Por Guillermo Exequiel Tibaldo
Y quizá en aquella nostalgia, me de cuenta de que he hecho mal actuando según tu favor. ¿No me dijiste que querías verte siempre bella y atravesar esa cruel vejez que dominaba tu futuro errante? ¡Y que hice! ¡Exactamente lo que me pediste que hiciera! ¿O es que te interpreté mal? Resulta que ahora ni siquiera me lo agradeces.
Se me ocurrió que tal vez encerrándote en una caja de vidrio, estarías siempre igual, aquella muñeca maquillada y en forma que todos esperan, que yo esperé todo este tiempo. Pero me he engañado pensando que de esa forma serías siempre mía. Ya no me miras como antes, ya no hueles como antes. Si, estás algo fermentada y más arruinada que el efecto de la vejez, pero tus labios siguen tiernos y sabrosos, aunque desconozco el sabor. Pero ya lo descubriré con el tiempo, una degustación única, que hasta desarmará la piel de ambos.
No dejaré de besarte.
Hay un semblante amargo en esta morada, algo triste pero lejano. ¿Qué me olvido de recordar? ¿Me puedes decir?
Veo tus manos morenas, tan delicadamente expuestas para mis ojos, tan perfectas y brillosas, y me pregunto una y otra vez: ¿qué es ese olor que te invade? Claro que no puedo tocarte, porque el vidrio complica nuestra existencia, pero aún así te veo y te siento, si, te siento, aunque no como antes, te noto más alejada cuando nos miramos, ¡y parece que te empeñas en mirar hacia otro lado! ¿Acaso esperas a otro? ¡Yo no te permitiré tal cosa!, no mientras esté a tu lado, aguardando una respuesta concreta. Romperé este cristal azul y besaré tus labios carnosos, hasta que me recuerdes y aceptes amarme como antes.Y quizá en aquella nostalgia, me de cuenta de que he hecho mal actuando según tu favor. ¿No me dijiste que querías verte siempre bella y atravesar esa cruel vejez que dominaba tu futuro errante? ¡Y que hice! ¡Exactamente lo que me pediste que hiciera! ¿O es que te interpreté mal? Resulta que ahora ni siquiera me lo agradeces.
Se me ocurrió que tal vez encerrándote en una caja de vidrio, estarías siempre igual, aquella muñeca maquillada y en forma que todos esperan, que yo esperé todo este tiempo. Pero me he engañado pensando que de esa forma serías siempre mía. Ya no me miras como antes, ya no hueles como antes. Si, estás algo fermentada y más arruinada que el efecto de la vejez, pero tus labios siguen tiernos y sabrosos, aunque desconozco el sabor. Pero ya lo descubriré con el tiempo, una degustación única, que hasta desarmará la piel de ambos.
No dejaré de besarte.
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
Grab this Headline Animator