De las expectativas...

Por el Mtro. Rodrigo Juárez Ortiz


En el diario trajín de nuestras vidas, los seres humanos estamos envueltos en situaciones en donde se privilegian los elementos substanciales de la existencia misma, es decir, la satisfacción de nuestras necesidades vitales, como es la alimentación, el conservar la salud, obviamente la integridad física y otras tantas no menos relevantes.

De esta suerte les damos prioridad a su satisfacción, sin embargo también existen otras preocupaciones que influyen de manera directa al desiderátum de nuestra existencia y estas son aquellas que se desarrollan en nuestro entorno, concomitantes a las descritas. Tres son a las que hago referencia ahora.

Es el caso que actualmente, en nuestro medio, el asunto de la seguridad prevalece de una manera fundamental. Para nadie resulta sorpresivo el enterarse cotidianamente de las muertes violentas y con dosis de sadismo inusual (antiguamente desconocido en nuestro entorno), de personas las cuales coinciden o mas bien inciden en ciertas actividades de las víctimas lo cual representa una gran interrogante para la población en general pues solo se da noticia de su muerte pero no se dice el porqué de ella y muchísimo menos se sabe de quién las haya perpetrado, con la consabida impunidad.

Al respecto se habla de la necesidad de la colaboración de la ciudadanía para avanzar en la investigación de los delitos, pero también se habla de la corrupción y complicidad de algunas de las autoridades con lo cual se deja en estado de total indefensión a los pretendidos denunciantes y mas cuando se observa que las fuerzas del orden circulan por las ciudades con pasamontañas, ocultando su identidad, por razones obvias, imaginemos entonces la vulnerabilidad de quien se atreva a denunciar a los malos de la película.

Ergo, en vez de aumentar las quejas en contra de este siniestro escenario y que afecta al turismo, el gran proveedor de nuestra economía, solidaricémonos todos, gobernantes y gobernados, en un ejercicio de sana colaboración pública para que cada quien, en la esfera de su competencia, haga lo necesario para acabar con este flagelo como se ha logrado, con éxito, en otras ciudades de otros países.

A nivel mas amplio, la nación se cuestiona seriamente cuál es el destino de este país en manos del PRI, que viene de regreso pero con la experiencia aprendida y superada de los errores y excesos del pasado, dicen ellos.

Y los cuestionamientos nacen de la postura de los priístas (legisladores, gobernadores, presidentes municipales y demás servidores públicos), sobre la gobernación de este país, el cual se ha visto degradado y cada día aparecen mas evidencias del pésimo y desastroso paso de la “docena trágica” encabezada por la ineficiencia, ineficacia y altísima corrupción de las panistas y aun cuando en el discurso las cosas van a cambiar substancialmente, al parecer las cosas se están repitiendo, conservando, solapando y se le está dando continuidad a las fallas recientes, aun cuando todavía es muy corto el tiempo para evaluar resultados desde que regresaron al poder y deben gozar del beneficio de la duda.

Por último, ya visto el nivel local y el nacional, ahora en el nivel universal lo que capta las preocupaciones de hoy en día. es sobre las profecías de los mayas acerca de los cambios que van a sucederse no solo en el planeta, sino a nivel del universo, que algunos amarillistas e ignorantes del tema han dado en llamar el fin del mundo usando la fecha del 21 de este mes y año. A pesar de lo polémico que resulta este tema, lo cierto y científicamente predicho es que se van a dar grandes y profundos cambios en el universo que nos van a afectar decisivamente en nuestro pensar, sentir y querer, pero sobre todo en la elevación de nuestro nivel de conciencia, aun cuando solo para aquellos que se han preparado al respecto, sin perjuicio de los cambios trascendentales para todos aquellos que actúan de buena voluntad. Las preocupaciones son válidas. Debemos atenderlas. O usted, expectante lector, ¿Qué opina?