De la ignominia...

Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz


Seis de Agosto no se olvida, ni se puede ni se debe olvidar. Un día como el lunes retropróximo, 6 de Agosto pero de 1945, la humanidad fue testigo de un acto ignominioso, bárbaro, cruel, de lo mas pedestre perpetrado por los E.U.A. en contra de una ciudad japonesa, como cierre del capítulo de la guerra armada en contra del Japón.

Es de recordar que cuando los estadounidenses empezaron a tomar las plazas enemigas, el pueblo japonés, en masa, mujeres con sus niños en brazos, demostrando su entereza y dignidad, preferían arrojarse a los acantilados marinos, parecidos a nuestra Quebrada, o practicándose el hara- kiri (suicidio con arma blanca) antes que padecer la deshonra de caer en manos de los invasores y ese fue, entre otros, el pretexto para “justificar” el bombardeo atómico para evitar (¿?) las muertes masivas de la población.

No se puede olvidar que en un bombardero de los llamados fortaleza B-29, que llevaba el nombre de “Enola Gay” se transportó la fatídica bomba atómica llamada “Little boy” dando inicio a la era nuclear, como consecuencia de los adelantos en física nuclear al fusionar la energía de los átomos.La bomba estalló a las 08:15 ( 23:15 GMT) en la ciudad japonesa de Hiroshima convirtiéndola de inmediato en un verdadero infierno, matando a unas 140 mil personas, sin perjuicio de aquellas sobrevivientes que padecieron tormentos múltiples como consecuencia de la radiación a la que se vieron expuestos como también los socorristas, bomberos, enfermeros, etc. Amén de las secuelas que padecieron y siguen padeciendo las víctimas y sus descendientes .

Pero eso no fue suficiente, lo importante era, además de demostrar el poderío bélico de los estadounidenses, continuar con el ensayo mortal de una bomba mas la cual fue arrojada, el día nueve, en la ciudad de Nagasaki causando una mortandad de 80 mil personas, y la consabida destrucción y contaminación y muerte por la radiación nuclear .

Y para que este evidente acto de ignominia ( que sabemos significa deshonor, descrédito, afrenta pública) que avergüenza al género humano, no se pierda en la memoria histórica de los pueblos, mas de 50 mil personas se reunieron en el parque memorial de la Paz de Hiroshima para recordar que hace mas de seis décadas aconteció tan nefasto y siniestro evento en contra de la inerme población civil, que son los que mas sufren y padecen en la barbarie humana que desatan las guerras, cualesquiera que sea el pretexto para llevarlas al cabo.

Aunado a ello otras miles de personas, en este recordatorio, se agregaron a manifestaciones pacifistas, marchas, foros, conciertos que convirtieron a la ciudad “en símbolo del movimiento global contra las armas nucleares”, adquiriendo actualidad el rechazo universal a la utilización de la energía nuclear, después del riesgo y peligro desatado por la catástrofe del año pasado en Fukushima y en su tiempo en Chernobil, lo cual demuestra la vulnerabilidad de estas plantas a pesar de los miles de “argumentos” que nos dan para justificar su existencia, hablándonos de su seguridad y de los miles de mecanismos para evitar accidentes que finalmente ocurren y ¡ aguas! que nosotros tenemos una en Laguna Verde, en Veracruz.

El recuerdo de la ignominia, de la barbarie cometida por los E.U.A. en contra de la población civil japonesa en Hiroshima y Nagasaki para darle fin a la Segunda Guerra Mundial y para ver si los ensayos resultaban fructíferos, debe servirnos de parámetro válido para evitar que casos como esos se repitan, y también que se borren totalmente de la condición humana y podamos vivir en paz y armonía entre los pueblos para alcanzar nuestro destino que como seres humanos merecemos, ergo actualicemos el principio de que la violencia genera violencia y evitémosla a toda costa. O usted, pacifista lector, ¿qué opina?