De la claridad...

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Por Rodrigo Juárez Ortiz


No se requiere una gran explicación para entender que la claridad es la calidad de claro, efecto de la luz al iluminar un espacio, es decir, sinónimo de nitidez, de lucidez, según Larousse.

En consecuencia nos queda claro que el caos que se produjo por el bloqueo de la principal vía del puerto y que interrumpió el tránsito vehicular, durante 9 horas el día de anteayer, en la ciudad de Acapulco, tuvo como resultados situaciones de hecho y situaciones de derecho de trascendental relevancia para los pobladores de este puerto.

En efecto, el evento de marras se dijo consistió en la protesta y manifestación de la inconformidad de algunas personas que se dijeron familiares de detenidos por la Policía Federal al considerar que se conculcaron sus derechos fundamentales al ser detenidos sin orden de aprehensión ni orden de cateo y que fueron sacados de su domicilio con violencia, aduciendo ser inocentes de los cargos que se les imputan.

Todo ello se originó con el escándalo, inclusive internacional, de la forma violenta en que fueron atacados unos turistas de origen español por malhechores encapuchados en una zona conocida como Playa Encantada.

Al respecto se han corrido versiones, por parte de la población, en el sentido de que los policías federales estuvieron deteniendo a personas del lugar y zona aledaña para “investigación” y después los soltaron al no haberles encontrado nada, pero a 5 de ellos los dejaron detenidos, sin perjuicio de que a otros tres, del Barrio de la Bodega los detuvieron y sus familiares fueron los que protestaron por la forma nada ortodoxa de la detención. Por otro lado las autoridades han dicho que respecto a los detenidos por este asunto, se les respetan sus derechos fundamentales y que no habrá “chivos expiatorios”. Sea lo que sea, existen evidentes contradicciones entre lo declarado por las autoridades y lo dicho por los familiares de los detenidos y serán las autoridades competentes las que resuelvan lo conducente, sin embargo, al margen de que se reputa como insoslayable la solución como la presentación y juzgamiento de quien o quienes resulten responsables de tan siniestro evento, mientras tanto los gobernados, la ciudadanía en general, hemos tenido que soportar las consecuencias de estas acciones de hecho de quienes actuaron a nombre de los detenidos y que se tradujo en infinidad de casos angustiosos como el de los padres y madres de familia que tuvieron que recorrer un verdadero vía crucis para recoger a sus hijos en las escuelas, se perdieron citas de negocios, compromisos laborales, enfermos delicados que perdieron sus citas médicas posponiendo sus tratamientos y consecuente curación, se agudizó el problema del transporte público y privado, se tuvieron que abandonar los vehículos y caminar para resolver las actividades personales de cada quien, en fin, que Acapulco vivió un verdadero caos el cual impacta, obviamente en la imagen turística del puerto,

Hemos escuchado, ad nauseam, que vivimos en un Estado de Derecho, que somos un país de instituciones, que gobernantes y gobernados debemos de respetar y hacer respetar los preceptos de la Constitución Política que nos rige; en lo académico y en las universidades enseñamos que debemos actuar en función del respeto irrestricto a la ley, en suma, que todos estamos obligados a actuar dentro del marco jurídico que nos hemos dado en aras de consolidarnos como un país democrático y al respecto, también fuimos testigos que las autoridades brillaron por su ausencia, que los policías estuvieron solo a la expectativa, que no movieron un dedo para destrabar el nudo del tráfico ni mucho menos para quitar lo que interrumpía la libre circulación vehicular, o sea “respetando” la manifestación de las ideas, de los protestantes, pero permitiendo que se conculcaran, entre otras, las garantías de libertad, de legalidad y de seguridad jurídica de los gobernados, la inmensa mayoría, víctimas de ello. Tiene prioridad lo político sobre lo jurídico. Mas claro ni el agua. O usted, agraviado lector, ¿qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



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