Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz
Dos temas, en este momento, son para mí motivo de preocupación, de reflexión y, obviamente, de acción, sin perjuicio de otros múltiples pero de tratamiento posterior, no porque no acusen relevancia alguna, sino porque no pueden abordarse todos en una sola entrega.
En efecto, anteayer, martes 31 se celebró el Día Mundial sin Tabaco y el diputado federal secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados mencionó unas cifras alarmantes en relación con el tabaquismo que impera en nuestro país. Mencionó que todos los días mueren 166 personas por enfermedades relacionadas con el tabaquismo, como son: enfisema y cáncer pulmonar, cáncer de vejiga, infarto de corazón, así como eventos vasculares cerebrales como embolias.
Esto ha dado motivo para impulsar una iniciativa de reformas a las leyes de Salud y la de Tabaco, con el propósito de que sean los municipios quienes otorguen los permisos para quienes expenden y venden este producto, ejerciendo un mayor control al respecto, cuenta habida de que existen ambulantes que venden suelto este producto, especialmente a los jóvenes y nadie los somete a la norma y de aprobarse, entonces dichos vendedores callejeros estarían al margen de la ley.
Cifras comparativas nos dan una mejor visión del problema de salud pública en que se ha convertido el tabaquismo: la riqueza generada por las empresas productoras y comercializadoras del tabaco, solo llega al uno por ciento del Producto Interno Bruto (P.I.B.) con relación a lo que se gasta en enfermedades relacionadas con el tabaco que es del cinco por ciento del P.I.B.
Para nadie ya es desconocido el peligro mortal que significa el vicio de los fumadores, así como el riesgo enorme y comprobado de los daños que causa también a la salud de las personas que se encuentran a su alrededor o sea a los fumadores pasivos; tampoco se desconoce que los problemas de las adicciones están relacionados básicamente con una necesidad inicial de socializar, pero después pasa de la fase placentera a la de la exaltación y luego a la de la extenuación, que es cuando se convierte en un problema de salud pública. También reveló que uno de los grupos sociales que han aumentado su consumo de tabaco son las mujeres fluctuando en edades de 18 a 26 años a quienes se les calcula el consumo de entre 6 y 7 cigarros al día. Sí es cierto que los fumadores tienen derecho a ejercitar su adicción, pero afortunadamente ya existen leyes que protegen a todos aquellos involucrados directa e indirectamente con el consumo del tabaco. Sigamos respetando la ley para gozar de una mejor salud y un mejor entorno para heredarlo a nuestros descendientes.
El otro tópico para su comentario nace del informe que presentó ante el Consejo de Derechos Humanos la relatora especial de la O.N.U. sobre la independencia de jueces y magistrados y denunció las severas carencias de independencia en el sistema judicial mexicano y cuya principal consecuencia es que impere la corrupción y la ineficacia en la impartición de justicia. Muy grave denuncia para nuestro sistema de impartición de justicia.
No se trata, sin embargo, de rasgarse las vestiduras ni de entonar lamentos de plañideras. Con mayor objetividad y serenamente sabemos que nadie, dentro de los profesionales del derecho, que haya ejercido la profesión en el área del litigio, carecerá no de una sino que tendrá varias anécdotas reales que muestren, lamentablemente, la ineficaz y corrupta justicia que se aplica en nuestro país, en una visión general, salvo las honrosísimas excepciones de siempre.
Y esto se atribuye a la dependencia de los poderes judiciales, federal y estatales, de sus respectivos poderes ejecutivos, independientemente de las ternas que se someten a los Congresos, pero enviadas por el ejecutivo. Sí, el informe reporta una situación muy grave, ya que dice que: “… la independencia judicial se ve afectada por la falta de transparencia, un factor que genera impunidad; por la ineficacia y la corrupción, así como por la interferencia e influencia impropia de los sectores público y privado”.
A guisa de explicación, que no de justificación, queda claro que todo ello denota un problema básico de educación, de formación, de estructura de nuestros paisanos, por ello bien se dice que la educación se mama y luego en la escuela aprendemos las técnicas, las ciencias, las artes y todo lo que el mundo de la cultura proporciona, pero la educación, la ética, el sentido de la conducta, nos lo da la educación, renglón que tenemos como prioridad y debemos de superar como asignatura pendiente. Urge actuar en consecuencia. O usted, preocupado lector, ¿qué opina?
Dos temas, en este momento, son para mí motivo de preocupación, de reflexión y, obviamente, de acción, sin perjuicio de otros múltiples pero de tratamiento posterior, no porque no acusen relevancia alguna, sino porque no pueden abordarse todos en una sola entrega.
En efecto, anteayer, martes 31 se celebró el Día Mundial sin Tabaco y el diputado federal secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados mencionó unas cifras alarmantes en relación con el tabaquismo que impera en nuestro país. Mencionó que todos los días mueren 166 personas por enfermedades relacionadas con el tabaquismo, como son: enfisema y cáncer pulmonar, cáncer de vejiga, infarto de corazón, así como eventos vasculares cerebrales como embolias.
Esto ha dado motivo para impulsar una iniciativa de reformas a las leyes de Salud y la de Tabaco, con el propósito de que sean los municipios quienes otorguen los permisos para quienes expenden y venden este producto, ejerciendo un mayor control al respecto, cuenta habida de que existen ambulantes que venden suelto este producto, especialmente a los jóvenes y nadie los somete a la norma y de aprobarse, entonces dichos vendedores callejeros estarían al margen de la ley.
Cifras comparativas nos dan una mejor visión del problema de salud pública en que se ha convertido el tabaquismo: la riqueza generada por las empresas productoras y comercializadoras del tabaco, solo llega al uno por ciento del Producto Interno Bruto (P.I.B.) con relación a lo que se gasta en enfermedades relacionadas con el tabaco que es del cinco por ciento del P.I.B.
Para nadie ya es desconocido el peligro mortal que significa el vicio de los fumadores, así como el riesgo enorme y comprobado de los daños que causa también a la salud de las personas que se encuentran a su alrededor o sea a los fumadores pasivos; tampoco se desconoce que los problemas de las adicciones están relacionados básicamente con una necesidad inicial de socializar, pero después pasa de la fase placentera a la de la exaltación y luego a la de la extenuación, que es cuando se convierte en un problema de salud pública. También reveló que uno de los grupos sociales que han aumentado su consumo de tabaco son las mujeres fluctuando en edades de 18 a 26 años a quienes se les calcula el consumo de entre 6 y 7 cigarros al día. Sí es cierto que los fumadores tienen derecho a ejercitar su adicción, pero afortunadamente ya existen leyes que protegen a todos aquellos involucrados directa e indirectamente con el consumo del tabaco. Sigamos respetando la ley para gozar de una mejor salud y un mejor entorno para heredarlo a nuestros descendientes.
El otro tópico para su comentario nace del informe que presentó ante el Consejo de Derechos Humanos la relatora especial de la O.N.U. sobre la independencia de jueces y magistrados y denunció las severas carencias de independencia en el sistema judicial mexicano y cuya principal consecuencia es que impere la corrupción y la ineficacia en la impartición de justicia. Muy grave denuncia para nuestro sistema de impartición de justicia.
No se trata, sin embargo, de rasgarse las vestiduras ni de entonar lamentos de plañideras. Con mayor objetividad y serenamente sabemos que nadie, dentro de los profesionales del derecho, que haya ejercido la profesión en el área del litigio, carecerá no de una sino que tendrá varias anécdotas reales que muestren, lamentablemente, la ineficaz y corrupta justicia que se aplica en nuestro país, en una visión general, salvo las honrosísimas excepciones de siempre.
Y esto se atribuye a la dependencia de los poderes judiciales, federal y estatales, de sus respectivos poderes ejecutivos, independientemente de las ternas que se someten a los Congresos, pero enviadas por el ejecutivo. Sí, el informe reporta una situación muy grave, ya que dice que: “… la independencia judicial se ve afectada por la falta de transparencia, un factor que genera impunidad; por la ineficacia y la corrupción, así como por la interferencia e influencia impropia de los sectores público y privado”.
A guisa de explicación, que no de justificación, queda claro que todo ello denota un problema básico de educación, de formación, de estructura de nuestros paisanos, por ello bien se dice que la educación se mama y luego en la escuela aprendemos las técnicas, las ciencias, las artes y todo lo que el mundo de la cultura proporciona, pero la educación, la ética, el sentido de la conducta, nos lo da la educación, renglón que tenemos como prioridad y debemos de superar como asignatura pendiente. Urge actuar en consecuencia. O usted, preocupado lector, ¿qué opina?
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
Grab this Headline Animator