Regreso a la inocencia

Por Guillermo Exequiel Tibaldo

De niño, con las rodillas sobre el suelo
recordaba como era de grande
cuando debía ignorar
para olvidar tus sueños oliva.

Recordaba también el aire húmedo
el frío de aquel vidrio empañado
viéndote alejar
mientras las cadenas me impedían alcanzarte.

Razonaba lo que había luchado
por conseguirte, por liberarme
sufriendo
solo por desear que sonrieras.

Pensaba lo bueno que era ahora, de niño
cuando miraba el sol en el trigo
y descubría que todo era un juego
que no había amor, ni desamor.

Me alegraba de que no pesaras más
sobre mi mente, sobre mi corazón
feliz
de saber que no planeabas nada.

Humedecía mis ojos en la orilla del mar
por creer que podría ver peces de colores
la ilusión que de grande me borraste.

Ya no regreso a esa edad adulta
porque prefiero esta niñez
libre
para imaginar todo lo que está a mi alcance.

Me quedo aquí
con este juego, con esta inocencia
sin dolor por tu muerte
sin pecados por tu crimen.