiones técnicas (ruido ambiental y comentarios de los asistentes durante la grabación), hubo necesidad de omitir, en tres ocasiones únicamente, o algunas palabras que no pudieron registrarse o comentarios que hacían referencia a cuestiones referidas al contexto particular donde se hizo la conferencia: nombre de la persona que acompaño al ponente en el estrado, saludo de bienvenida, etc. y

2) Tal y como dice el Dr. De la Fuente en su conferencia: en algunas cosas discreparemos y en algunas otras coincidiremos e, independientemente de la opinión o de lo mucho o poco que sepamos acerca de su trayectoria o de su ideología, me pareció muy importante compartir aquí las ideas que escuche por espacio de dos horas acerca de temas tan relevantes para todos, seamos mexicanos o tengamos cualquier otra nacionalidad, como son: la responsabilidad social, la sociedad civil, la democracia, el laicismo, etc.

En un punto de su conferencia, el Dr. De la Fuente dice: “Tendríamos que hablar más de democracia en las escuelas, tendríamos que hablar más de democracia en las empresas, tendríamos que hablar más de democracia en los medios…”, con esta aportación al blog yo agregaría también: “Tendríamos que hablar más de democracia en Internet y en el Internet tendríamos que hablar más de democracia en los blogs, en las páginas web, en los foros, en los chats, etc.”. Publicar aquí la transcripción de esta conferencia es mi pequeña aportación en este sentido.


La conferencia


François Mitterrand fue quizá el presidente socialista francés más emblemático de los últimos tiempos. Mitterrand impulsó un socialismo en aquel entonces ya muy moderno en Francia, que tenía como oponente ni más ni menos que a Charles de Gaulle, el gran líder de los franceses desde la resistencia de la 2° Guerra Mundial y que fue un hombre también muy interesante sin duda, pero un hombre más bien de un esquema conservador y Mitterrand tuvo, entre otras virtudes, rodearse cuando llegó a la presidencia de gente muy joven. Fíjense ustedes, una de sus ministras más jóvenes en aquel entonces fue Segolène Royal, que acaba de perder precisamente la elección hace unos cuantos meses ante Sarkozy.

Uno de los ideólogos de Mitterrand era un joven universitario, Jacques Attali. Yo les recomiendo haber si podemos hacer alguna discusión con cosas de Attali porque vale la pena leerlo, sobretodo, en el momento en que Attali estaba asesorando a uno de los presidentes que en su momento, reitero, creó más expectativa en todo el mundo y que da entrada a lo que después se fue decantando como el eurocomunismo, que es el antecedente inmediato de este socialismo moderno que hoy, quizá en Europa representa, sobretodo, el gobierno del partido socialista obrero español con José Luis Rodríguez Zapatero. Y Attali decía sobre el tema de la responsabilidad social y la democracia: “En una democracia a cada uno se le considera cociente de sus propios intereses, beneficiario de sus éxitos y responsable de sus fracasos.” Desde el punto de vista jurídico, decía Attali, la responsabilidad social va a ser cada vez más individual. El ser responsable de sus propios hijos, por ejemplo, lleva implícito el deber de la paternidad y de la maternidad, el ser responsable de la naturaleza lleva consigo un deber de protección a la misma, etc., es decir, Attali decía que la responsabilidad social dejará de ser, en los próximos años, menos colectiva y más individual. Y yo creo que no le faltaba razón a Attali porque, para que haya responsabilidad social tiene que haber primero una responsabilidad individual. Si no hay responsabilidad individual es utópico pensar que pueda haber responsabilidad social. Entonces estaba bien planteado en un gobierno socialista: donde se quería la gran participación responsable de la sociedad había que empezar por poner el acento en la responsabilidad individual, para poder después configurar la responsabilidad social.

Ahora, la idea de la responsabilidad social como expresión de la responsabilidad individual generalizada no puede entenderse desde el punto de vista político sin tocar, evidentemente, los temas de la responsabilidad y la democracia. Habría también que decir que la responsabilidad social tiene, básicamente, 2 vertientes: la que es propia del estado y la que es propia de la sociedad civil… ¿Cuáles son los principales elementos de la responsabilidad social del estado y cuáles son aquellos que corresponden, mas bien, a la responsabilidad de la sociedad civil? Porque si bien es cierto que se complementan, también lo es que es necesario diferenciarlos en ciertos aspectos, para entenderlos y para poder después ejercer los derechos que es la responsabilidad que nos concierne. Lo que sí es un hecho es que en una democracia, y creo que en México no hay la menor duda de que se está moviendo a una democracia, todavía inmadura, todavía imperfecta, todavía muy joven, pero ese es un camino por el cual los mexicanos hemos optado y espero que sea un camino irreversible y espero que en los próximos años ustedes acaben de confeccionarla, contribuyan a su madurez, en una democracia la sociedad civil asume cada vez mayores espacios dentro de la responsabilidad, cada vez queremos participar más, cada vez debemos participar más, pero eso no excluye al estado de cumplir sus propias responsabilidades.

La responsabilidad social del estado puede enmarcarse en 3 grandes vertientes: la primera en materia de seguridad. ¿Para qué queremos un estado? Lo primero es para que nos proteja. Esa es la primera, no la única, pero en términos del sentir popular, es la razón fundamental de un estado. Si un estado no nos protege, es un estado que no está cumpliendo cabalmente con su responsabilidad. Yo creo que el concepto de seguridad debe ser mucho más amplio del que habitualmente tenemos y que escuchamos o leemos en los diversos medios de comunicación. Hoy la seguridad tiene que ser un concepto integral, es decir, que parta de la seguridad individual, la seguridad familiar, la seguridad pública, la seguridad social y la seguridad nacional. Toda una cadena para entender la función del estado en materia de seguridad. Muy compleja tarea, difícil tarea, pero tarea finalmente del estado como una de sus acciones sustantivas.

La segunda gran vertiente en las tareas del estado tiene que ver con la promulgación y aplicación de las leyes: el estado de derecho, es decir, el estado es quien tiene que ayudarle a la sociedad a que podamos tener un mecanismo de convivencia sobre reglas, reglas que podemos cambiar, reglas que muchas veces no gustan a todos, pero finalmente reglas, necesarias para una convivencia razonable por lo menos. Entonces el estado de derecho, la aplicación de las leyes es la segunda gran vertiente de las responsabilidades del estado. Y la tercera responsabilidad del estado (igual de intransferible) es lo que se ha llamado el estado social, es decir, la solución de servicios básicos, de los bienes públicos: la salud, la educación, el medio ambiente. Si un estado no va a proveernos de bienes básicos y de servicios públicos, entonces la pregunta es para qué queremos un estado y cuando un gobernante se confunde, no digo nombres, y se va pareciendo más a un gerente que a un estadista porque se olvida de la producción de servicios básicos y dice “vamos a privatizar la salud, vamos a privatizar la educación y vamos a privatizar todos los energéticos del medio ambiente”, bueno, no está entendiendo la función del estado. Bienvenida la educación privada y la medicina privada como complemento a las tareas del estado, que son tareas públicas, porque son servicios públicos, porque son bienes públicos, porque el estado debe proveer estos servicios, en principio y por principio. De manera que podríamos decir, aunque en términos generales, que el estado democrático tiene que ser un estado sustentado en las leyes y en los principios fundamentales de proveer a todos nosotros los servicios básicos, empezando con nuestra seguridad y desde luego, incluyendo entre otros, estos servicios a los que me he referido, como son la salud y la educación.

Al hablar de estado democrático conviene tratar de definir también con claridad qué entendemos por estado democrático. Yo veo que con enorme frecuencia y en muchísimos ámbitos de nuestra vida cotidiana, tanto platicando con los estudiantes, con jóvenes, pero inclusive con profesionistas, con otros colegas y a veces también los medios de comunicación, no queda muy claro qué es lo que entendemos por estado democrático. Yo creo que hay que tenerlo muy claro, precisamente, para no caer en la retórica o en la demagogia que tanto daño nos hace y, a mi juicio, una manera de entenderlo muy claro es tratando de recordar las 3 preguntas fundamentales de la democracia. La democracia, que es un asunto muy complejo (no voy a dar aquí una clase o una disquisición), implica 3 preguntas fundamentales que, a mi juicio, en buena medida la definen: ¿Qué es lo que pretende la democracia? Primero, cómo conseguir cambios sin violencia. Esto, que parece medio obvio no lo es ya que ustedes todavía, aquí en Guerrero y en muchas entidades de la república, hay quien piensa que pueden conseguirse los cambios en el gobierno a través de la violencia. Esto es ir absolutamente en contra de la democracia. La primera pregunta de la democracia es, pues, cómo conseguir cambios sin violencia. Segunda pregunta de la democracia: cómo controlar a los gobernantes e impedir sus abusos. Esto también es fundamental. Lo único que nos permite ir controlando el impacto de los abusos de los gobernantes es la democracia. En un país con régimen autoritario no hay esta posibilidad. Interpreto que es, quizá, el punto que más nos compete en este momento: cómo lograr que los ciudadanos hagan escuchar su voto en el debate público, cómo le hacemos nosotros los ciudadanos para que nuestro punto de vista se escuche y no solamente se haga como si se escuchara, sino que de veras se escuche en el debate público.

Por eso me parece que es muy importante tener claro el concepto de la democracia y, por otro lado, no pedirle a la democracia más de lo que la democracia puede dar. Democracia no es sinónimo de buen gobierno... De hecho, hay muchos ejemplos de gobiernos democráticos que no necesariamente son un buen ejemplo de lo que se conoce como buen gobierno, pero, ciertamente, la democracia es el marco inevitable de la legitimidad del estado. Por eso, aunque la democracia a veces no funciona tan bien, no debemos caer en la tentación que quieren muchas veces algunas fuerzas, digamos, más oscuras como se les conoce a veces de la sociedad, para llevarnos de nueva cuenta hacía los regímenes autoritarios. Cuidado. Es una grave tentación. A pesar de las tentaciones hay que seguirle apostando a la democracia. Los problemas de la democracia sólo se resuelven con más democracia.

Lo que pasa es que la democracia no se agota en las urnas. La democracia no puede ser nada más un proceso de relaciones públicas electorales sino que tiene que ver con toda una cultura. Por eso me parece muy oportuno que estemos hablando de democracia. Tendríamos que hablar más de democracia en las escuelas, tendríamos que hablar más de democracia en las empresas, tendríamos que hablar más de democracia en los medios, tendríamos que hablar más de democracia en las fábricas, en el campo. Hay que entender lo que es la democracia para poder madurar en la democracia, para poder apuntar en la democracia, inclusive para entender nuestro desencanto por la democracia. De hecho, hay un pensador italiano, Giuliano Amato, que tiene un libro que se llama “Democracia sin demócratas” y que es todo un análisis de lo que pasa en los estados democráticamente electos cuando la sociedad se retrae y no participa ya en la vida pública y es un fenómeno muy complejo. A veces yo tengo la impresión de que, por diversas razones, la sociedad mexicana se retrae un poco de la vida pública, claro, o porque siente que no tiene suficientes oportunidades o porque sus peticiones de cualquier manera no son escuchadas, en fin, pero no es bueno, no debemos de desanimarnos, al contrario, hay que tener claro este principio: en una democracia cabal y con metas tiene que escucharse cada vez más la voz de la sociedad civil en los asuntos públicos, la voz de todos ustedes, la voz de todos los que no somos, en un momento dado, parte ni de los poderes públicos ni de los partidos públicos, porque la democracia tampoco es propiedad exclusiva de los partidos, con todo respeto para los partidos.

Ahora bien yo creo que, quedando claro que lo público no es exclusivo del gobierno ni es exclusivo de los partidos políticos, lo que conviene entonces es incorporar la idea de que lo público es parte de lo social y que, precisamente por ser parte de lo social, necesitamos ir encontrando nuevos mecanismos donde la sociedad pase a fortalecer la democracia. Y aquí hay otro concepto que no quiero dejar de mencionar, aunque no me detendré en él: el concepto de la ciudadanía. La ciudadanía es muy importante para entender la forma de participación de la sociedad en la consolidación de la democracia. Yo estoy convencido de que, sin una ciudadanía fuerte, una democracia es poco probable que funcione bien y que parte del problema de la democracia mexicana, aparte de su inmadurez, de su relativa juventud y de sus repercusiones, es que la ciudadanía mexicana no está todavía asumiendo esa participación mexicana, la que la misma sociedad quiere y requiere. Pero además, la ciudadanía fuerte, activa y organizada es la única que, verdaderamente, nos puede proteger de los fenómenos sociales, no necesariamente gubernamentales, que aparecen periódicamente en los países y México no ha sido la excepción: la discriminación, los fundamentalismos religiosos o económicos, que son una suerte de acechanza constante en nuestro esquema de libertad; la intolerancia, los que promueven el pensamiento único, los que dicen “o piensas como yo o estás equivocado” y que no pueden aceptar que, seguramente, en esa diversidad de pensamientos hay mucho más fortaleza que en el que él o ella misma defiende. Y esto también nos lleva a otro punto que me parece importante, sin pretender ser exhaustivo, que es parte de nuestras libertades y que la sociedad tiene la obligación de mantener: el espíritu laico.

El laicismo, como el elemento fundamental en las cosas de gobierno y de convivencia. ¿Por qué? Porque el laicismo, que creo se ha malinterpretado una y otra vez, es lo único que nos garantiza que podamos creer en lo que nos de la gana. Si no hay laicismo, no hay libertad de credo. En el momento en que un gobierno asume una posición en favor de un credo o de otro, de una religión o de otra, está en ese momento atentando contra una libertad que los mexicanos hemos conseguido y que nos ha costado muy caro conseguir que es la libertad de credo: la libertad de creer, que incluye la no creencia, es decir, así como a nadie se le puede exigir que tenga un credo o una religión en particular, tampoco a nadie se le puede prohibir que no tenga interés. Y para encontrar ese equilibrio, la única fórmula que los seres humanos hemos sido capaces de generar es el laicismo. Por eso hay que insistir que el laicismo tiene que ser la manera en que podemos seguir avanzando porque, de entrada, una postura laica es una postura tolerante, es decir, yo respeto lo que tú pienses y lo que tú creas, incluido que no creas en nada y permito que cada quien crea en lo que sus condiciones, su conciencia le dicte, pero a nadie le impongo que crea lo que yo creo. Esa es, digamos, el gran valor del laicismo. Lo quiero enfatizar porque hemos visto, sobretodo en los últimos años, una mescolanza desgraciadamente preocupante de altos funcionarios, parece que están en la confusión brutal, en la que no entienden cabalmente lo que es el laicismo. El laicismo es, de verdad, uno de nuestros grandes baluartes.

Para ir concluyendo yo diría que la sociedad civil, la ciudadanía, es una fuerza real que depende de nosotros, empezando por la responsabilidad individual, hasta dónde queremos que participe en este proceso de consolidación de nuestra democracia. Ahí están las ONG's, las fundaciones, ahí están las instituciones de asistencia, ahí están las diversas agrupaciones de muchos símbolos, con muchos puntos de vista de lo que refleja esa diversidad, esa pluralidad, que corresponde a un país como el nuestro, un país pluricultural, en donde, claro, construir consensos cuesta mucho trabajo, bueno, si a alguien no le gusta construir consensos que no se meta de político, que ponga un negocio, son los dueños del negocio, ustedes ahí dicen como se hace lo que se tenga que hacer. Ahora, si les gusta la política y yo quisiera que a muchos de ustedes les gustara la política, porque necesitamos cada vez mejores políticos, más políticos, más profesionales, con las ideas frescas, con formaciones más sólidas, algo que tendrán que tomar muy en cuenta es que en una democracia la clave es la construcción de consensos y los consensos toman tiempo y los consensos cuestan trabajo y los consensos tienen que tomar en consideración muchas de estas cosas que hemos visto y mucho más.

Tenemos que aprender que discrepar no es ningún delito. Discrepar es un privilegio de la libertad y no pasa nada, a menos que alguien se sienta profundamente ofendido y agraviado porque discreparon de él o de ella. Discrepar es un privilegio de la libertad. Ahora, también en la misma línea, hay que tener cuidado que coincidir también es un privilegio de dar razones. En una sociedad plural, como la nuestra, en una democracia, quizá lo mejor es que alentemos esa cultura de discrepar y coincidir como formas naturales de interactuar entre nosotros y que, ni una es sinónimo de ilegalidad, de rebelión o de infracción, ni la otra es sinónimo de lambisconería ni de servilismo. Podemos y debemos avanzar en México discrepando y coincidiendo. En algunos puntos discreparemos, en otros puntos coincidiremos y reconozcamos, cuando hay discrepancia, que no hay mayor problema y que, cuando hay coincidencia, que tampoco lo hay.

Yo creo que México requiere de un estado fuerte, un estado democrático, un estado de derecho, un estado social. Subrayo lo de estado fuerte porque no creo que necesitemos un estado obeso, sino fuerte, un estado estético o musculoso, sin grasa, sin burocracia, sin lastres. Con fuerza para que cumpla con sus funciones porque no podemos dejarle todo a la cuenta del mercado. Sería un error gravísimo. Los mercados comerciales, financieros, generan riqueza (tampoco la que sería disponible), pero el único que puede distribuir la riqueza es el estado. Los mercados no distribuyen la riqueza y el problema principal de México es la desigualdad. ¿Por qué? Porque esa riqueza que se ha generado en México, a lo largo del tiempo, a tenido una concentración en unos cuantos y no a habido una mejor distribución. Por eso también estoy totalmente en contra de aquellos que se ponen a pelear porque si debe prevalecer el mercado o debe prevalecer el estado. No están, a mi juicio, entendiendo claramente lo que uno y otro hacen. Los mercados, que generen la riqueza que tienen que generar, que generen los dineros que tienen que generar, por supuesto que hay que entender cuál es su función en el desarrollo, pero también hay que entender la del estado. Sin un estado mucho más fuerte, mucho más musculoso, sin un estado de derecho, más comprometido, más articulado, sin un estado social, sin un estado democrático, sin un estado que funcione, por más que nos digan que este año vamos a crecer en lugar del 3.1 al 3.2 (me parece que esa es la gran discusión de siempre ¿no?, se pelean por décimas de más, que casi nunca son ciertas al final), pero ese me parece que no es el tema, el tema es, bueno, y con ese crecimiento al país en qué lo ha beneficiado y no hemos logrado resolver el problema de la desigualdad. Muchos otros países de América Latina están como nosotros, pero yo pienso que el hecho de que buena parte de Latino América tenga el mismo problema de la desigualdad no es ninguna excusa.

¿Cómo avanzar en estas áreas que he tratado, de alguna manera, de poner aquí más como temas de discusión que como verdades que no pretenden ser, en ningún caso, absolutas? Yo creo que tenemos algunas palancas que son muy importantes y que no estamos utilizando bien. Dos que me parecen fundamentales en estos tiempos: la información y el conocimiento. No son lo mismo. Se complementan pero, ciertamente, no son lo mismo.

La información es fundamental para poder enriquecer nuestros análisis y no sesgar nuestras conclusiones, información que nos haga crecer y que no nos haga empequeñecer, información que nos permita auscultar nuestro juicio sobre las cosas y no distorsionar nuestro juicio. Yo creo que aquí hemos avanzado algo. La ley de acceso a la información son pasos en la dirección correcta. Otra vez, hay asuntos con los que discrepo y hay asuntos con los que coincido. La ley de acceso a la información fue un paso en la dirección correcta y era muy necesaria y creo que ha abierto muchas posibilidades para la democracia en México.

El conocimiento, en cambio, es algo más complejo. El conocimiento es lo único que nos va a permitir, como individuos y como país, insertarnos con mayor autonomía en este fenómeno que es ineludible que es el de la globalización porque, podemos o no estar de acuerdo con muchos aspectos de la globalización, pero lo que es un hecho ineludible es que la globalización es un proceso que está en marcha. Entonces a mí me parece que es mucho más exacto preguntarnos cómo puedo yo como persona o cómo podemos nosotros como país incidir en el proceso de la interdependencia global con mejores posibilidades, con mayor autonomía, con menos dependencia, con más dignidad y la respuesta está en el conocimiento. Por eso, el sistema educativo se vuelve una gran palanca para el desarrollo en los próximos años. Yo no me puedo imaginar como alguien pudiera ser productivo en su entorno inmediato sin los conocimientos básicos fundamentales y, desde luego, no me puedo imaginar como alguien pueda competir en el entorno internacional sin los conocimientos necesarios. La sociedad del conocimiento, la economía del conocimiento es uno de los grandes retos de los próximos años y México, al igual que buena parte de América Latina, quizá con la excepción de Brasil (diría yo), estamos viviendo no en la sociedad del conocimiento, estamos viviendo en los suburbios de la sociedad del conocimiento, estamos viviendo en las afueras de la sociedad del conocimiento. No hemos podido entrar a la sociedad del conocimiento. Por eso es tan importante fortalecer al sistema educativo: ampliar la cobertura para los jóvenes y mejorar la calidad, porque tan importante es lo uno como lo otro. De nada nos sirve como país ampliar la cobertura si descuidamos la calidad del sistema educativo. Por eso son los dos elementos fundamentales de lo que tendría que ser, a mi juicio (y que no tenemos), una política de estado en materia de educación[4]. Hoy en día, desde mi perspectiva, en un país como México educar es gobernar. El gran gobernante hoy será el que mejor eduque a su pueblo... y, así como declaramos que los problemas de la democracia se resuelven con más democracia, también creo que los problemas de la educación se resuelven sólo con más educación. No hay que darle tantas vueltas al asunto.

Como ven pues, en este panorama que me he permitido compartir con ustedes a grandes rasgos, a discusión y a análisis, podemos encontrar grandes retos para México en los próximos años. Hay que asumirlos. No hay que darles la vuelta. Yo sigo pensando que tenemos un gran potencial, que podríamos ir mejor de lo que vamos, tampoco creo que se puedan cambiar las cosas a corto plazo, pero si creo que hay que empezar a hacer cosas ahora, con mucho más vigor, con mucha más convicción, con mucha más fuerza, para que precisamente en el curso de los próximos años la voz de México pueda empezar a tener la dinámica que todos anhelamos y que no tenemos. Una distribución de la riqueza mucho más equitativa, posibilidades como país de interactuar con otros países en el concierto internacional, dejar a un lado los suburbios y meternos de lleno a la sociedad del conocimiento, usar a la ciencia y a la tecnología como nuestras aliadas, como palancas del desarrollo... que los jóvenes no sólo le pierdan el miedo a la tecnología sino que se den cuenta que la tecnología es una herramienta formidable para muchísimos aspectos del desarrollo. México no podrá dejar los suburbios de la sociedad del conocimiento mientras no tenga una ciencia y una tecnología mucho más propia, mucho más robusta y para eso necesitamos abrir opciones para que los jóvenes también sientan que pueden tener un desarrollo en estas áreas y que puede ser un desarrollo no solamente local o nacional, sino también de impacto internacional.

En fin, son muchos los cambios que creo yo que tendremos que ir haciendo en los próximos años y la sociedad civil tiene un papel que jugar, ustedes tienen un papel que jugar, nosotros tenemos un papel que jugar y tenemos que hacerlo entre todos, tenemos que seguir hablando, organizando reuniones como ésta, intercambiando puntos de vista, generando conciencias más claras, proponer proyectos y alternativas, consolidarnos en la democracia, abrir nuestros espacios para la plena libertad, entender que podemos coincidir o no y que esto no necesariamente es motivo de engorro o de pleito irreductible, que de hecho de lo que se trata en una democracia es, precisamente, de eso (como lo decíamos): de coincidir y de discrepar, y que las dos cosas son válidas, que tenemos que ser tolerantes para aceptar, sin ninguna duda, que hay otros puntos de vista que son diferentes a los nuestros y que tenemos que aceptarlos para convivir con ellos en un régimen de libertades, de democracia, que debemos de pedir a nuestros políticos que construyan consensos porque esto es, hoy en día, parte de la tarea de un político: construir consensos, por difícil que sea y para eso hay que dialogar, hay que ser tolerantes y hay que tener la capacidad para enmendar nuestros puntos de vista en aras de construir esos consensos, debemos seguir fortaleciendo el laicismo como la mejor forma de convivencia en nuestra sociedad, para respetar la libertad de credo de todo mundo, pero no tratar de imponerle absolutamente a nadie una creencia que no sea la que él o ella disponga, que debemos de ser un país de leyes. Acuérdense ustedes de ese pasaje del Quijote cuando Sancho se iba a gobernar la isla, que le pedía al Quijote su consejo y el Quijote le decía: “Sancho: de leyes pocas, pragmáticas y que se cumplan”. México es un país que tenemos leyes, leyes y leyes, pocas se cumplen y muchas de ellas no las entendemos cabalmente. Creo que hay que volver en algunos aspectos a lo básico. Volvamos al Quijote: “De leyes, pocas, pragmáticas y que se cumplan”. Necesitamos un país de leyes, necesitamos un estado de derecho, porque no queremos avanzar en otro contexto.

Así que, aunque los retos parecen ser muchos, vistos por una óptica objetiva, rigurosa, analítica, me parece que son alcanzables y por eso la última reflexión para los jóvenes sería: ¡Animo! Vean el futuro con ánimo, con entusiasmo. Si ustedes son capaces de contribuir a hacer alguno de estos cambios en la dinámica social de México, dentro de algunos años, vamos a tener un país mucho más cercano al que todos anhelamos. Gracias


Notas

[1] Reyes Maciel, laura (2008). “Juan Ramón de la Fuente se manifiesta a favor de la encuesta nacional sobre Pemex”. La Jornada Guerrero. Consultado el 16 de junio de 2008. En: http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2008/06/14/index.php?section=politica&article=005n1pol.
[2] Blog "La columna" de Leo Agusto, URL: http://lacolumna.wordpress.com/2008/01/21/se-une-juan-ramon-de-la-fuente-a-consejo-de-administracion-de-el-universal/.
[3] Como es bastante probable que algún lector cuestione el por qué si es la transcripción de una conferencia la publico con mi nombre, quisiera adelantarme y responder a esta interrogante: creo que el hecho de haber invertido dinero en una minigrabadora para grabar la conferencia, haber invertido tiempo en la transcripción (quien haya transcrito antes una conferencia, sabe, que no es cosa que se haga de una sola sentada) y haber invertido esfuerzo en la revisión final del texto generado, así como en la investigación colindante que, necesariamente, tuve que realizar para cubrir algunos aspectos inherentes al contenido tratado por el Dr. De la Fuente, me da mérito suficiente para presentar con mi nombre no el contenido de su conferencia (¡Ojo!), sino la transcripción de la misma.
[4] Hablando de discrepar en una democracia, sobre política de estado en materia de educación (tema ya recurrente en las presentaciones públicas del Dr. De la Fuente) hay una posición alternativa (o contrapuesta si se prefiere) de Andrés Oppenheimer (2006) que el lector puede consultar, con mayor detenimiento, en su libro Cuentos chinos (publicado, entre otras editoriales, por Plaza Janés), específicamente en el capítulo 10 donde Oppenheimer analiza, de manera global, la situación de América Latina y, abordando el tema de la educación, dedica algunas páginas al Dr. De la Fuente y a la UNAM; por otro lado, Agustín del Moral, refiriéndose al libro El régimen de autonomía (publicado por la Universidad Veracruzana en el año 2007) y, específicamente, al ensayo intitulado "La autonomía universitaria", comenta acerca del Dr. De la Fuente una idea que parece contradecir la crítica que Oppenheimer hace del ex rector de la UNAM: "Desde su punto de vista, 'el Estado tiene una responsabilidad ineludible con la educación pública'. 'Pero la responsabilidad —añade— también es de las universidades. (…) tienen que contribuir a complementar ese financiamiento'. Para ello, puntualiza, necesitan 'generar recursos adicionales (…) a través de convenios, contratos, etcétera, y entrar en esa enorme ventana de oportunidad que (…) son los mecanismos de incubación de empresas'." Fuente: Del Moral, Agustín (2007). "El régimen de autonomía." Suplemento Universitario Campus Milenio. Consultado en junio 23, 2008 en http://www.campusmilenio.com.mx/251/ensayos/regimen.php.

 
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