De la U.N.A.M...

Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz


Un día como hoy, 22 de Septiembre, pero de 1910 se fundó la Universidad Nacional de México en el ocaso del régimen porfirista.

Recordemos que fue en Abril de ese año cuando el ilustre Maestro Justo Sierra presentó primero la Ley Declaratoria de la Escuela de Altos Estudios que formaría parte de la Universidad y fue el 28 de ese mes cuando se presentó el proyecto para la fundación de la Universidad Nacional.

De esta guisa se proyectó a esta institución de educación superior para estar integrada por las Escuelas Nacional Preparatoria, Nacional de Jurisprudencia, de Medicina, de Ingenieros, de Bellas Artes en lo que toca a Arquitectura, y de Altos Estudios. Así, aprobado el proyecto, el 22 de Septiembre de ese año, casi dos meses antes de que empezara el período armado de la Revolución Mexicana se celebró la inauguración solemne de la Universidad Nacional de México, con un mensaje profundamente humanista del Maestro Don Justo Sierra. La sede de ésta se constituyó en la calle de Moneda No. 2, en el Centro Histórico de la ciudad de México. Al efecto, fungieron como madrinas las universidades de Salamanca, de París y de Berkeley.

No olvidemos que como antecedente, meramente formal, la Real y Pontificia Universidad de México fue creada por Cédula Real del Emperador Carlos V de Alemania y I de España de 21 de Septiembre de 1551, aun cuando inauguró cursos en 1553. Después durante el siglo XIX se clausuró para reaparecer en la fecha multicitada, pero sigamos sin olvidar que el contenido y espíritu de la Real y Pontificia Universidad de México difiere del de la Universidad Nacional de México.

Es relevante hacer mención de un evento trascendental para esta nueva Universidad y fue el hecho de que en 1929, siendo presidente de la República el Lic. Emilio Portes Gil, un movimiento estudiantil que se inició como la mayoría de ellos en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, y que todo mundo recuerda para no ahondar en ello, logró la autonomía para esta casa de estudios y esto le permitió cambiar su nombre y que ostenta actualmente que es el de Universidad Nacional Autónoma de México.

El propósito de esta estupenda Institución, la cual ha tenido también sus altas y sus bajas, es el de trabajar al servicio del país y de la humanidad, formar profesionistas útiles a la sociedad, organizar y realizar investigaciones, principalmente acerca de las condiciones y problemas nacionales y extender con la mayor amplitud posible, los beneficios de la cultura y las ciencias.

Y si atendemos a lo dispuesto por el Art. I de su Ley Orgánica, se trata de un organismo público descentralizado del Estado, basado en la libertad de cátedra, y de investigación e inspirado en todas las corrientes de pensamiento, sin tomar parte en actividades militantes y derrotando cualquier interés individual.

Es de especial mención el saber que nuestra Universidad, mi Alma Mater, ha preparado a gente muy valiosa la cual se ha distinguido no solo en el área profesional en nuestro país, sino que algunos de sus mas brillantes discípulos, mexicanos egresados de esta Universidad, han obtenido preseas y reconocimientos a nivel internacional, v. gr.: El Premio Nobel de Literatura, de la Paz y de Química concedidos a tres dignos egresados de sus aulas, as{i como otros diez académicos . con el de la Paz, pertenecientes al Panel Intergubernamental del Cambio Climático.

El Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2009 para la Institución; el Premio Cervantes para cuatro de sus egresados; una académica con el Nobel de la Paz como miembro ejecutivo de las Conferencias Pugwash y de la Agencia Internacional de Energía Atómica, entre otros.

Huelga decir que sus instalaciones actuales en C.U. que se inauguraron en 1954 son ampliamente visitadas por el turismo nacional y extranjero, tanto por su atractivo visual, la magnificencia de sus instalaciones como por su funcionalidad.

Tiene infinidad de Institutos, Escuelas, Facultades, Centros de Investigación de todo tipo, tanto de ciencias como de humanidades. En fin es una institución orgullo y prez de México.

Y conste que su autonomía no pretende ser o aparecer como un estado dentro de otro estado, sino que este carácter lo consiguieron estudiantes y maestros en el 29, pretendiendo el no estar subordinados ni académica ni administrativamente del gobierno.

En consecuencia sí hay motivo para celebrar, con bombo y platillo, un aniversario trascendental para la vida toda de nuestro país, la fundación de nuestra actual universidad que tiene esparcidos por todo el ámbito nacional e internacional a sus egresados, quienes estamos comprometidos con el pueblo de México a ser mejores personas, mejores ciudadanos y, por supuesto, mejores profesionistas para que cada quien, en la esfera de sus actividades, contribuya con los conocimientos adquiridos en nuestra Alma Mater, con su conducta valiosa y con su solidaridad social a hacer de nuestro país un mejor lugar para vivir, para realizar nuestros fines en uso de la capacidad de cada quien y para retribuirle al pueblo de México lo que nos dio al permitirnos abrevar el conocimiento, así como el moldear nuestros espíritus para bien de México. Es y debe ser un compromiso indeclinable. O usted, universitario lector, ¿qué opina?