Valor de invernadero

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Por Guillermo Exequiel Tibaldo

Eran aquellas nubes pardas en la transparencia de mi ventana y una luna sin fuerzas suficientes para superarlas con su luz, las que me atemorizaban aquella noche de niñez en la que la soledad de mis padres, por primera vez, se ahogaba como un nudo en mi garganta.

Escuchaba ruidos sobre las paredes, también en el techo y en las esquinas de mi cuarto. Aunque prendía la lámpara, no se notaba más que mi temor azulado inundando el ambiente. Un hombre, me dijeron, tienes que aprender a ser un hombre.

Entonces cerré los ojos y callé, no grité cuando el viento pegó en las persianas con la misma fuerza que la de un animal enloquecido, ni cuando el vidrio de mi ventana cedió.

Porque imaginaba que estaba creciendo, que mis padres estarían orgullosos de saber que yo era un niño valiente, capaz de superar aquella prueba tan difícil. Todos esos murmullos terribles, los creía ahora un efecto natural. Por eso callé.

Y encerrado en ese silencio, alguien entró por mi ventana y con paso ligero se acercó hasta mi cama. Respiré lentamente y no hice caso a mis impulsos, porque sabía que tenía que aprender a no temer y a ser un hombre.

Pero no puedo olvidar el dolor de las lágrimas de mis padres al día siguiente, cuando vieron las sábanas con sangre, rodeando mi cuerpo desvanecido.


10 Comentarios:

MARINO BUSTAMANTE ARBOLEDA dijo...

"Lo bueno, si breve,dos veces bueno". Baltazar Graciano.
Con este aforismo digo mucho, pero también por el tema, la trama, la construcción de personajes y el final impactante. Pero, la última oración del tercer párrafo exige un cambio, por ser incorrecto "Por eso es que callé". Quedaría mejor redactado y sería más impactante escribir "Por eso callé".

Guillermo E. TibaldO dijo...

Hola Marino!

me alegro que te haya gustado el relato.. y gracias por la corrección, ya lo he modificado

te mando un abrazo y gracias por tomarte un tiempito para leerlo

saludos

Anónimo dijo...

buenisimo! dale que va hermano...

fernando reyes baños dijo...

¿Guillermo? ¡Qué milagro! Me alegra mucho saber de ti y me da gusto que hayas decidido colaborar nuevamente. ¡Ahora sí que te perdiste! Pero ojalá que te veamos más seguido por aca. ¡Saludos!

Guillermo E. TibaldO dijo...

Hola Fernando! Si, anduve un poco desaparecido.. pero fue por motivos que no me dejaron alternativa, estuve en tantas cosas que la chispa de escribir se apagó un tiempo.. recien ahora estoy retomando un poco

No te preocupes que voy a tratar de mantener una continuidad, como lo hacía antes..

Lo unico que me da tristeza es que Zaidena haya partido.. puede ser? que lástima pobre.. no estuve en ese momento

Saludos Fernando, un gusto volver a hablar con vos

fernando reyes baños dijo...

Efectivamente, lo de Zaidena nos dejo con cierta tristeza a todos los que la conocimos a través de sus escritos y de sus correos electrónicos, pero sigue entre nosotros a través de sus publicaciones en línea, ¿no crees? Me da gusto que estés de vuelta y que nos sigas aportando esos cuentos que, hasta la fecha, siguen siendo el ejemplo perfecto de que escribir con impacto y maestría nada tiene que ver con la extensión con que se haga. ¡Salu2!

Guillermo E. TibaldO dijo...

Si, tenés razón.. ella se ha inmortalizado en nuestros recuerdos y en el de los que puedan leer sus escritos en un futuro..

Al menos en esta revista quedaron sus escritos registrados para que se difundan en la gente y siga con el mismo espíritu de siempre

Me alegro que te guste el relato breve que suelo exponer.. suelo hacerlo así porque a mi me cansa bastante leer desde la pantalla, y por eso es que no expongo escritos demasiado extensos porque me estaría contradiciendo.

Bueno, muy alegre de haber vuelto

Un abrazo enorme

Guillermo

PD: Me alegro también de que se puedan dejar los comentarios con facilidad ahora :)

Anónimo dijo...

Muy bueno viejaa...me encanto el final...no lo esperab :P jaja...nos vemos...un abrazo

Guillermo E. TibaldO dijo...

Bueno muchas gracias, me alegro que te haya gustado

Un abrazo también para vos

Sofía dijo...

Hola querido amigo, gracias por compartir tu trabajo conmigo. Te mando un abrazo desde Las Canarias. Animo y adelante!



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

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