El turismo en los tiempos de la influenza

Por el Lic. José Cedano Galera

e-mail: promoturistica@yahoo.com.mx

La industria turística, una de las actividades económicas más importantes de México, es fundamental para el desarrollo de Acapulco; esta industria desafortunadamente no ha sido bien comprendida por las diferentes autoridades de los tres niveles de gobierno, a pesar de que siempre la utilizan y se aprovechan de ella prometiendo que la apoyarán y la profesionalizarán, dejándonos hasta la fecha a la espera de que las decisiones se tomen con la firme convicción de que el motor del desarrollo es el turismo.

Asimismo, resulta importante tomar en cuenta la importancia social que tiene el turismo, ya que una de las necesidades básicas del ser humano es el ocio, la recreación y los viajes. Es de todos conocido que las personas que viven en zonas urbanas de alta densidad sufren del agobio, de las multitudes, del pesado tránsito vehicular, de la contaminación, etc., y que poco a poco se desgastan y despersonalizan al punto que, tarde o temprano, terminan por anhelar la posibilidad de escapar de su monótona vida y vivir experiencias únicas e inolvidables en algún lugar paradisiaco y mágico, y… ¿Qué lugar más paradisiaco y mágico que Acapulco? Por eso es posible ver los desfiles de autos y camiones que salen del Distrito Federal hacia nuestra ciudad, pero es ahí donde el profesionalismo debe prevalecer, es decir, estos desplazamientos para que sean provechosos en todos los aspectos deben ser fundamentados en un plan de desarrollo, que planifique su crecimiento, que ordene la interrelación entre los prestadores de servicios turísticos y los turistas, además de establecer claramente los controles que deben ejercer las distintas autoridades.

Un secretario de turismo, por ejemplo, no puede incitar a los turistas a que no vengan a Acapulco por una alerta sanitaria, es incongruente, ese rol lo deben de asumir las autoridades sanitarias, es más creíble y más profesional; sin embargo ya con el brote de una gripe atípica, que según provenía de los cerdos de Asia, que después nos dijeron era la influenza humana (el virus A/H1N1), ha causado una gran movilización nacional, creando conciencia de lo importante que es la limpieza para mantener la salud.

Obviamente, cuando hablamos de limpieza el agua es básica: yo pregunto a las distintas autoridades por qué si sabemos que el agua es fundamental para conservar la salud, no se preocupan porque todas las colonias de nuestra ciudad cuenten con agua corriente y que ésta sea de buena calidad. Es inhumano que familias enteras no tengan en sus hogares el vital líquido. ¿Con qué cocinan? ¿Con qué se asean? ¿Con qué lavan su ropa? A los trabajadores de hoteles y restaurantes se les exige que se presenten con uniformes limpios, presentables, que den una imagen de pulcritud para atender al turista, ¿cómo le van a hacer? Y ahora por lo de la contingencia se cerraron muchos establecimientos comerciales, ¿de qué van a subsistir los trabajadores? ¡Las familias comen diario! ¿Cómo van a pagar los empresarios los costos de operación, los impuestos, el agua y la luz? ¿Cómo podrán sostener su inversión?

La función primordial del gobierno es ser el detonante del bienestar de los ciudadanos, y si el bienestar económico del municipio de Acapulco y el del estado de Guerrero es el turismo, lo lógico es que se le dé un primerísimo lugar a la imagen del destino turístico, no ahuyentando a los turistas, sino haciendo campañas para invitarlos y para prepararnos a recibirlos, atenderlos, satisfacerlos y despedirlos, con calidad, con esmero, y darles en estos momentos un servicio adicional: el de establecer medidas de control sanitario, estrictas entre los prestadores de servicios, además de tener un comité intergubernamental e interdisciplinario que asesore, de manera permanente, a las autoridades de salud que dictarán las reglas de acción, que emitirán recomendaciones precisas, tanto para locales coma para visitantes, y que publicarán boletines de prensa del estado del virus en nuestro entorno. Eso es más provechoso que decirles a los turistas que no vengan en una conferencia de prensa, donde hay corresponsales nacionales que darán a conocer esta expresión más allá de las fronteras, dando la imagen de un lugar hostil en el que apedrean vehículos en la Autopista del sol, quizá motivados por estas declaraciones. Es momento de dar mensajes de unidad y de continuar con el control de la prevención.

Debemos reactivar al sector económico porque la crisis está provocando la pérdida de empleos, así como situaciones difíciles de resolver entre los negocios turísticos y la población. Es prioritario revertir las deficiencias en el manejo de una situación de crisis, solicitando a los distintos organismos públicos que ya basta de burocracia, que resulta esencial su participación decidida y profesional; es prioritario otorgar medidas que estimulen la supervivencia de los negocios, además de garantizar los servicios básicos a todos los ciudadanos, ya que si se garantiza la limpieza, habrá menos riesgos de enfermedades, no solamente la influenza, sino también el dengue (que se acentúa en épocas de lluvia). ¿Cómo se controlará, por ejemplo este último problema, si las personas guardan agua por varios días porque sufrirán del desabasto de agua? La limpieza y la higiene debe ser nuestro baluarte para la salud,

Es imprescindible también que se enfoquen las energías a recuperar a los turistas, porque sin ellos hay desempleo y sin empleo no hay liquidez, produciéndose el cierre de negocios y, finalmente, una crisis de muchos tipos. No hay mejor detonador de las enfermedades que la miseria. ¿Tan difícil es entender estas premisas del desarrollo? Si de por sí, Guerrero es considerado como uno de los estados más pobres, más susceptibles de muerte temprana por enfermedades (que se suponían desaparecidas o controladas); por ello, si el turismo es la panacea económica, debemos darle el lugar prioritario que merece, debemos luchar por recuperar los arribos de los cruceros, los vuelos que se suspendieron, las bodas, eventos y congresos que se han pospuesto o cancelado su realización.

Hay que generar imágenes positivas del destino, exigiendo a la federación trato justo e igualitario en la asignación de recursos económicos y utilizar éstos de la manera más sabia y honrada posible, para campañas de promoción, publicidad y relaciones públicas, para resarcir los errores y también, por qué no, una disculpa publica a los turistas del Valle de México, que se enteraron del entuerto y que son los visitantes más fieles que tiene nuestro amado puerto.

Es tiempo de dar lo mejor de nosotros mismos, de involucrar a las universidades, a los colegios de profesionistas, a las agrupaciones y a las asociaciones, para establecer un organismo ciudadano que emita recomendaciones a las autoridades y que vigile el adecuado uso del dinero público. No podemos dejar el bienestar de la ciudad en manos de funcionarios que se encuentran en el área de confort que les otorga el poder. Es momento de exigir a los aspirantes a diputados que se comprometan con la sociedad, que cada vez se siente más desanimada, defraudada, por gobernantes que prometieron públicamente que no fallarían, por políticos que groseramente manejan autos de lujo mientras hay familias que carecen de lo mínimo; por ello, el turismo debe ser la respuesta para sacar adelante a nuestra ciudad, pero debe dejar de ser utilizado para la retorica y ser la respuesta real, que necesitamos para mejorar las condiciones de vida de todos y cada uno de los que vivimos en esta ciudad.