De lo ¿obsoleto?

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Tanto se abusó en los discursos oficiales del término Revolución y concomitantemente de la palabra Patria, que lejos de acuñar en una impronta perenne tales términos en la imaginaria y pensamiento popular, lo único que se logró, cuando menos en una gran capa de la población fu e, en el mejor de los casos, una abstinencia total significando como resultado la actitud apática dada por la indiferencia hacia estos temas y en el peor de los casos el hecho de aborrecer y, por ende, eliminar de su pensamiento, de su sentimiento y de su memoria el contenido, el significado de ambos términos.

Lo anterior nos hace vulnerables por cuanto a la reacción o respuesta que debemos dar ante embates internos o externos que puedan poner en peligro nuestra soberanía ( otro término también muy vilipendiado), así como nuestra unidad a la hora de luchar por México y su pueblo.

La palabra Patria viene de padre y se refiere al lugar de donde se nace, en donde se tienen las raíces familiares de múltiples generaciones, en donde nacen y existen los lazos que nos unen por los usos, costumbres, idioma, religión, tipo de gobierno, derecho y un sinnúmero de características que nos hacen ser diferentes de otros pueblos y que el ser humano lucha por conservar y disfrutar de todo aquello que le resulta placentero, agradable, que puede compartir en familia, y con vecinos, y que le proporciona los elementos para realizar su propio destino.

De ahí viene la palabra patriota cuya connotación mas elemental es de alguien que ama ardientemente a su patria y quiere serle útil.

Es triste pero es cierto que el sentimiento de patriotismo se ha ido desvaneciendo en el tiempo por infinidad de razones en donde predomina la influencia extranjerizante motivada por la llamada globalización económica y sus múltiples ramas dentro de la actividad humana, y tristemente encontramos una gran influencia de nuestro país vecino del norte y que ha hecho estragos en la vida de nuestra nación desde tiempo inmemorial, como el caso que padecimos en la guerra injusta y abusiva de parte de los gringos , v. gr.: la invasión de nuestra Patria en 1847 (con el fútil pretexto de una invasión de parte nuestra a Texas, territorio que fue víctima del latrocinio de colonos a quienes se había dado una oportunidad de establecerse ahí y luego se apoderaron de este extenso territorio anexándose a E.U.A.), que por cierto siendo el último reducto por vencer en la batalla de Chapultepec un día como mañana 13 de Septiembre pero de ese año, el Colegio Militar y estando cadetes y algunos soldados para resguardarlos, estos cadetes renunciaron al intento de irse a sus casas y decidieron luchar contra el invasor y así se dieron los hechos heroicos de los que nos narra la historia haciendo perdurar su gesta con los nombres de al menos seis de estos imberbes héroes.

Y un día como mañana también 13 de Septiembre (hay quien dice que fue el 14) pero de 1813, en Chilpancingo, uno de los personajes mas relevantes de nuestra historia Patria, el Siervo de la Nación Don José Ma. Morelos y Pavón instaló el Primer Congreso de Anáhuac, en donde presentó el documento visionario en sus puntos (23) sociales y políticos llamado Sentimientos de la Nación en donde sienta los pródromos del México independiente y la transformación de lo que actualmente nos constituye como Nación. Y eso es solo alguno de los múltiples motivos que tenemos para erigirle una estatua monumental en Pueblo Nuevo, en el Cerro del Veladero desde donde sitió al Castillo de S, Diego para tomar Acapulco. Estas efemérides se deben recordar con patriotismo auténtico, sin jingoísmos, para darle continuidad a los hechos y héroes que nos dieron Patria y Libertad, de las cuales gozamos actualmente. No hacerlo sería una auténtica carencia de agradecimiento y de patriotismo. O usted, patriota lector, ¿qué opina?