Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz
Ya sabemos que prepotencia es la calidad de prepotente y prepotente quiere decir mas poderoso que otros o muy poderoso, así como que abusa de su poder o hace alarde de él.
En la especie hablamos de ello porque recién los medios nos informan que la llamada patrulla fronteriza de los EUA dispararon hacia territorio mexicano, desde una lancha que patrullaba por la línea divisoria de nuestra frontera natural con ese país que es el Río Bravo, aduciendo que desde nuestro lado les arrojaron objetos (así, sin especificar que tipo de objetos, ni tampoco detallar los hechos), procediendo a disparar. Y no sabemos nada aún de la reacción de nuestro “gobierno.”
Es decir que eso se llama “defenderse” de los “ataques” de quien sabe quién y de qué. Pura prepotencia, toda vez que siendo el imperio más poderoso del mundo, en este momento, se dan el lujo de hacer lo que les dé la gana en contra de quien sea. Paranoia pura, pues.
Es indiscutible, claro, que desde que nacen como nación, los EUA se han dedicado a la conquista del mundo (El Destino Manifiesto que propalan), desde la ampliación de su territorio a costa de presiones, apoderamientos y despojos como el que sufrimos con Tejas (ellos le pusieron la x) en 1836, así como con su inicua guerra en 1847, como todas las que inicia, que nos costó la pérdida de mas de la mitad de nuestro territorio), hasta las invasiones descaradas que han realizado a partir del siglo XIX hasta nuestros días, ahora con el pretexto de luchar por la democracia (¿?), la salvaguarda de los derechos humanos (¿?) y, por supuesto, en contra del terrorismo.
Así, sabiendo que las guerras dejan dinero y el consecuente poder político y militar, también, hicieron lo posible por intervenir en la 1ª. Guerra Mundial provocando que se hundiera, por los submarinos alemanes el trasatlántico Lusitania, lo que indignó justamente al crédulo y manipulado pueblo norteamericano, como tampoco es desconocido que el ataque japonés a la base de Pearl Harbor, en el Pacífico a las 7:45 del domingo 7 de diciembre de 1941, no era desconocido por su gobierno con anticipación y eso permitió lograr, una vez mas, la indignación de su pueblo, lo que a su vez hizo que entraran en la 2ª. Guerra Mundial y como cerecita del pastel, la muy sospechosa (por las evidencias presentadas por algunos estadounidenses pensantes y amantes de la verdad) de la dramática tragedia del 11 de septiembre con las Torres Gemelas.
Su carrera de atrocidades, de invasiones, de despojos en todo el planeta para apoderarse de la materia prima y tener mercados para sus bienes y “servicios”, siempre con el pretexto de salvaguardar la democracia, los derechos humanos y la salud de la Tierra, se ven contradichos por sus propias acciones derrocando o participando en ello, a gobiernos democráticamente electos por sus pueblos, pero que no se ajustan a sus exigencias; robándole a su pueblo sus mas elementales derechos humanos como la siniestra Patriot Act que permite a cualquier autoridad, por la simple sospecha de ser terrorista, allanar un domicilio sin orden judicial, detener al ciudadano sin orden de aprehensión (sin flagrancia), sin derecho a un abogado y algo mas grave, sin derecho a un juicio, lo que permite detenerlo por el tiempo que fuera (como en el absolutismo de la Edad Media), como consecuencia de la psicosis que sus propias autoridades crearon, con lo de “terroristas” para justificar la guerra contra Iraq y Afganistán (también Irán estaba incluido en el paquete), para apoderarse de su petróleo. Pero ahora resulta que reaccionan como los niños que inventan al “coco” y luego se asustan con él.
Sin perjuicio de que, además, no salvaguardan la salud del planeta pues son los mayores y mas agresivos contaminadores de nuestro medio ambiente.
El asunto es que en sus agresiones la prepotencia se deja sentir y no tienen empacho en descararse, como intervenir con sus agentes, en nuestros aeropuertos, para decidir quien de nuestros nacionales puede o no abordar un avión que vaya a su país; aumentar la indignidad de su prejuicio y racismo hacia nuestras etnias con el ignominioso “muro de la tortilla” que tanto criticaron el de Berlín, no así el de la franja de Gaza; y el colmo: en una escuela pública en Nueva York, la “heroica” policía esposó y llevó a la Comisaría detenida a una niña de solo 12 años que pintó con tinta deleble su pupitre con su nombre y el de 2 amiguitos, pero nos faltaba decir que la niña se llama Alexa González. Con razón. Ojalá que la propaganda que el duopolio televisivo está difundiendo hacia el orgullo de ser mexicano contrarreste, siquiera, la intromisión que han hecho de sus usos y costumbres con la globalización. México merece un mejor status. O usted, nacionalista lector, ¿qué opina?
Ya sabemos que prepotencia es la calidad de prepotente y prepotente quiere decir mas poderoso que otros o muy poderoso, así como que abusa de su poder o hace alarde de él.
En la especie hablamos de ello porque recién los medios nos informan que la llamada patrulla fronteriza de los EUA dispararon hacia territorio mexicano, desde una lancha que patrullaba por la línea divisoria de nuestra frontera natural con ese país que es el Río Bravo, aduciendo que desde nuestro lado les arrojaron objetos (así, sin especificar que tipo de objetos, ni tampoco detallar los hechos), procediendo a disparar. Y no sabemos nada aún de la reacción de nuestro “gobierno.”
Es decir que eso se llama “defenderse” de los “ataques” de quien sabe quién y de qué. Pura prepotencia, toda vez que siendo el imperio más poderoso del mundo, en este momento, se dan el lujo de hacer lo que les dé la gana en contra de quien sea. Paranoia pura, pues.
Es indiscutible, claro, que desde que nacen como nación, los EUA se han dedicado a la conquista del mundo (El Destino Manifiesto que propalan), desde la ampliación de su territorio a costa de presiones, apoderamientos y despojos como el que sufrimos con Tejas (ellos le pusieron la x) en 1836, así como con su inicua guerra en 1847, como todas las que inicia, que nos costó la pérdida de mas de la mitad de nuestro territorio), hasta las invasiones descaradas que han realizado a partir del siglo XIX hasta nuestros días, ahora con el pretexto de luchar por la democracia (¿?), la salvaguarda de los derechos humanos (¿?) y, por supuesto, en contra del terrorismo.
Así, sabiendo que las guerras dejan dinero y el consecuente poder político y militar, también, hicieron lo posible por intervenir en la 1ª. Guerra Mundial provocando que se hundiera, por los submarinos alemanes el trasatlántico Lusitania, lo que indignó justamente al crédulo y manipulado pueblo norteamericano, como tampoco es desconocido que el ataque japonés a la base de Pearl Harbor, en el Pacífico a las 7:45 del domingo 7 de diciembre de 1941, no era desconocido por su gobierno con anticipación y eso permitió lograr, una vez mas, la indignación de su pueblo, lo que a su vez hizo que entraran en la 2ª. Guerra Mundial y como cerecita del pastel, la muy sospechosa (por las evidencias presentadas por algunos estadounidenses pensantes y amantes de la verdad) de la dramática tragedia del 11 de septiembre con las Torres Gemelas.
Su carrera de atrocidades, de invasiones, de despojos en todo el planeta para apoderarse de la materia prima y tener mercados para sus bienes y “servicios”, siempre con el pretexto de salvaguardar la democracia, los derechos humanos y la salud de la Tierra, se ven contradichos por sus propias acciones derrocando o participando en ello, a gobiernos democráticamente electos por sus pueblos, pero que no se ajustan a sus exigencias; robándole a su pueblo sus mas elementales derechos humanos como la siniestra Patriot Act que permite a cualquier autoridad, por la simple sospecha de ser terrorista, allanar un domicilio sin orden judicial, detener al ciudadano sin orden de aprehensión (sin flagrancia), sin derecho a un abogado y algo mas grave, sin derecho a un juicio, lo que permite detenerlo por el tiempo que fuera (como en el absolutismo de la Edad Media), como consecuencia de la psicosis que sus propias autoridades crearon, con lo de “terroristas” para justificar la guerra contra Iraq y Afganistán (también Irán estaba incluido en el paquete), para apoderarse de su petróleo. Pero ahora resulta que reaccionan como los niños que inventan al “coco” y luego se asustan con él.
Sin perjuicio de que, además, no salvaguardan la salud del planeta pues son los mayores y mas agresivos contaminadores de nuestro medio ambiente.
El asunto es que en sus agresiones la prepotencia se deja sentir y no tienen empacho en descararse, como intervenir con sus agentes, en nuestros aeropuertos, para decidir quien de nuestros nacionales puede o no abordar un avión que vaya a su país; aumentar la indignidad de su prejuicio y racismo hacia nuestras etnias con el ignominioso “muro de la tortilla” que tanto criticaron el de Berlín, no así el de la franja de Gaza; y el colmo: en una escuela pública en Nueva York, la “heroica” policía esposó y llevó a la Comisaría detenida a una niña de solo 12 años que pintó con tinta deleble su pupitre con su nombre y el de 2 amiguitos, pero nos faltaba decir que la niña se llama Alexa González. Con razón. Ojalá que la propaganda que el duopolio televisivo está difundiendo hacia el orgullo de ser mexicano contrarreste, siquiera, la intromisión que han hecho de sus usos y costumbres con la globalización. México merece un mejor status. O usted, nacionalista lector, ¿qué opina?
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
Grab this Headline Animator