Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz
La falta de certidumbre propicia y fomenta el temor, la inseguridad, el titubeo, el debilitamiento de la confianza en nosotros mismos y en los demás. Lo que acarrea caos, desorden y, en caso de las relaciones entre gobernantes y gobernados, anarquía, descomposición social y política, en fin, un total desorden.
Para resolver y, en su caso, equilibrar el tejido y la interrelación social, en todas sus manifestaciones, el ser humano a creado al Derecho, como un instrumento para resolver controversias entre las partes en un afán de equidad y de equilibrio, siempre buscando los valores del Derecho, a saber: la Justicia, el Bien Común y la Seguridad Jurídica.
Y es precisamente la falta de esta última, la que nos produce la incertidumbre.
En efecto, recién los medios nos proporcionan los hechos suscitados en los estados de Morelos, Michoacán y Nuevo León, de todos conocidos, en virtud de la detención de servidores públicos, aparentemente vinculados con el crimen organizado.
Sería ocioso insistir, por sabido, en que todos los mexicanos deseamos, fervientemente, el acabar con la zozobra, con el temor, con la inseguridad que producen las actividades delictivas manifestadas mayoritariamente en los secuestros y en el tráfico de drogas, con todas las implicaciones que ello conlleva.
Sin embargo, no podemos soslayar que el llamado crimen organizado opera en cualquier momento, en cualquier circunstancia, en contra de quien sea y, en la mayoría de los casos, lo hace con una impunidad total. En cambio la autoridad, los organismos encargados de combatirlo, siempre deben de hacerlo cumpliendo las formalidades que la ley exige y que es producto de las luchas intestinas en nuestra patria por lograr un estado de leyes, de normas jurídicas en donde se protejan los más caros derechos del hombre otorgados por las mismas normas. En ese sentido, las organizaciones estaduales están en franca desventaja, como es obvio el resultado que hasta ahora están arrojando las estadísticas manejadas en la reciente XXVI sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
Y en el seno de dicha reunión, salió a colación la justificada protesta del gobernador de Michoacán por la incursión de las fuerzas federales al Palacio de Gobierno de dicha entidad, sin aviso previo (no olvidar que en parecida maniobra sí se le avisó al gobernador panista de Morelos), en franca violación al pacto federal y sin órdenes de cateo, ni de aprehensión dictadas por la autoridad competente y lo mismo sucedió con la detención y traslado de presidentes Municipales a la ciudad de México, bajo la sospecha de estar involucrados en operaciones delictivas.
El problema es que se conculcaron garantías individuales, se violó la norma Constitucional, se violó el pacto federal, en fin se actuó en situación de hecho y no de derecho, ya que ahora se les tiene arraigados para tener elementos para integrar una averiguación, pues de haberla tenido ya estarían sujetos a proceso y, en el término constitucional, se tendría que resolver por el juez penal competente, lo que obliga a concluir que ahora, con los gobiernos del “cambio”, se detiene para investigar y no se investiga para detener. Y obliga a pensar en un espectáculo electorero.
Eso nos lleva a insistir en que se deben reforzar y mejorar los trabajos de inteligencia de los órganos estaduales, pues los casos que nos reportan los medios sobre detenciones y golpes al narco y secuestradores, se deben a denuncias, soplos y pitazos anónimos, lo que corrobora el titular del Ejecutivo Federal cuando dijo en dicha sesión que: “…la denuncia ciudadana, ha sido clave para capturas de peligrosas bandas criminales, secuestradores, narcotraficantes y otros delincuentes”.
Los delincuentes que paguen por sus delitos, pero todos tenemos que someternos al imperio de la ley. El fin no justifica los medios, el fin los condiciona. O usted, legalista lector, ¿qué opina?
Si la incertidumbre es la falta de certidumbre, ésta es la certeza o certitud, es decir, la certidumbre es el conocimiento seguro, claro y evidente de las cosas.
Para el diario deambular de nuestra vida somos educados o entrenados para realizar todas las acciones tendentes a la consecución de nuestros objetivos propuestos para el desarrollo pleno de nuestras facultades, de nuestra realización como seres humanos, basados en la planeación y ejecución de dichos objetivos, los cuales pueden ser de diversa índole, con el acento en aquellas preferencias de cada quien y en los diferentes niveles de desempeño, también de cada quien.La falta de certidumbre propicia y fomenta el temor, la inseguridad, el titubeo, el debilitamiento de la confianza en nosotros mismos y en los demás. Lo que acarrea caos, desorden y, en caso de las relaciones entre gobernantes y gobernados, anarquía, descomposición social y política, en fin, un total desorden.
Para resolver y, en su caso, equilibrar el tejido y la interrelación social, en todas sus manifestaciones, el ser humano a creado al Derecho, como un instrumento para resolver controversias entre las partes en un afán de equidad y de equilibrio, siempre buscando los valores del Derecho, a saber: la Justicia, el Bien Común y la Seguridad Jurídica.
Y es precisamente la falta de esta última, la que nos produce la incertidumbre.
En efecto, recién los medios nos proporcionan los hechos suscitados en los estados de Morelos, Michoacán y Nuevo León, de todos conocidos, en virtud de la detención de servidores públicos, aparentemente vinculados con el crimen organizado.
Sería ocioso insistir, por sabido, en que todos los mexicanos deseamos, fervientemente, el acabar con la zozobra, con el temor, con la inseguridad que producen las actividades delictivas manifestadas mayoritariamente en los secuestros y en el tráfico de drogas, con todas las implicaciones que ello conlleva.
Sin embargo, no podemos soslayar que el llamado crimen organizado opera en cualquier momento, en cualquier circunstancia, en contra de quien sea y, en la mayoría de los casos, lo hace con una impunidad total. En cambio la autoridad, los organismos encargados de combatirlo, siempre deben de hacerlo cumpliendo las formalidades que la ley exige y que es producto de las luchas intestinas en nuestra patria por lograr un estado de leyes, de normas jurídicas en donde se protejan los más caros derechos del hombre otorgados por las mismas normas. En ese sentido, las organizaciones estaduales están en franca desventaja, como es obvio el resultado que hasta ahora están arrojando las estadísticas manejadas en la reciente XXVI sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
Y en el seno de dicha reunión, salió a colación la justificada protesta del gobernador de Michoacán por la incursión de las fuerzas federales al Palacio de Gobierno de dicha entidad, sin aviso previo (no olvidar que en parecida maniobra sí se le avisó al gobernador panista de Morelos), en franca violación al pacto federal y sin órdenes de cateo, ni de aprehensión dictadas por la autoridad competente y lo mismo sucedió con la detención y traslado de presidentes Municipales a la ciudad de México, bajo la sospecha de estar involucrados en operaciones delictivas.
El problema es que se conculcaron garantías individuales, se violó la norma Constitucional, se violó el pacto federal, en fin se actuó en situación de hecho y no de derecho, ya que ahora se les tiene arraigados para tener elementos para integrar una averiguación, pues de haberla tenido ya estarían sujetos a proceso y, en el término constitucional, se tendría que resolver por el juez penal competente, lo que obliga a concluir que ahora, con los gobiernos del “cambio”, se detiene para investigar y no se investiga para detener. Y obliga a pensar en un espectáculo electorero.
Eso nos lleva a insistir en que se deben reforzar y mejorar los trabajos de inteligencia de los órganos estaduales, pues los casos que nos reportan los medios sobre detenciones y golpes al narco y secuestradores, se deben a denuncias, soplos y pitazos anónimos, lo que corrobora el titular del Ejecutivo Federal cuando dijo en dicha sesión que: “…la denuncia ciudadana, ha sido clave para capturas de peligrosas bandas criminales, secuestradores, narcotraficantes y otros delincuentes”.
Los delincuentes que paguen por sus delitos, pero todos tenemos que someternos al imperio de la ley. El fin no justifica los medios, el fin los condiciona. O usted, legalista lector, ¿qué opina?
4 Comentarios:
¿Espectáculo electorero?
Puede ser.
Pero ¿qué podemos pretender? ¿qué en tiempos electorales no haya actuaciones por el Ministerio Público?
Quizá la forma en que se ejecutan y ventilan los actos no es la más correcta y si persiguen intereses políticos. Por lo tanto, nuestro procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, subrayó que la PGR no violentó la soberanía del estado de Michoacán durante el operativo que se aplicó en esa parte del país, pues se actuó con apego a la Constitución.
En una misiva dirigida al gobernador Leonel Godoy, señaló que la institución actuó con apego a las disposiciones constitucionales y legales que autorizan y obligan al Ministerio Público de la Federación a investigar y perseguir los delitos del orden federal.
Todos estos dimes y diretes, además de incertidumbre y como consecuencia de ésta, provocan, desafortunadamente, que la población decida dirigir su valioso voto al partido fantasma, a aquel que desde hace ya varios años ha venido ganándole a todos los que poseen un registro oficial, y que de ser posible, ya estuviera gobernando desde un tiempo para acá, el abstencionismo.
Saludos.
Miguel Garay Núñez.
Estimado Mtro. Rodrigo Juárez: si todos sus alumnos son como Miguel Garay Núñez (y me gustaría creer que sí), quizá podamos tener esperanzas en un mejor futuro. Saludos y gracias por inspirar, con sus artículos semanales, las mentes de quienes tenemos la fortuna de seguir sus escritos.
Hola estimado MInistro
Que puedo decirle? El artículo es muy interesante, aunque debo ser sincero y aclararle que me he perdido un poco en la mitad de su artículo; claro que no porque es´te mal, sino porque quizás habla específicamente de México y de ciertos acuerdos.
Pero de todas maneras, me ha gustado como ha incluido a la incertidumbre dentro de la sociedad, analizando todas sus características y adentrando muy de a poco al comprendimiento de la misma dentro de otros factores no menos importantes..
Algo que me deja mucha, pero mucha duda, es el final. "El fin no justifica los medios, el fin los condiciona"; tal vez tengas razón en ello al afirmar que los medios arpovechan esa condición para darle un determinado uso..
Pero desde mi punto de vista creo que en verdad el fin justifica los medios, y que en esa final se está contradiciendo, pues afirma que no justifica los medios, pero los condiciona.. ¿Los condiciona para que? Para que consideren el fin que dessen..
Entonces no es lo mismo? No justifican tomando esta condición?
Un abrazo y muy buena suerte!!
Muy bueno, como todos los articulos
Guillermo Exequiel Tibaldo
Un saludo a todos.
Maestro Fernando Baños, gracias por el comentario que hizo arriba, no tenga la menor duda de que habemos aún jóvenes con unas ganas inmensas de construir un mejor México, y que gracias a espacios como este, se nos permite extrovertir nuestras opiniones que muchas veces callamos y que reflejan una garantía inestimable que en ocasiones se ve socavada, la libertad de expresión.
Al usuario Guillermo E. Tibaldo, me llama mucho la atención que siempre se dirige al maestro Rodrigo Juárez como “ministro”, quizá la confusión estriba en que nuestro columnista firma anteponiendo a su nombre la abreviatura “Mtro.”, que no hace referencia a ningún integrante de un poder del Estado, sino de algo mucho más valioso, los servidores de la educación.
Y coincido con usted respecto a que el fin si justifica los medios, los condiciona y los justifica, ésto último si se comparte la doctrina de Nicolás Maquiavelo, observación que ya hice al maestro en clase y cuya argumentación ya escuché, espero el maestro se la pueda dar por este medio, siendo él el más indicado.
Les dejo mi correo por si gustan hacer algún comentario vía email o Messenger: themongoose_@hotmail.com
Miguel Garay Núñez.
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
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