Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz
Ya sabemos que la difusión es la acción de difundir o difundirse, por ejemplo una noticia, sin embargo es un término que se refiere, también, a cuestiones de la física o de la anatomía, en fin, a diferentes áreas.
Es obvio que los medios de comunicación masiva difunden todo tipo de información, y así los hay que reciben inserciones pagadas y las pasan como noticias o de plano reciben permanente o esporádicamente un pago por difundir acciones de personas interesadas en que se den a conocer al público, otros que difunden lo que creen que va a gustar a los recipiendarios de tal o cual información,”porque eso vende”, sin perjuicio de los que tienen materias de especialidades como la nota policíaca, la deportiva, la científica, la humanista, la artística, la cultural, etc.
De todo ello pueden sacarse algunos denominadores comunes como son el amarillismo, el sensacionalismo, la crítica per se, el denostar, la injuria, el morbo, la agresividad, y en muy pocas ocasiones se le dedican espacios ya no digamos magníficos, sino solamente razonables a las noticias que verdaderamente harían sentir al ser humano digno de su especie, por la realización de actos heroicos, dignos, honrados, en virtud de los cuales se dignifica la condición humana, sin perjuicio de exaltar los valores humanos para hacerlos susceptibles de imitación por parte de la comunidad y en especial de las nuevas generaciones.
El tema, desde luego, no es novedoso pero tampoco se le hace mucho caso, habida cuenta de que todo el mundo anda muy ocupado consiguiendo lo necesario para la subsistencia y no puede, ni quiere (que es lo mas grave) saber de noticias que denigran y no construyen ni edifican estructuras humanas de relevancia, a pesar de que siempre se aduce, por parte de los comunicadores, de que no es ocultando la verdad como se van a mejorar las cosas, y es cierto pero relatar la importancia de las actividades delictivas o hablar nada mas de lo fraudulento en la “política”, de lo escandaloso de la vida de los “artistas”, de si son drogodependientes, infieles, golpeadores, truculentos y demás lindezas por el estilo, no es muy enriquecedor que digamos.
Pudiera aducirse, sin embargo, que se está describiendo a los bípedos implumes en toda su miseria, pero hacen abstracción de la otra cara del ser humano que es la virtuosa, la heroica, la de la grandeza, del desprendimiento en aras de quienes lo necesitan, de la bonhomía, de la generosidad, de la verticalidad, de la decencia, de la bondad, de la solidaridad social con el prójimo, de la honradez, de la veracidad, del altruismo, del respeto a las personas, a las instituciones y a la norma jurídica, de los respetuosos y convencidos del imperio de la ley.
También éstas son características de los seres humanos y7 no son simples entelequias, tienen origen y desempeño en las personas nobles y generosas y lo interesante es que también todos los días se dan este tipo de acciones pero los medios no las difunden, haciendo circular la especie de que como seres vivos ya no tenemos remedio, acuñando un derrotismo inaceptable y mucho menos desechable.
También vende el exaltar los valores humanos, el asunto es saberlos difundir aprovechando su experiencia y profesionalismo en el manejo de la noticia y de la información.
No se trata de ser ingenuo, ni de chuparse el dedo, pero no darle la relevancia que se merecen las virtudes humanas es hacer abstracción de una realidad que no permite dividir en dos a los humanos y una parte se hace pública y notoria y la otra se oculta, tal vez porque no vende. Eso es inaceptable y además no se ofrece la versión completa de nuestros congéneres, creando la imagen en las nuevas generaciones de que solamente existen seres irredentos, sin moral, sin virtudes y sin valores. Y eso no es del todo cierto.
De ahí nuestro afán de pugnar por la difusión, también, de los valores que nos caracterizan como humanos y que tenemos la facultad y la posibilidad de ejercitarlos y desarrollarlos a plenitud, como corolario de nuestras existencias. Desde luego que hay que tener valor para desempeñarse como un ser humano completo, habida cuenta de nuestra realidad circundante, pero en otras épocas las situaciones pudieron haber sido mas críticas y se lograron superar, merced a la entrega total por el seguimiento de un desprendimiento total en aras de una causa noble y digna del sacrificio, si necesario fuere. Todos lo merecemos. O usted, entregado lector, ¿qué opina?
Ya sabemos que la difusión es la acción de difundir o difundirse, por ejemplo una noticia, sin embargo es un término que se refiere, también, a cuestiones de la física o de la anatomía, en fin, a diferentes áreas.
Es obvio que los medios de comunicación masiva difunden todo tipo de información, y así los hay que reciben inserciones pagadas y las pasan como noticias o de plano reciben permanente o esporádicamente un pago por difundir acciones de personas interesadas en que se den a conocer al público, otros que difunden lo que creen que va a gustar a los recipiendarios de tal o cual información,”porque eso vende”, sin perjuicio de los que tienen materias de especialidades como la nota policíaca, la deportiva, la científica, la humanista, la artística, la cultural, etc.
De todo ello pueden sacarse algunos denominadores comunes como son el amarillismo, el sensacionalismo, la crítica per se, el denostar, la injuria, el morbo, la agresividad, y en muy pocas ocasiones se le dedican espacios ya no digamos magníficos, sino solamente razonables a las noticias que verdaderamente harían sentir al ser humano digno de su especie, por la realización de actos heroicos, dignos, honrados, en virtud de los cuales se dignifica la condición humana, sin perjuicio de exaltar los valores humanos para hacerlos susceptibles de imitación por parte de la comunidad y en especial de las nuevas generaciones.
El tema, desde luego, no es novedoso pero tampoco se le hace mucho caso, habida cuenta de que todo el mundo anda muy ocupado consiguiendo lo necesario para la subsistencia y no puede, ni quiere (que es lo mas grave) saber de noticias que denigran y no construyen ni edifican estructuras humanas de relevancia, a pesar de que siempre se aduce, por parte de los comunicadores, de que no es ocultando la verdad como se van a mejorar las cosas, y es cierto pero relatar la importancia de las actividades delictivas o hablar nada mas de lo fraudulento en la “política”, de lo escandaloso de la vida de los “artistas”, de si son drogodependientes, infieles, golpeadores, truculentos y demás lindezas por el estilo, no es muy enriquecedor que digamos.
Pudiera aducirse, sin embargo, que se está describiendo a los bípedos implumes en toda su miseria, pero hacen abstracción de la otra cara del ser humano que es la virtuosa, la heroica, la de la grandeza, del desprendimiento en aras de quienes lo necesitan, de la bonhomía, de la generosidad, de la verticalidad, de la decencia, de la bondad, de la solidaridad social con el prójimo, de la honradez, de la veracidad, del altruismo, del respeto a las personas, a las instituciones y a la norma jurídica, de los respetuosos y convencidos del imperio de la ley.
También éstas son características de los seres humanos y7 no son simples entelequias, tienen origen y desempeño en las personas nobles y generosas y lo interesante es que también todos los días se dan este tipo de acciones pero los medios no las difunden, haciendo circular la especie de que como seres vivos ya no tenemos remedio, acuñando un derrotismo inaceptable y mucho menos desechable.
También vende el exaltar los valores humanos, el asunto es saberlos difundir aprovechando su experiencia y profesionalismo en el manejo de la noticia y de la información.
No se trata de ser ingenuo, ni de chuparse el dedo, pero no darle la relevancia que se merecen las virtudes humanas es hacer abstracción de una realidad que no permite dividir en dos a los humanos y una parte se hace pública y notoria y la otra se oculta, tal vez porque no vende. Eso es inaceptable y además no se ofrece la versión completa de nuestros congéneres, creando la imagen en las nuevas generaciones de que solamente existen seres irredentos, sin moral, sin virtudes y sin valores. Y eso no es del todo cierto.
De ahí nuestro afán de pugnar por la difusión, también, de los valores que nos caracterizan como humanos y que tenemos la facultad y la posibilidad de ejercitarlos y desarrollarlos a plenitud, como corolario de nuestras existencias. Desde luego que hay que tener valor para desempeñarse como un ser humano completo, habida cuenta de nuestra realidad circundante, pero en otras épocas las situaciones pudieron haber sido mas críticas y se lograron superar, merced a la entrega total por el seguimiento de un desprendimiento total en aras de una causa noble y digna del sacrificio, si necesario fuere. Todos lo merecemos. O usted, entregado lector, ¿qué opina?
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
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