Del recordatorio...

Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz



Recordar es vivir, dice una vieja conseja popular y otra nos dice que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetir los mismos errores o lo lamentable que resulta el que un pueblo no tenga memoria histórica, en especial cuando se trata de recordar los hechos que le dieron forma, estructura y desiderátum,

Por eso vale la pena recordar que un día como hoy, 12 de Abril, pero de 1813, el Generalísimo Don José Ma. Morelos y Pavón, héroe epónimo de nuestra Patria y valiosísimo pilar de nuestra Guerra de Independencia, tomó Acapulco.

Recordemos que después de la toma de Oaxaca nuestro prócer, desde el 9 de Febrero, se dirigió a nuestro puerto iniciando su cuarta campaña intentando nuevamente cumplir con el encargo que le hizo el Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, de tomar la plaza de Acapulco (iniciando la conquista del Sur) , por ser un puerto importantísimo en el comercio con Oriente (evidenciado en la feria que aquí se realizaba con la llegada del galeón de Manila con los vientos de Diciembre y se regresaba a Filipinas aprovechando los vientos de Marzo), y que dos años antes no lo logró. En este nuevo intento llegó a La Sabana el 26 de Marzo y se ocupó en organizar la toma del puerto al cual atacó el 6 de abril y por fin lo tomó el 12 de ese mismo mes, de 1813. Sin embargo el gobernador Pedro Vélez, se refugió en el Castillo de S. Diego y el gran Morelos le puso sitio al fuerte, que duró 4 meses y cayó en Agosto del mismo año, tiempo durante el cual nuestro prócer preparaba y organizaba la reunión de su Congreso Constituyente que finalmente se celebró en el mes de Septiembre de 1813 en Chilpancingo, dando con ello un intento plausible por darle a nuestra patria una estructura jurídico- política distinta a la impuesta por el virreinato.

Y siguiendo con el Sur, también recordemos que un día 10 de Abril, como antier, pero de 1919 murió asesinado el llamado Caudillo del Sur, el Gral. Emiliano Zapata Salazar, uno de los líderes militares mas importante de la Revolución Mexicana y un símbolo de la resistencia campesina en México, al mando del Ejército Libertador del Sur.

Solo recordemos que al estar en crisis el movimiento revolucionario en el Norte del país y con el conocimiento de Carranza y del Gral. Pablo González, se instruyó al coronel Jesús Guajardo para hacer creer a Zapata que se le iba a unir con sus tropas, así como el proporcionarle armas y municiones, fingiendo un desacuerdo con González; y a pesar de lo desconfiado y astuto que se había mostrado Zapata en trampas anteriores, al pedirle a Guajardo pruebas de su pretensión, éste mandó a fusilar a 50 soldados federales lo cual convenció a Zapata y aceptó entrevistarse con él en la hacienda de Chinameca, Mor. a la cual llegó con sus tropas, pero lo esperaron afuera del casco de la misma entrando solo con su escolta de 100 hombres y cuando cruzó el acceso a la hacienda, el clarín hizo la llamada a honores, la cual era la señal de la aborrecible traición de Guajardo para asesinar al caudillocon los cientos de disparos que le hicieron desde las azoteas del inmueble y aun cuando Zapata tuvo oportunidad de sacar su pistola, esta le fue arrebatada por un disparo y cayó acribillado por las balas asesinas de sus enemigos.

Aun cuando recordamos que el Lic. Antonio Díaz Soto y Gama fue su asesor, sobre todo en el Plan de Ayala, es bien sabida la convicción de Zapata por la reivindicación de la tierra para sus hermanos campesinos y es a él a quien se le atribuyen las frases lapidarias de: “ La tierra es de quien la trabaja”, “ La tierra volverá a quienes la trabajan con sus manos”, “ Yo estoy resuelto a luchar contra todo y contra todos sin mas baluarte que la confianza y apoyo de mi pueblo”, “ La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido mas que rebaños de esclavos para la tiranía”, “ Es mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado”, entre otras. Asimismo, ante la incredulidad de su pueblo por la muerte del prócer, se tejieron leyendas sobre su supervivencia, entre ellas, una que decía que un compadre suyo de origen árabe, le ofreció protección a Zapata el cual se habría embarcado en Acapulco para huir a Arabia. En suma, recordar a nuestros ínclitos personajes y verdaderos luchadores sociales, es hacer patria. O usted, recordador lector, ¿qué opina?