Del estercolero...

Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz


Los últimos tiempos, es decir, en la actualidad reciente, nos están dando con una mayor velocidad eventos, situaciones, casos, resultados, propalados por los medios que semejan una vorágine caleidoscópica de asuntos que tienen que ver ya sea con la ineficacia y la ineficiencia de quienes están al frente de los organismos gubernamentales en los tres órdenes de gobierno, así como (y esto es lo mas grave) de los actos de corrupción con su inevitable secuela de impunidad, salvo las honrosas excepciones de siempre

También participan de esto algunas empresas privadas las cuales, ya sabemos, están dedicadas al logro de la mayor utilidad o ganancia.

Es el caso, pues, que el gobernado, el simple ciudadano de a pìe, como dicen los clásicos, ya no tiene para dónde correr, ya no sabe qué pensar y mucho menos ya no sabe qué hacer, habida cuenta de que se difunden noticias tanto del país como del extranjero sobre malos manejos de la cosa y de los recursos públicos para favorecer a determinadas empresas o personas en detrimento de su función o de su obligación jurídica y personal.

En el caso de los “grillos” quienes se dicen políticos, a pesar de que no tienen ni la menor idea de lo que la política sea, pues la identifican y la asocian a la pillería, al abuso del poder para obtener canonjías, al tráfico de influencias, a la disposición de recursos públicos para el beneficio personal, familiar, de amistades o de favorecidos por ellos y, en última instancia, en el acceso al poder por el poder mismo, y por lo que ello conlleva, al hacer lo que les venga en gana como si fuera la función pública el modus operandi de su empresa particular.

Como simples ejemplos baste señalar que a nivel internacional supimos de la terrible influencia que todavía tienen los favorecidos del franquismo y la saña con que “juzgaron” al Juez Garzón por pretender juzgar a los criminales franquistas de la Guerra Civil española o la persecución política del fundador de wikiliks que destapó la cloaca de los informes confidenciales de las embajadas de E.U.A. sobre asuntos de la competencia de diferentes países y ahora las últimas noticias sobre el ataque que sufrieron agentes supuestamente de la CIA por parte de policías federales y en donde se ha guardado un especial hermetismo, según informan los comunicadores; y a nivel nacional el escándalo de la solicitud por anular las elecciones presidenciales de nuestro país por supuestos financiamientos que rebasan los topes autorizados de campañas o la penetración de dineros para ello provenientes del narco, y de compañías fantasmas que lo propiciaron; no se diga del escándalo propiciado por el “rescate” de la banda ancha del 2.5 en telecomunicaciones por parte del gobierno federal en contra de MVS Noticias condicionado a que la periodista Carmen Aristegui se retracte públicamente y se disculpe con el titular del ejecutivo federal, por haber ella cuestionado y en pleno ejercicio de la libertad de expresión, si había problemas de alcoholismo en la titularidad del mismo, a raíz de una manta alusiva en la Cámara de Diputados y que el propietario de la empresa ha explicado ampliamente; haciéndose hincapié en todas las acusaciones de todos los partidos políticos contra todos sus oponentes sobre los delitos electorales que se cometieron en las pasadas elecciones como la compra de votos, el tráfico de influencias, el uso de recursos públicos para usar en las campañas, el uso de prestanombres para ocultar la procedencia de los mismos y todo ello supuestamente con pruebas que los organismos electorales, se dice, no han analizado exhaustivamente como es su obligación y en el ámbito local ni se diga, si observamos las continuas y casi permanentes manifestaciones de grupos de empleados y acreedores del Ayuntamiento, por la falta de pago, lo cual extraña toda vez que a principios de año se aprueba el presupuesto para ingresos y egresos y ello incluye el pago de todos estos gastos por lo que resulta extraño que no haya recursos para cubrir todas esas obligaciones y tengan que recurrir a un préstamo de 200 millones de pesos al gobierno estatal y que los diputados se niegan a autorizar, sin perjuicio de que, como cerecita del pastel se reprueba la pretensión de los regidores por obtener un bono de un millón de pesos por finiquito de su encargo y menos que hayan tenido la oportunidad de darles base en el personal hasta dos por cada regidor a familiares e incondicionales. Todo ello parece un estercolero. O usted, impoluto lector, ¿qué opina?