Por el Mtro. Fernando Reyes Baños
Recuerdo que en la escuela conocí a varios acosadores. Su abuso podía ocurrir en cualquier parte (salones de clase, pasillos, áreas de recreo y cafeterías), a cualquier hora de la jornada escolar y sin que nadie, absolutamente nadie, interviniera para evitarlo (a excepción, quizá, de algún otro compañero que estaba dispuesto “a jugársela” para defender a un amigo o familiar). Varias veces fui víctima de algunos de esos niños y adolescentes bravucones, abusivos y pendencieros. Al cabo de los años recuerdo sus palabras, sus golpes y sus humillaciones y me pregunto: ¿por qué ningún profesor de aquel entonces hizo algo para evitar mi sufrimiento? Peor aún: algunos de esos profesores no sólo se “hacían de la vista gorda” cuando ocurría el acoso, sino que terminaban sumándose a éste al apoyar la causa del acosador (¿qué causa?, eso, al parecer, era lo que menos importaba). ¡Que estúpidos, ignorantes y mal preparados eran algunos de los profesores(as) de mis años de secundaria y preparatoria! Ellos tenían el deber de evitar esa clase de abusos entre los estudiantes, porque se supone que su misión como educadores no sólo es informar a sus estudiantes, sino formar personas. ¡Que curioso! Años después, como parte de esos temas académicos que se ponen de moda, de pronto sé que esas vivencias tienen un nombre: acoso escolar o bullying.
Entremos en materia: en lo que sigue explicaré, brevemente, qué es el bullying, cómo se presenta, cuáles son sus consecuencias, la importancia que tiene que la familia y la escuela se ocupen de su prevención y atención y, como punto final, haré algunas puntualizaciones sobre este tema.
El bullying o acoso escolar se refiere a la intimidación o maltrato que se produce entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Puede ser psicológico, verbal o físico, siendo el tipo más común el emocional. Suele presentarse en las aulas y en los patios de las escuelas. Los casos de acoso escolar, por lo general, son niños que están por entrar en la adolescencia (alrededor de los12 o 13 años de edad). Existen diferentes motivos que pueden propiciar su aparición: desde factores personales y/o familiares hasta por influencia de los medios masivos de comunicación con contenido violento.
Siempre hay dos protagonistas: el niño acosador, que ejerce su poder sobre otro para buscar su dominio y que suele relacionarse con un grupo de niños que se limitan a observar los episodios de acoso escolar; y el niño acosado, que al ser puesto en una situación de inferioridad, se convierte en víctima del acoso.
Los niños víctimas del bullying presentan, con alguna frecuencia, cierto rasgo personal que los caracteriza. Por lo general, son tímidos y poco sociables. El acoso constante los hace sentirse angustiados, tensos y con mucho miedo. A largo plazo, las consecuencias del bullying son: baja autoestima, actitudes pasivas, pérdida de interés por los estudios, etc.
En la prevención contra el bullying la familia representa una pieza fundamental, porque en su seno es donde los niños aprenden a socializar, a comportarse de acuerdo a valores y normas que les permitirá coexistir armoniosamente con sus semejantes, por lo que resultará importante que los padres eviten, con paciencia, dedicación, honestidad y ejemplo constante, que el hogar se convierta en un escenario hostil o, por el contrario, demasiado permisivo.
Ante el bullying, la familia comparte la misma responsabilidad que la escuela: debe mantenerse informada constantemente sobre el tema. La escuela es un espacio clave para prevenir el bullying, razón por la cual, la disciplina en las aulas y en los patios es fundamental para fomentar una buena conducta entre los alumnos. Lo anterior se concreta, con acciones que buscan prevenir cualquier episodio de acoso escolar, entre las cuales, se pueden mencionar:
Reflexión (a manera de conclusión): que las instituciones educativas se comprometan con una cultura de la prevención y que asuman responsablemente su contribución para que nuestra sociedad sea cada vez mejor, es decir: más armoniosa, más equilibrada y más justa, son aspectos que representan, hoy y siempre, un asunto prioritario (más aún si tales aspectos se valoran en términos de su pertinencia social), lo que en la práctica se traducirá en el trato respetuoso, cordial y responsable que a todos, a cada uno de nosotros, debe interesarnos se fomente, desde muy temprana edad, en todas las personas (y no solamente en quienes están dentro de un sistema de educación formal), pero no solamente por medio de la palabra, sino también del ejemplo, del acto que refleje lo que a veces, con demasiada laxitud, hemos denominado humanidad, porque lo que interesa finalmente es que los nuevos ciudadanos sean cada vez más congruentes; por supuesto que el respeto hacia los demás no es asunto que competa con exclusividad a los estudiantes porque, por extensión, involucra también al resto de los grupos relacionados con ellos: maestros, padres de familia e, inevitablemente, la sociedad en general, ¿por qué?, por una razón muy simple: todos somos, en cierta medida, aprendices y enseñantes de algo, todos somos entes culturales, razón de más para preocuparnos y ocuparnos de que fenómenos como el bullying (tan abundante como siempre, pero más estudiado en años recientes) no tenga cabida ya en las escuelas de nuestra sociedad.
Fuentes útiles en línea:
- Consejería de Educación, universidades, cultura y deportes (2006). Guía para el profesorado sobre acoso escolar: detección, identificación, intervención y prevención. Servicio Prevención y Ayuda Contra el Acoso Escolar del Gobierno de Canarias. Consultado el 16 de diciembre del 2011 en http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/dgoie/publicace/docsup/guia_acoso.pdf
- Gobierno del Estado de Guerrero (s. f). ¿Qué es el bullying o Acoso Escolar? Consultado el 16 de diciembre del 2011 en http://guerrero.gob.mx/articulos/%C2%BFque-es-el-bullying-o-acoso-escolar/
Recuerdo que en la escuela conocí a varios acosadores. Su abuso podía ocurrir en cualquier parte (salones de clase, pasillos, áreas de recreo y cafeterías), a cualquier hora de la jornada escolar y sin que nadie, absolutamente nadie, interviniera para evitarlo (a excepción, quizá, de algún otro compañero que estaba dispuesto “a jugársela” para defender a un amigo o familiar). Varias veces fui víctima de algunos de esos niños y adolescentes bravucones, abusivos y pendencieros. Al cabo de los años recuerdo sus palabras, sus golpes y sus humillaciones y me pregunto: ¿por qué ningún profesor de aquel entonces hizo algo para evitar mi sufrimiento? Peor aún: algunos de esos profesores no sólo se “hacían de la vista gorda” cuando ocurría el acoso, sino que terminaban sumándose a éste al apoyar la causa del acosador (¿qué causa?, eso, al parecer, era lo que menos importaba). ¡Que estúpidos, ignorantes y mal preparados eran algunos de los profesores(as) de mis años de secundaria y preparatoria! Ellos tenían el deber de evitar esa clase de abusos entre los estudiantes, porque se supone que su misión como educadores no sólo es informar a sus estudiantes, sino formar personas. ¡Que curioso! Años después, como parte de esos temas académicos que se ponen de moda, de pronto sé que esas vivencias tienen un nombre: acoso escolar o bullying.
Entremos en materia: en lo que sigue explicaré, brevemente, qué es el bullying, cómo se presenta, cuáles son sus consecuencias, la importancia que tiene que la familia y la escuela se ocupen de su prevención y atención y, como punto final, haré algunas puntualizaciones sobre este tema.
El bullying o acoso escolar se refiere a la intimidación o maltrato que se produce entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Puede ser psicológico, verbal o físico, siendo el tipo más común el emocional. Suele presentarse en las aulas y en los patios de las escuelas. Los casos de acoso escolar, por lo general, son niños que están por entrar en la adolescencia (alrededor de los12 o 13 años de edad). Existen diferentes motivos que pueden propiciar su aparición: desde factores personales y/o familiares hasta por influencia de los medios masivos de comunicación con contenido violento.
Siempre hay dos protagonistas: el niño acosador, que ejerce su poder sobre otro para buscar su dominio y que suele relacionarse con un grupo de niños que se limitan a observar los episodios de acoso escolar; y el niño acosado, que al ser puesto en una situación de inferioridad, se convierte en víctima del acoso.
Los niños víctimas del bullying presentan, con alguna frecuencia, cierto rasgo personal que los caracteriza. Por lo general, son tímidos y poco sociables. El acoso constante los hace sentirse angustiados, tensos y con mucho miedo. A largo plazo, las consecuencias del bullying son: baja autoestima, actitudes pasivas, pérdida de interés por los estudios, etc.
En la prevención contra el bullying la familia representa una pieza fundamental, porque en su seno es donde los niños aprenden a socializar, a comportarse de acuerdo a valores y normas que les permitirá coexistir armoniosamente con sus semejantes, por lo que resultará importante que los padres eviten, con paciencia, dedicación, honestidad y ejemplo constante, que el hogar se convierta en un escenario hostil o, por el contrario, demasiado permisivo.
Ante el bullying, la familia comparte la misma responsabilidad que la escuela: debe mantenerse informada constantemente sobre el tema. La escuela es un espacio clave para prevenir el bullying, razón por la cual, la disciplina en las aulas y en los patios es fundamental para fomentar una buena conducta entre los alumnos. Lo anterior se concreta, con acciones que buscan prevenir cualquier episodio de acoso escolar, entre las cuales, se pueden mencionar:
- La supervisión de los alumnos dentro y fuera de los salones.
- Establecimiento de reglas claras sobre el comportamiento en la escuela.
- La respuesta rápida y efectiva en caso de que haya alguna sospecha de acoso escolar en contra de algún estudiante.
- Un programa de valores consolidado que busca que los estudiantes aprehendan valores y refuercen actitudes que les permita relacionarse armoniosamente con sus semejantes y con su entorno.
- Conferencias para padres y maestros donde se trate el tema de la prevención y atención al bullying.
Reflexión (a manera de conclusión): que las instituciones educativas se comprometan con una cultura de la prevención y que asuman responsablemente su contribución para que nuestra sociedad sea cada vez mejor, es decir: más armoniosa, más equilibrada y más justa, son aspectos que representan, hoy y siempre, un asunto prioritario (más aún si tales aspectos se valoran en términos de su pertinencia social), lo que en la práctica se traducirá en el trato respetuoso, cordial y responsable que a todos, a cada uno de nosotros, debe interesarnos se fomente, desde muy temprana edad, en todas las personas (y no solamente en quienes están dentro de un sistema de educación formal), pero no solamente por medio de la palabra, sino también del ejemplo, del acto que refleje lo que a veces, con demasiada laxitud, hemos denominado humanidad, porque lo que interesa finalmente es que los nuevos ciudadanos sean cada vez más congruentes; por supuesto que el respeto hacia los demás no es asunto que competa con exclusividad a los estudiantes porque, por extensión, involucra también al resto de los grupos relacionados con ellos: maestros, padres de familia e, inevitablemente, la sociedad en general, ¿por qué?, por una razón muy simple: todos somos, en cierta medida, aprendices y enseñantes de algo, todos somos entes culturales, razón de más para preocuparnos y ocuparnos de que fenómenos como el bullying (tan abundante como siempre, pero más estudiado en años recientes) no tenga cabida ya en las escuelas de nuestra sociedad.
Fuentes útiles en línea:
- Consejería de Educación, universidades, cultura y deportes (2006). Guía para el profesorado sobre acoso escolar: detección, identificación, intervención y prevención. Servicio Prevención y Ayuda Contra el Acoso Escolar del Gobierno de Canarias. Consultado el 16 de diciembre del 2011 en http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/dgoie/publicace/docsup/guia_acoso.pdf
- Gobierno del Estado de Guerrero (s. f). ¿Qué es el bullying o Acoso Escolar? Consultado el 16 de diciembre del 2011 en http://guerrero.gob.mx/articulos/%C2%BFque-es-el-bullying-o-acoso-escolar/
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