Por Guillermo Ezequiel Tibaldo
Dulce veneno el que te invade
atroz por tu condena
sagaz en los truenos
que calman mis suspiros
que han sangrado tu derrota
quebrándote la voz
Heme aquí, agonizando
aspirando el veneno de tu piel
de tu tez desnuda
fruto de los frutos
que se caen de tus manos
que inundan mi boca
despidiéndote otra vez
Heme aquí, sin levantarme
contemplando con miseria
una suerte imperdonable
sobre el cáliz derramado
con la tinta de tus venas
amargas las flores que he devorado
Heme aqui, cubriendo tus carnes
entre oscuras alimañas
que brotan de tu pelo
que invaden nuestro cielo
con certeza de recordarme
no merezco ni entregarme
Si jamás te he conocido
1 Comentario:
Hola Tibaldo, es la primera vez que leo tu poesía y no acabo de entenderla. Supongo que nos habla de un sueño o algo que imaginas.Pero prefiero tus cuentos, que en una prosa fluida nos lleva a onirismos fantásticos. Te mando un abrazo/
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