Por Zaidena
El jefe les dijo por el interno que fueran los tres inmediatamente a su oficina. Cuando llegaron vieron su rostro hosco, huraño, un rictus extraño en su boca y sus cejas parecían unidas entre sí. Todos se dieron cuenta de que algo pasaba.
__ Siéntense por favor __les dijo__ las noticias que me llegan de autopsias son preocupantes. Vargas no murió de un infarto, también estaba envenenado su organismo. Veneno que tampoco se ha podido identificar hasta ahora, pero que tiene los mismos componentes del que fue encontrado en el cuerpo del Dr. Aranda. En el caso de Aranda, me informó el Doc. que la muerte se produjo aproximadamente a los dos o tres segundos de haber sido inoculado por lo que, según él, nos encontramos ante un poderosísimo veneno. Es por todo esto que les cuento que vendrán desde Buenos Aires y Córdoba los mejores químicos con antecedentes en estudios de venenos. Esperamos que lleguen en cualquier momento.
__ Si me permite jefe __dijo Samuel__ en el mundo sólo hay diez venenos letales. Si usted me autoriza, me gustaría hacerle algunas preguntas al Doc sobre detalles del cadáver para luego trabajar un poco en tratar de ubicar el veneno. Quizá, y sólo quizá, el veneno nos lleve al asesino.
__ Vayamos, me interesa que escuchemos todos.
Ya en la morgue, Samuel le preguntó varios pormenores al doctor.
__ Lo más importante Doc. __le preguntó Samuel por último__ es saber en qué estado encontró usted el sistema nervioso central de Aranda.
__ En realidad me llamó la atención su contractura muscular, y eso lo dejé bien claro en mi informe, era como si todos sus nervios se hubieran encogido, estoy hablando de los músculos estriados. Los músculos lisos parecían trozos de roca. Por eso le devino el paro cardiorespiratorio, pues su corazón no pudo producir la diástole, es decir , el movimiento de dilatación del corazón y de las arterias cuando la sangre penetra en la cavidad, por ello tampoco se produjo la sístole, que es el período de contracción cardíaca, especialmente de los ventrículos.
__ Listo jefe, ya sé todo lo que quería saber, si usted quiere podemos irnos.
__ Si, vayámonos.
Los cuatro volvieron a sus escritorios, todos iban meditabundos.
__ Jefe __dijo Samuel__ tengo una pequeña esperanza, si me facilita un computador bajaré de mis archivos las características de los diez venenos más potentes del mundo, hay uno que me está rondando la cabeza.
__ Por supuesto, vaya a la oficina de Luisa, hay dos computadoras, úselas todo el tiempo que sea necesario y si quiere algo más, sólo pídalo.
Samuel la miró un instante, pero fue suficiente para que su corazón comenzara a galopar.
Mientras Mario y Luisa se fueron con el personal de campo para obtener todos los detalles posibles, Samuel ingresó su clave en la máquina y, en el escritorio de la misma, apareció un hermoso y distinguido escudo que identificaba al escuadrón de la policía especial de la ciudad de Buenos Aires con jurisdicción en todo el país.
Al ver el emblema de su departamento sintió emoción y orgullo. Eran los mejores del país, cada miembro se había especializado en lo que hacía, además amaban su trabajo, claro que también les traía complicaciones, especialmente en lo afectivo. Vivían dentro de sus paredes o corriendo tras asesinos, mafiosos, violadores… y como consecuencia había divorcios, separaciones.
A él también su trabajo le cobró el amor. Por él debió renunciar a Luisa.
Su mirada estaba fija en la pantalla y comenzó a recordar el día en que, saliendo de la casa de Luisa luego de una inigualable noche de amor, cuatro masculinos lo subieron a una trafic para llevarlo a un baldío, donde le dieron la paliza más grande de su vida y le dijeron que eso era sólo un aviso, que si seguía investigando a Vittorio Fuliatti matarían a su novia y le mandarían la cabeza de ella como obsequio, pero antes __le dijeron__ la iban hacer feliz un ratito entre ellos.
¡Samuel sabía que no mentían!.
Se fueron dejándolo tirado. Avisó a su jefe desde su celular. Cuando llegó a buscarlo le contó todo y ahí, nomás, el jefe de su brigada dispuso el inmediato traslado de Luisa a Santa Fe, esto también le costó una terrible reprimenda de su jefe, ya que dos personas de la misma brigada no podían relacionarse entre sí.
En Santa Fe capital, una vez que Luisa se estableció, tuvo por muchísimo tiempo una custodia personal, sin que ella lo supiera por supuesto. Al quedarse solo Samuel, se hizo un simulacro de pelea y un nuevo romance con una informante que sonó tan real que hasta la misma mafia lo creyó.
Lo único importante para él era que a Luisa no le pasara nada.
Sabía de sobra que estaba sacrificando su amor, pero también sabía que la mafia no perdonaba y que no iba a abandonar el caso por más amenaza que recibiera. Demasiado dolor, demasiada corrupción, demasiados crímenes había cometido Fuliatti y él no pensaba ceder. No retrocedería ante nada ni ante nadie y menos al saber que Luisa ya estaba a salvo. Por eso, viendo el peligro que pudiera avecinarse, sacrificó su amor en beneficio de la vida de Luisa.
Ella nunca lo supo y ahora, al verla después de tanto tiempo, pensó lo mismo que alguien pensara alguna vez: “el árbol se dobla, se agita, estremece, deshoja y retoña, pero queda erguido”, y así, erguida parecía estar ella __pensó él__ sólo que él no sabía que a su alma la había volteado el viento.
El sonido de una ventana al cerrarse lo hizo volver a la realidad. Dio un suspiro y sus dedos ágiles acariciaron levemente el teclado, parecía que un amor clandestino los unía, había una simbiosis entre sus dedos y el teclado imposible de descifrar.
El jefe les dijo por el interno que fueran los tres inmediatamente a su oficina. Cuando llegaron vieron su rostro hosco, huraño, un rictus extraño en su boca y sus cejas parecían unidas entre sí. Todos se dieron cuenta de que algo pasaba.
__ Siéntense por favor __les dijo__ las noticias que me llegan de autopsias son preocupantes. Vargas no murió de un infarto, también estaba envenenado su organismo. Veneno que tampoco se ha podido identificar hasta ahora, pero que tiene los mismos componentes del que fue encontrado en el cuerpo del Dr. Aranda. En el caso de Aranda, me informó el Doc. que la muerte se produjo aproximadamente a los dos o tres segundos de haber sido inoculado por lo que, según él, nos encontramos ante un poderosísimo veneno. Es por todo esto que les cuento que vendrán desde Buenos Aires y Córdoba los mejores químicos con antecedentes en estudios de venenos. Esperamos que lleguen en cualquier momento.
__ Si me permite jefe __dijo Samuel__ en el mundo sólo hay diez venenos letales. Si usted me autoriza, me gustaría hacerle algunas preguntas al Doc sobre detalles del cadáver para luego trabajar un poco en tratar de ubicar el veneno. Quizá, y sólo quizá, el veneno nos lleve al asesino.
__ Vayamos, me interesa que escuchemos todos.
Ya en la morgue, Samuel le preguntó varios pormenores al doctor.
__ Lo más importante Doc. __le preguntó Samuel por último__ es saber en qué estado encontró usted el sistema nervioso central de Aranda.
__ En realidad me llamó la atención su contractura muscular, y eso lo dejé bien claro en mi informe, era como si todos sus nervios se hubieran encogido, estoy hablando de los músculos estriados. Los músculos lisos parecían trozos de roca. Por eso le devino el paro cardiorespiratorio, pues su corazón no pudo producir la diástole, es decir , el movimiento de dilatación del corazón y de las arterias cuando la sangre penetra en la cavidad, por ello tampoco se produjo la sístole, que es el período de contracción cardíaca, especialmente de los ventrículos.
__ Listo jefe, ya sé todo lo que quería saber, si usted quiere podemos irnos.
__ Si, vayámonos.
Los cuatro volvieron a sus escritorios, todos iban meditabundos.
__ Jefe __dijo Samuel__ tengo una pequeña esperanza, si me facilita un computador bajaré de mis archivos las características de los diez venenos más potentes del mundo, hay uno que me está rondando la cabeza.
__ Por supuesto, vaya a la oficina de Luisa, hay dos computadoras, úselas todo el tiempo que sea necesario y si quiere algo más, sólo pídalo.
Samuel la miró un instante, pero fue suficiente para que su corazón comenzara a galopar.
Mientras Mario y Luisa se fueron con el personal de campo para obtener todos los detalles posibles, Samuel ingresó su clave en la máquina y, en el escritorio de la misma, apareció un hermoso y distinguido escudo que identificaba al escuadrón de la policía especial de la ciudad de Buenos Aires con jurisdicción en todo el país.
Al ver el emblema de su departamento sintió emoción y orgullo. Eran los mejores del país, cada miembro se había especializado en lo que hacía, además amaban su trabajo, claro que también les traía complicaciones, especialmente en lo afectivo. Vivían dentro de sus paredes o corriendo tras asesinos, mafiosos, violadores… y como consecuencia había divorcios, separaciones.
A él también su trabajo le cobró el amor. Por él debió renunciar a Luisa.
Su mirada estaba fija en la pantalla y comenzó a recordar el día en que, saliendo de la casa de Luisa luego de una inigualable noche de amor, cuatro masculinos lo subieron a una trafic para llevarlo a un baldío, donde le dieron la paliza más grande de su vida y le dijeron que eso era sólo un aviso, que si seguía investigando a Vittorio Fuliatti matarían a su novia y le mandarían la cabeza de ella como obsequio, pero antes __le dijeron__ la iban hacer feliz un ratito entre ellos.
¡Samuel sabía que no mentían!.
Se fueron dejándolo tirado. Avisó a su jefe desde su celular. Cuando llegó a buscarlo le contó todo y ahí, nomás, el jefe de su brigada dispuso el inmediato traslado de Luisa a Santa Fe, esto también le costó una terrible reprimenda de su jefe, ya que dos personas de la misma brigada no podían relacionarse entre sí.
En Santa Fe capital, una vez que Luisa se estableció, tuvo por muchísimo tiempo una custodia personal, sin que ella lo supiera por supuesto. Al quedarse solo Samuel, se hizo un simulacro de pelea y un nuevo romance con una informante que sonó tan real que hasta la misma mafia lo creyó.
Lo único importante para él era que a Luisa no le pasara nada.
Sabía de sobra que estaba sacrificando su amor, pero también sabía que la mafia no perdonaba y que no iba a abandonar el caso por más amenaza que recibiera. Demasiado dolor, demasiada corrupción, demasiados crímenes había cometido Fuliatti y él no pensaba ceder. No retrocedería ante nada ni ante nadie y menos al saber que Luisa ya estaba a salvo. Por eso, viendo el peligro que pudiera avecinarse, sacrificó su amor en beneficio de la vida de Luisa.
Ella nunca lo supo y ahora, al verla después de tanto tiempo, pensó lo mismo que alguien pensara alguna vez: “el árbol se dobla, se agita, estremece, deshoja y retoña, pero queda erguido”, y así, erguida parecía estar ella __pensó él__ sólo que él no sabía que a su alma la había volteado el viento.
El sonido de una ventana al cerrarse lo hizo volver a la realidad. Dio un suspiro y sus dedos ágiles acariciaron levemente el teclado, parecía que un amor clandestino los unía, había una simbiosis entre sus dedos y el teclado imposible de descifrar.
1 Comentario:
Veneno, veneno, veneno, veneno.. jeje
No se repite demasiadas veces?
Bueno, al final ya comienza a menguar porque Samuel comienza a meditar sobre el gran sacrificio que tuvo que hacer para poder amar..
Creo que se repite demasiadas veces esta palabra, principalmente en un mismo párrafo, pero además en una sola oración sucede lo mismo. Podrías decir tóxico,ponzoña, narcótico, etc, etc.. jeje.. es decir, veneno está utilizado más bien para una toxina que es la que produce alguna manifestación contraproducente, ypor lo general se asocia a fuentes de origen vegetal, o al menos, natural (ej: veneno de plantas naturales, de hongos, de avispas, etc).
Bueno cambiando de tema, el capítulo me ha gustado mucho Zaid,(jaja, a se que te meti de lleno con lo de veneno, pero era para no irme poor las ramas despues) me gustó incluso aquella incógnita de dos cuerpos muertos con el mismo veneno, porque da a entender que la historia se registra a años anteriores, de algún suceso pasado en el cual el crimen se repite.
Te dejo mi comentario, como habrás visto, directamente desde mi Blog jeje..
Un abrazo y miles de cariños!
Guillermo Exequiel Tibaldo
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
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