Por Nadia Estrada Martín y Madelines Uranga Cortés



La creatividad y los estilos cognitivos están a medio camino entre los rasgos de la personalidad y las capacidades cognitivas.

Para el estudio sistemático de la creatividad, se han considerado 4 facetas, a saber:

  • Situación creativa (entorno en el cual surge o se observa la creatividad): incluye todos los elementos que constituyen una situación en la cual se presentan los procesos creativos.
  • Producto de la creatividad (producto de la creación): puede ser un objeto, una idea, una teoría o distintas soluciones a un problema. Los criterios utilizados para juzgar el producto son los que aportan los expertos, no existiendo un consenso absoluto, lo cual dificulta el estudio científico.
  • La creatividad como proceso (proceso de creación): se refiere a las operaciones mentales que componen el pensamiento creativo.
  • La persona creativa (características psicológicas de los sujetos creativos) se refiere a la posibilidad de considerar la influencia de factores intelectuales, de personalidad, motivación y la variabilidad en el uso del pensamiento creativo.

Con relación a la definición de la creatividad, existe una gran variedad de conceptos que tienen estrecha relación con la creatividad y que, en ocasiones, entran en competencia cuando los autores intentan definir creatividad, por ejemplo, los términos: talento, genialidad, prodigio y superdotación.

Vernon se ha dedicado a la investigación de las múltiples definiciones de creatividad intentando llegar a un consenso.

“La creatividad es la capacidad de la persona para producir nuevas y originales ideas, descubrimientos, reestructuraciones, invenciones u objetos artísticos, los cuales son aceptados por los expertos como elementos valiosos en el terreno de las ciencias, la tecnología o el arte. Tanto la originalidad como la utilidad o valor, son propiedades del producto creativo a pesar de que estas propiedades puedan variar con el paso del tiempo” (P.E. Vernon, 1989).

Los individuos creativos se caracterizan por las siguientes cualidades:

  • Ausencia de convencionalismo (tener el espíritu libre, ser poco ortodoxo).
  • Integración (ser capaz de integrar distintas informaciones, de poner en común ideas dispares)
  • Flexibilidad y decisión (ser capaz de tomar decisiones después de evaluar pros y contras, de cambiar de dirección, etc.)
  • Motivación e interés por el reconocimiento de los demás (ser enérgico, tener interés en que los demás te consideren, tener objetivos claros).

Con relación a la evaluación de la creatividad, el estudio empírico de la misma se ha dividido al considerarla como un “rasgo” o como un “tipo”:

Creatividad como rasgo

Creatividad como tipo

Considera la creatividad como una disposición común a todos los individuos muy cercana a la inteligencia y vinculada al rendimiento cognitivo.
Se analizan muestras compuestas por sujetos “normales”

Considera a la creatividad como el resultado de la actuación combinada de las aptitudes y rasgos de temperamento, carácter y motivación.
Se analizan muestras compuestas por sujetos “eminentes”

Estudiada por la Psicología Diferencial

Estudiada por la Psicología Cognitiva, la Psicología Dinámica, la Psicopatología, etc.



Resulta importante definir lo que se considera una respuesta creativa. La cualidad principal de las respuestas creativas es la espontaneidad, teniendo en cuenta la calidad de las mismas (evaluada por expertos) y su originalidad (rareza u oportunidad). La evaluación de la creatividad se basa, de forma combinada, en la “cantidad” de respuestas producidas ante un ítem de un test (fluidez), la “unicidad” entendida como originalidad (absoluta o relativa) de las respuestas y la “variedad” de las mismas (flexibilidad).

Algunos tipos de tests utilizados para evaluar la creatividad son:

  • Los Tests de creatividad de Guilford.- Están basados en su Modelo de la Estructura del Intelecto (EI) y en concreto en la Producción Divergente o Creativa. En general, la evaluación de la creatividad a partir de estos tests se basa en la estimación de índices propios del pensamiento creativo, tales como la originalidad, la fluidez, la flexibilidad, etc.
  • Los tests de Torrance y otros. Se le muestra al sujeto una serie de objetos y se le pide que proponga una serie de sugerencias para mejorar el producto. Los test de Torrance enfatizan la medida de la creatividad basada en la capacidad de generar muchas ideas nuevas (fluidez) que sean inusuales (originalidad) y que, asimismo, representen un amplio muestrario de categorías variadas (flexibilidad). Para Torrance, la inteligencia debe incluirse dentro de la creatividad y no a la inversa como consideraba Guilford.
  • Cuestionarios o autoinformes. Solicitan al sujeto su valoración en torno a una serie de preguntas o adjetivos que identifican a los individuos creativos.
Por medio del análisis factorial se han identificado varios rasgos primarios relacionados con la creatividad: en primer lugar, la fluidez; en segundo, la flexibilidad; y en tercero, la originalidad. Más adelante estos rasgos se integraron a la teoría de la Estructura del Intelecto de Guilford, como propiedades específicas de la llamada “producción divergente”.

Existen dos teorías acerca de la relación entre la inteligencia y la creatividad: la “teoría umbral”, que plantea que los sujetos con un CI de 120 o más tienen garantizado el éxito en tareas creativas; y la “teoría de la certificación”, que postula que realizar actividades creativas depende del grado de seguridad y confianza social (y no de la inteligencia).

¿Qué podría decirse sobre la relación entre la personalidad y la creatividad? Revisemos a continuación algunos aspectos que se han tratado al respecto:

  1. Sternberg (1988) plantea que las personas son creativas en virtud de una peculiar combinación de atributos de personalidad, inteligencia y estilos cognitivos.
  2. El prototipo de un individuo creativo contendría, al menos, dos características: en primer lugar, se trataría de una persona inteligente con un CI de 120 o más; y en segundo lugar, con relación a los rasgos de personalidad, se caracterizaría por aspectos tales como su devoción al trabajo, su independencia de pensamiento y acción, su motivación por la originalidad y flexibilidad.

Otras características de personalidad relacionadas con la creatividad son la seguridad en sí mismo y un cierto grado de egoísmo. Asimismo, se destacan la variación frecuente de los estados de ánimo y los cambios destacados en los niveles de actividad.

Finalmente, resulta imprescindible la distinción entre rasgo y rendimiento. Una idea, conducta o producto puede ser original y creativo, pero pertenece al ámbito de los rendimientos, no implica una disposición; es decir, sólo porque alguien tenga una idea creativa (rendimiento) no implica que este sujeto necesariamente sea creativo (rasgo), ya que la creatividad como rasgo se define como una tendencia hacia la originalidad, en muchas y diversas situaciones, no en una sola idea o producto.

Los siguientes son algunos factores que propician el rendimiento creativo:


(haz clíc sobre el esquema para aumentar su tamaño)

3 Comentarios:

fernando reyes baños dijo...

Anónimo: Me alegro que te haya gustado. Sé que sus autoras, donde quiera que estén en estos momentos, te lo agradecerán también. ¡Muchas gracias por tu comentario!



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