Del héroe...

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Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz


Resulta preocupante, incómodo, más bien siniestro y espeluznante, el encontrar en las jóvenes generaciones, incluidas, por supuesto, las que tuvieron y tienen acceso a la educación primaria, secundaria, preparatoria y profesional, una ausencia total del conocimiento de nuestra geografía, de nuestra historia patria y si se diera el caso de las honrosas excepciones, carecen de la información suficiente o básica sobre los héroes patrios y mucho más de los hechos o acciones que les dieron ese carácter.

En el actual estado de Guerrero se le dio continuidad a la guerra de Independencia por instrucciones del Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, al ínclito Don José Ma. Morelos y Pavón, para que no se apagara la antorcha libertaria iniciada por aquél.
Y no era para menos, habida cuenta de que ya habían transcurrido cerca de trescientos años de dominación española (desde1521), caracterizada por la iniquidad, la explotación, la esclavitud, la fuerza bruta, la discriminación, el imperialismo, el fanatismo religioso y otras lindezas que trajeron la corrupción y el alcoholismo, entre otras consecuencias, a pesar de haber fundado colegios, la Real y Pontificia Universidad de México y varias instituciones, pero con el denominador común de ser de carácter religioso.

Había prohibición para los naturales del país, entre otras, el de tener armas, tener y montar caballos, pescar, cultivar la morera, el olivo, en fin, una serie de restricciones que sólo eran monopolizadas por los peninsulares y con serias restricciones para los criollos (hijos de españoles, pero ya nacidos en México), como la ostentación de cargos públicos en el gobierno virreinal y en la alta jerarquía católica.

En este orden de cosas, era inevitable el rompimiento con la metrópoli y en todas las áreas de dominio español en América, aunado a eventos ya conocidos, se dio la lucha por la independencia.

La Nueva España puso el ejemplo y el prócer Hidalgo le dio inicio, dejando al epónimo Morelos el encargo de darle continuidad en las tierras del sur a este movimiento libertario, para lo cual Morelos llega a Técpan, hoy de Galeana, e incorpora a sus tropas a aquellos patriotas que soñaban con una patria mejor y que no tuvieran empacho en arriesgar sus propiedades, su salud, su libertad o su propia vida a cambio de lograr una mejor patria para sus descendientes, para nosotros.

Y ahora que disfrutamos muchos de los logros de estos verdaderos héroes epónimos y verdaderos luchadores sociales, vale recordar y no debemos olvidar que un 13 de abril, pero de 1762, nació en esa población una de las figuras que resultó ser pilar en la lucha armada del Generalísimo Morelos, me refiero al prócer Don Hermenegildo Galeana, Tata Gildo, como lo conoce la población de la Costa Grande de Guerrero, quien devino en el brazo armado de Morelos y se reveló como un militar extraordinario, estratega sin par y con una fiereza y valentía en los ataques, de una manera singular.

Caballeroso en la lucha, nunca mató a nadie por la espalda, se resistía a fusilar prisioneros, usaba la espada de una manera excepcional y los realistas le temían por su arrojo y temeridad. Fue quien rompió el sitio de Cuautla, le salvó la vida al Siervo de la Nación y realizó una campaña digna de todo encomio.

Aunque sabía que sus méritos en campaña, así como la admiración y respeto impresionantes que sentía por Morelos eran suficientes para poder ser designado por éste como su segundo de abordo, el Caudillo del Sur no le dio ese nombramiento y se lo adjudicó al sacerdote Don Mariano Matamoros, quizá porque Galeana no sabía leer ni escribir, complemento indispensable para hacerse cargo del movimiento independentista del Sur.

Galeana fue un héroe. De eso no hay la menor duda.

A pesar de que contaba con 48 años de edad cuando se inició en la guerra de Independencia (en esa época el promedio de vida era menor) y murió en 1814, su fortaleza física y su bravura eran impresionantes, de tal suerte que sus enemigos se aterrorizaban con sólo escuchar pronunciar su nombre.

Recordar la fecha de su nacimiento es lo menos que las generaciones actuales podemos hacer para honrar la gesta heroica de este patricio no sólo local, sino nacional, sin perjuicio de seguir luchando por México y su pueblo, cada quien en la trinchera que le corresponde. Es lo justo. O usted, patriota lector, ¿qué opina?

1 Comentario:

Guillermo E. TibaldO dijo...

Hola como estas?

Tu artìculo me ha parecido de lo màs interesante! Creo que denotas la calidad de anàlisis sobre lo que es la historia, y como se refleja en la educaciòn actual.

Yo soy de Argentina, pero creo que sucede una situaciòn similar.. Los profesores ya no se basan en los libros de historia y en su previa reflexiòn y anàlisis, ahora compran las revistitas donde tienen todo armado.. y en donde muestran, por ejemplo, a Belgrano de pequeño frente a una escuela, y encima con una bandera.. es que acaso no fue quien la creò siendo mayor?

Esas cosas me molestan..

Muy buen ppunto de vista, y gracias por querer compartirlo con todos nosotros

Un abrazo

Guillermo E. T.



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