Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz
Pero también, como una condición humana aplicable a todas las ramas del quehacer, se dan los contravalores, desvalores, o valores negativos, desvirtuándose con ello la valía que con esfuerzos se haya ganado en cualquier rama del acontecer humano.
En efecto, el ser humano, no importa cuál sea su actividad, siempre le imprime a ésta sus características personales, ya sea de creatividad, de originalidad, de respeto a las normas y, en general, de su formación ética y de su estructura cultural y educativa. Esto se da en artistas, operarios, obreros, campesinos, comerciantes, deportistas, políticos, periodistas, burócratas, actores, cantantes y bailarines, así como en técnicos, profesionales, etc., de cualquier actividad humana.
De igual forma se da, sin embargo, el reverso de la medalla: pillos, truhanes, malhechores, corruptos, irresponsables, falaces, abusivos, ventajistas, traicioneros, y demás fauna que se desprende de estas penosas actitudes.
Lamentablemente a la abogacía se le han adjudicado algunos de estos “milagritos” (algunos, debo admitirlo, ganados a pulso), que no son privativos de esta profesión, ya que otras los comparten, por desgracia, en proporciones que aumentan según se dan los malos tiempos, como los que estamos viviendo y que todavía falta lo peor.
De esta guisa, el relevo en la Barra de Acapulco, Colegio de Abogados, A.C. tiene por objeto seguir en el propósito de mejorar la perspectiva del ejercicio de la abogacía, seguirse preparando mejor para la atención de las encomiendas profesionales que se les hagan; acrecentar el cultivo y praxis de la ética en el ejercicio de la profesión; coadyuvar como asesores de las instituciones públicas y privadas que tengan que ver con servir a nuestra comunidad; prestar servicios de consulta jurídica gratuita para aquellos que no tengan dinero para sufragarla; entre otros objetivos a desarrollar.
Al respecto, el presidente saliente, Lic. Luís Alberto Montes Salmerón, quien por cierto hizo un excelente papel al frente de esta agrupación profesional, aumentando el acervo de nuestra Biblioteca Pública “Lic. Nicolás Salinas Sotelo” (nuestro presidente fundador q.e.p.d.), enriqueciendo nuestro haber cultural con ciclos de conferencias y cursos de la especialidad y otros logros significativos, distribuyó en este evento una edición de nuestro marco normativo que contiene: los Estatutos, con sus reformas, el Reglamento del Fondo Mutualista y el Código de Ética Profesional, como corolario a su gestión. Y toma la estafeta el Lic. Alberto Marín Gutiérrez con el sano propósito de continuar en la ruta de la superación profesional de sus asociados, con enriquecer la actitud ética en su ejercicio; por trabajar sin descanso para fortalecer el desempeño de los abogados; de proponer foros de diálogo con funcionarios del gobierno del Estado para que éstos expliquen lo que realizan en la entidad, en todas las materias dentro del ámbito de lo jurídico, toda vez que se necesita mejorar el desempeño en la procuración e impartición de justicia en el Estado.
Creo que vamos por buen camino. Como miembro fundador de este colegio de profesionales del Derecho, siento que poco a poco se han estado realizando los propósitos que tuvimos hace 37 años. Y seguiremos luchando por ello. Nuestra comunidad y nuestro gremio se lo merecen. O usted, convencido lector, ¿qué opina?
Considerando que el relevo es la acción de relevar y ello significa sustituir a una persona por otra, recién se acaba de llevar a efecto un relevo en el seno de un colegio de profesionales del derecho, es decir, en la Barra de Acapulco, Colegio de Abogados, A.C. dentro de su marco estatutario al nombrarse, por aclamación, al nuevo Consejo Directivo de la misma y en seguimiento a una postura de continuidad, que no de continuismo, por estar construyendo la superación académica, profesional y ética del gremio.
La abogacía es una actividad profesional que data de siglos atrás, es una profesión secular, pues. En su seno se han dado juristas brillantes, jurisconsultos notables y jusfilósofos geniales, así como también se han dado este tipo de características (brillantez, notabilidad y genialidad) en profesionales de otras ramas del saber humano.Pero también, como una condición humana aplicable a todas las ramas del quehacer, se dan los contravalores, desvalores, o valores negativos, desvirtuándose con ello la valía que con esfuerzos se haya ganado en cualquier rama del acontecer humano.
En efecto, el ser humano, no importa cuál sea su actividad, siempre le imprime a ésta sus características personales, ya sea de creatividad, de originalidad, de respeto a las normas y, en general, de su formación ética y de su estructura cultural y educativa. Esto se da en artistas, operarios, obreros, campesinos, comerciantes, deportistas, políticos, periodistas, burócratas, actores, cantantes y bailarines, así como en técnicos, profesionales, etc., de cualquier actividad humana.
De igual forma se da, sin embargo, el reverso de la medalla: pillos, truhanes, malhechores, corruptos, irresponsables, falaces, abusivos, ventajistas, traicioneros, y demás fauna que se desprende de estas penosas actitudes.
Lamentablemente a la abogacía se le han adjudicado algunos de estos “milagritos” (algunos, debo admitirlo, ganados a pulso), que no son privativos de esta profesión, ya que otras los comparten, por desgracia, en proporciones que aumentan según se dan los malos tiempos, como los que estamos viviendo y que todavía falta lo peor.
De esta guisa, el relevo en la Barra de Acapulco, Colegio de Abogados, A.C. tiene por objeto seguir en el propósito de mejorar la perspectiva del ejercicio de la abogacía, seguirse preparando mejor para la atención de las encomiendas profesionales que se les hagan; acrecentar el cultivo y praxis de la ética en el ejercicio de la profesión; coadyuvar como asesores de las instituciones públicas y privadas que tengan que ver con servir a nuestra comunidad; prestar servicios de consulta jurídica gratuita para aquellos que no tengan dinero para sufragarla; entre otros objetivos a desarrollar.
Al respecto, el presidente saliente, Lic. Luís Alberto Montes Salmerón, quien por cierto hizo un excelente papel al frente de esta agrupación profesional, aumentando el acervo de nuestra Biblioteca Pública “Lic. Nicolás Salinas Sotelo” (nuestro presidente fundador q.e.p.d.), enriqueciendo nuestro haber cultural con ciclos de conferencias y cursos de la especialidad y otros logros significativos, distribuyó en este evento una edición de nuestro marco normativo que contiene: los Estatutos, con sus reformas, el Reglamento del Fondo Mutualista y el Código de Ética Profesional, como corolario a su gestión. Y toma la estafeta el Lic. Alberto Marín Gutiérrez con el sano propósito de continuar en la ruta de la superación profesional de sus asociados, con enriquecer la actitud ética en su ejercicio; por trabajar sin descanso para fortalecer el desempeño de los abogados; de proponer foros de diálogo con funcionarios del gobierno del Estado para que éstos expliquen lo que realizan en la entidad, en todas las materias dentro del ámbito de lo jurídico, toda vez que se necesita mejorar el desempeño en la procuración e impartición de justicia en el Estado.
Creo que vamos por buen camino. Como miembro fundador de este colegio de profesionales del Derecho, siento que poco a poco se han estado realizando los propósitos que tuvimos hace 37 años. Y seguiremos luchando por ello. Nuestra comunidad y nuestro gremio se lo merecen. O usted, convencido lector, ¿qué opina?
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