De la violencia...

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Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz

Ya sabemos que la connotación del término utilizado al epígrafe es variada, solo que para el efecto de este caso lo vamos a entender como la manera de actuar haciendo uso excesivo de la fuerza, también como la acción injusta con que se ofende o perjudica a alguien y como coacción física ejercida sobre una persona para viciar su voluntad y obligarla a ejecutar un acto determinado.

A todas luces la violencia ejercida en contra de cualquier ser animado o inanimado es una actitud reprobable, inicua, primitiva, abusiva, salvaje, irracional, característica de la barbarie, una actitud pedestre, propia de un “elementalazo” como por desgracia abundan en nuestro planeta y, obviamente, en nuestro país, en nuestro estado y en nuestro municipio.

El tema viene a colación porque en el marco de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se han escuchado voces airadas y se han visto marchas y demostraciones en favor de la mujer y en contra del machismo imperante en nuestro medio.

Todos sabemos que, secularmente, la mujer ha sido sujeta a la dominación del hombre por un innumerable conjunto de factores a todas luces conocidos como son los físicos, emocionales, psicológicos, familiares, económicos, sociales, religiosos, culturales y otros y en esta dominación se dan, también, una serie de elementos que no solo no evitan esta subordinación de los sexos, sino que la acrecientan, la robustecen, la prohíjan díganlo si no, la transmisión, por generaciones de la cultura del “machismo”, la educación que dan las madres a sus hijos, privilegiando a los hijos varones y sujetando a las hijas a servirles y supeditarse a los caprichos y necesidades de éstos; por extensión, también a las actividades laborales, escolares, comerciales, políticas, sexuales y un sin fin de relaciones en virtud de las cuales la mujer no es tomada en cuenta y si lo es, no en la medida idónea de sus capacidades y talentos, y tampoco en la proporcionalidad que le corresponde en tratándose de actividades interhumanas en virtud de las cuales la supremacía varonil se deja sentir sobre el sexo opuesto.

El problema existe, es grave y requiere de una atención inmediata. No hay un solo día en que los medios no consignen la nota de que un primate, al llegar a su casa embrutecido por el alcohol, exija a su pareja le sirva de cenar o de comer, en su caso y ante la tardanza de ella o de la discusión que se produce ante los reclamos de ella por el estado que presenta el sujeto, de inmediato es víctima de la violencia desatada en su contra en donde el energúmeno descarga no solo golpes que atentan en contra de la integridad física de la mujer y/o de sus hijos, sino también sus frustraciones, complejos, temores e incapacidades, como una forma vil de descargar neurosis, llegando al extremo, en múltiples ocasiones , de producirles la muerte.

Lo grave es que cuando la víctima de la violencia se arma de valor y denuncia los hechos, tiembla de pensar en las consecuencias que tendrá cuando este bípedo implume salga de su cautiverio y es la primera en otorgar el perdón e, inclusive, la que realiza todos los trámites para obtener su libertad, porque es el único de la casa que trabaja y aporta al gasto familiar.

Por fortuna ya hay miles de mujeres que atienden a los gastos de sus familias e, incluso, ganan mas que sus parejas, teniendo como consecuencia, también, el descuido en la atención a los hijos, con el consabido resultado de la desorientación de la progenie aumentando los grupos delincuenciales y de drogodependientes, aun cuando la función de educar es para ambos padres, por tradición la mujer se había dedicado a ello.

La legislación se ha actualizado. A nivel internacional existen Convenciones sobre la protección de la mujer; a nivel nacional la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia; a nivel local la Ley Número 553 de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado Libre y Soberano de Guerrero; sin embargo toda la legislación al respecto será letra muerta mientras las autoridades de procuración e impartición de justicia, no cumplan plenamente con sus funciones; mientras no se apliquen los correctivos a los infractores, mientras no se reivindiquen los derechos de la mujer y mientras no nos reeduquemos (empezando con los niños) a tener una nueva visión sobre el trato y reconocimiento a la valía de la mujer y mientras gobernantes y gobernados no se hagan bolas con la diferencia entre sexo y género. O usted, feminista lector, ¿qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



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