Por Fernando Reyes Baños


Como si Acapulco no tuviera suficiente con las obras del Acabus, con ocupar el segundo lugar como la ciudad más violenta del mundo, con militares, policías y agentes de seguridad que extorsionan y golpean a uno que otro inocente (entre ellos, estudiantes universitarios), con individuos que pasan con los comerciantes y locatarios para cobrar peaje, con el desorden generalizado que día con día va in crescendo... además de todo eso: ¡La marcha de los inconformes de siempre! Los mismos individuos inconscientes, desconsiderados e irresponsables. ¿Dónde están todos esos acarreados cuando no están marchando? ¿Todos ellos son docentes activos que dan clases frente a grupo? Si todos esos "maistros" son tan buenos, ¿por qué repudian la idea de ser evaluados cada vez que se les contrate o re-contrate para algún puesto según sus méritos académicos y competencias profesionales? La mayoría de ellos se queja si no hay un puesto de trabajo esperándoles cuando egresan de las normales, pero... ¿Cuántos jóvenes universitarios no quisieran también salir de sus carreras y contar con la seguridad de tener un trabajo esperándolos? ¿No dice el dicho: "o todos  coludos o todos rabones"?

¿Por qué entonces nuestros estudiantes están reprobados si los comparamos con otros estudiantes del mundo? ¿Por qué nuestro país sigue estando tan atrasado en comparación con países que, habiendo estado hace pocos años al mismo nivel que el nuestro, ahora se encuentran compitiendo con países del primer mundo en cuestiones de ciencia y tecnología? ¡Y mejor no hablemos de su economía! En fin... todavía recuerdo sus marchas de hace algunos años en Acapulco y a los niños pequeños que estos "defensores de la educación en México" (¡Super sic!) llevaban, y me sigo preguntando: ¿cuándo vamos a ser un país que marche hacia adelante?

Y más preguntas: ¿y dónde están todos esos profesores cuando se trata de dar clases? ¿Por qué no quieren que se les evalúe (como a la mayoría se nos evalúa en cualquier ámbito, por ejemplo, para entrar o permanecer en un trabajo)? ¿Por qué los alumnos salen tan mal preparados? ¿Por qué ellos, los profesores, salen tan mal cuando se les evalúa? ¿Por que ellos abogan por heredar plazas cuando eso no ocurre con el resto de las áreas profesionales? ¿Por qué los normalistas deberían salir con trabajo seguro cuando el resto de los universitarios no? ¿Por qué la sociedad tiene que pagar por un sistema educativo mediocre? ¿Por qué los padres de familia deberían de confiar en dicho sistema si es conocido por todos su corrupción e impunidad? ¿Por qué la escuela y los profesores que se esfuerzan en hacer las cosas bien no deberían ser recompensados por su empeño? ¿Por qué los malos elementos, esos "profesores" aviadores, que no asisten a clases y que muchas veces son más ignorantes que sus propios alumnos, no deberían ser sancionados y, según la gravedad de su falta, expulsados del sistema? ¿Por qué a los profesores que salen a marchar y hacer bloqueos se les debe pagar su sueldo? ¿Por qué la sociedad debe tolerar más de lo mismo? ¿Cuándo tendremos profesores competentes y que sean dignos de que los llamemos maestros? ¿Cuándo los mexicanos podremos sentirnos orgullosos de la mayoría de los alumnos que asisten a las escuelas públicas?

En fin, hasta aquí mi respuesta visceral a un problema muy complejo, sobre el cual se ha dicho mucho por parte de quienes supuestamente defienden la educación, pero que en realidad velan únicamente por sus propios intereses, hundiéndonos a todos en la incertidumbre y en la zozobra en torno a nuestro futuro como sociedad.

Aclaro que con este escrito no pretendí más que expresar mi opinión ante este problema. Escribo en esta ocasión como ciudadano, como parte de esa sociedad afectada, directa o indirectamente, por un problema que nos debería concernir a todos, porque si hoy nos quejamos o lamentamos por la inseguridad y el rezago de nuestro país en muchos sentidos, ¿dónde cree, estimado lector, que tales problemas sociales tienen su origen? Justamente... ¡En la educación! No es solo cuestión de preguntarse quién es una persona educada en estos días, sino de que todos nos preguntemos qué necesitamos hacer como sociedad, como país, para lograr que surjan esas personas educadas, que se caractericen por ser inteligentes, cultas, con habilidades para desempeñarse en el sector que les corresponda, que sepan lo que quieren, con un proyecto de vida bien definido, sensibles a las necesidades de la población que los enmarca, que sepan trabajar en equipo, que sean buenos vecinos, buenos ciudadanos, sanos, deportistas y dignos representantes de la sociedad cuya bandera debería enarbolar los ideales de todos... y mucho me temo que la respuesta a semejante interrogante (y que necesariamente deberá desembocar y cristalizarse en acciones prácticas encaminadas a lograr ese fin, porque de lo contrario no servirá de nada) no puede ser cosa fácil, no puede limitarse a un simple "yo le hago como que trabajo y tú le haces como que me pagas", no puede quedarse en solo una "máscara facial" que sirva para componer algunas cosas por un tiempo solo para evitar un conflicto insoslayable (pero esencial si realmente lo que se desea es lograr un cambio que beneficie a todos), y finalmente, no puede contenerse con solo un par de acciones (u omisiones) que respondan a los intereses de unos en detrimento de la educación. Ciertamente, se requiere de un cambio estructural y se requiere de forma inmediata, porque quizá todavía estamos a tiempo de aparecer en el mosaico mundial de un futuro que solo reconocerá a los países que no solo hallaron la fórmula para trabajar en unión con otras naciones, sino también que lograron alcanzar ciertos estándares en materia de educación, sí, pero también de estabilidad económica, de seguridad y, ¿quién sabe?, quizá hasta de felicidad.



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



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